Leon Edwards conserva su cinturón en el cierre de 2023 de UFC
El inglés mantuvo su corona del peso welter frente a Colby Covington en el estelar del UFC 296. Victoria cómoda y sin demasiada emoción.

Colby Covington es uno de los hombres que mejor domina el trash talk dentro de UFC. Esa manera de saber caldear las peleas le sirvió para disputar este sábado, en el estelar del UFC 296, el título del peso welter. Por méritos deportivos, a diciembre de 2023, no merecía esa oportunidad (un año y nueve meses sin competir), pero vende y eso abre puertas. Su actitud y su apoyo a Donald Trump le abrieron las puertas del despacho oval de la Casa Blanca cuando el expresidente estaba en su cargo. Hay buena sintonía entre ambos, por lo que Trump le estuvo apoyando en Las Vegas.
Covington es un personaje… demasiado personaje. En la rueda de prensa previa a su combate ante Leon Edwards sobrepasó unos límites que nunca se deben pasar. "Te mandaré al infierno para que puedas visitar a tu padre", le espetó al campeón. Edwards, que perdió a su padre en la adolescencia en un asesinato, le lanzó una botella de agua. Desde entonces todo empezó a ser personal. El inglés le hizo pagar su falta de respeto a Covington con una amplia victoria durante cinco asaltos. El campeón, serio, retuvo su corona por decisión unánime (triple 49-46).
El pleito, pese a lo que se podía pensar en la previa por la afrenta de Covington, tuvo a un Leon Edwards muy cerebral. "Era una pelea muy personal después de que se riera de la muerte de mi padre. Tuve que trabajar mucho para mantenerme concentrado y no salirme del combate", reconoció al acabar el campeón. Maduró mucho desde que ganó su título. Es un luchador muy inteligente y sin precipitarse fue sumando asaltos con extremada facilidad. El inglés presionaba sin volverse loco. Hacía moverse a Covington de manera constante y le hacía fallar una y otra vez. En los dos primeros asaltos, sin hacer un desgaste excesivo, Edwards dio un recital. El rozó el 50% de golpes acertados y Covington no llegó ni al 20%. El estadounidense fallaba por sistema.
En el tercer asalto, Covington logró el primer derribo. Edwards salió fácil de la situación. Conectó una patada a la cabeza muy dura y después le devolvió el derribo. Hacía lo que quería. La tónica se repitió en el cuarto. Covington logró llevar otra vez la pelea al piso, pero de nuevo el campeón dejó estéril la oportunidad. Quedaba un round y el retador necesitaba finalizar. Le faltaba mucho y se evidenció con claridad. El estadounidense fue de menos a más y acabó, al menos, intentando la sumisión, pero el campeón lo tenía todo bajo control. Su título nunca corrió peligro. El retador se llevó un asalto y gracias, pero eso le sirvió para hacer su show al acabar. Venda la narrativa que venda, su mejor tiempo queda lejos y en la jaula lo volvió a evidenciar.
Alexandre Pantoja retuvo el título del peso mosca
Still the undisputed flyweight king, @PantojaMMA! 🏆 #UFC296 pic.twitter.com/UXiJJV46cc
— UFC (@ufc) December 17, 2023
El combate estelar del UFC 296 pudo pasar bajo el radar del gran público, pero la pelea prometía y cumplió. Alexandre Pantoja retuvo la faja del mosca por decisión unánime (50-45, 50-45 y 49-46) frente a Brandon Royval. El campeón es un tipo peculiar, desde el tercer asalto evidenció cansancio, pero tiene una mandíbula de titanio. Logró resistir golpes duros, supo dormir la pelea con agarres y dominio en el suelo para ir sumando asaltos que le dieron su primera defensa titular satisfactoria.
Por otro lado, el evento será recordado por algo extradeportivo. Sean Stickland y Dricus du Plessis acabaron a golpes en el ringsite. En el primer PPV del año (20 enero) se enfrentarán por el cinturón del peso medio. Strickland calentó mucho el ambiente en la rueda de prensa de presentación del evento (misma en la que estuvo Topuria). El tema estaba tan caliente que en cuanto se cruzaron no dudaron en engancharse. Suceso perfecto para UFC. Se viene un patrón de casi un mes, pero los fans ya están pensando en lo que les espera para el arranque de 2024.