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La caída en picado de Conor McGregor en Irlanda, que le 'borra' tras ser declarado culpable de violación

El luchador, pionero del deporte de su país y héroe nacional, ha visto cómo su popularidad cae en picado tras ser condenado por violación. Recurrirá la sentencia.

Conor McGregor entra al juzgado junto a su mujer y a su madre./Getty Images
Conor McGregor entra al juzgado junto a su mujer y a su madre. Getty Images
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Conor McGregor es un habitual de los tribunales. El irlandés, de 36 años, acumula detenciones y condenas desde 2019 de manera recurrente. Ha estado en el calabozo por conducir ebrio y sin carnet, romper el teléfono a un fan, lanzar una escalera a un autobús en la previa de un evento de UFC... Hasta el momento, el acto más grave por el que había sido detenido había sido la agresión a un anciano en un bar de Dublín.

Gracias a su dinero, The Notorious ha ido librando condenas (debido a acuerdos extrajudiciales) y las veces que ha sido declarado culpable no ha tenido que pisar la cárcel. Todo ha cambiado este 2024. El pasado mes de noviembre, el excampeón de la UFC fue juzgado durante una semana por violación. Había sido denunciado por la vía penal, pero el director de la Fiscalía Pública de Irlanda (DPP, en inglés) no encontró pruebas suficientes para juzgarle. La denunciante, Nikita Hands, sí logró que el caso fuese adelante por la vía civil.

Los hechos que se juzgaron el pasado mes sucedieron en diciembre de 2018. La denunciante acusó a McGregor de haberla violado en un hotel de Dublín. El luchador basó su defensa en que las relaciones sexuales fueron consentidas. El jurado popular dictaminó que el deportista era culpable y el juez le condenó a pagar 250.000 euros a la víctima, quien pedía 750.000 euros.

Tras la resolución, McGregor afirmó en redes sociales que iba a recurrir la sentencia. Por tanto, el caso no ha terminado. No obstante, el excampeón de UFC pasó página rápidamente y aseguró que "el juego de las lucha le esperaba". Pensaba que esta sería una vez más en su lista de escándalos, pero la sociedad irlandesa empezaba estar harta de su manera de proceder y este grave hecho ha sido la gota que colmó el vaso.

Según recoge la BBC en un reportaje, decenas de murales del irlandés en ciudades y gimnasios están siendo retirados. El héroe nacional ya no lo es. Los que algún día fueron sus fans le están dando la espalda por sus acciones. La gente habla, pero también lo hacen las empresas. El museo de cera de Dublín anunció que retiraría su figura y muchas marcas que colaboraban con él han confirmado que dejarán de hacerlo. Destaca la marca de whisky Proper No Twelve, la cual creó McGregor. La nueva propiedad "no volverá a usar su imagen". Los pequeños comercios que tienen marcas relacionadas con él o su imagen las han retirado de sus estanterías y el videojuego Hitman no hará más negocios con él. Definitivamente, dan la espalda a Conor.

McGregor fue un referente para muchos irlandeses

Arropado por la bandera irlandesa, McGregor fue el ejemplo para muchos de sus paisanos. Era un fontanero que malvivía tras no haber querido estudiar, pero eso no le impidió lograr sus sueños al confiar en sus aptitudes. En su debut en UFC, en 2013, logró un bono de la noche y conectó con la gente: "Antes no tenía dinero. Solía cobrar 188 euros semanales de la seguridad social. Ahora tengo un bono de 60.000 euros y mi propio sueldo", afirmó el luchador. En ese momento empezó a encarnar a la clase trabajadora de su país.

En Irlanda fue un pionero de las MMA. Gracias a su desempeño en la mayor liga del mundo, hoy el país es uno de los máximos referentes continentales en Europa. Hay muchos luchadores que empezaron por emularle. McGregor logró ser el primer doble campeón (en dos pesos diferentes, pluma y ligero) de la historia de la UFC y cerró un combate de boxeo multimillonario con Floyd Mayweather. La ingente cantidad de dinero que cobró fue el final, prácticamente, de su carrera deportiva y nunca volvió a ser el mismo. Fuera de la jaula todo cambió también y los escándalos empezaron a sucederse.

Ahora, toda esa gente que le encumbró ya no está con él. McGregor se empeña en decir que volverá a pelear en UFC, aunque tras una lesión que le hizo ser baja el pasado verano hay serias dudas de volverle a ver en acción. Bare Knuckle FC, empresa de la que es copropietario, está utilizándole de imagen de manera constante. Son los únicos que resisten. Sus pasos, sean los que sean, no contarán con tanto apoyo... al menos en su país. Irlanda da la espalda a su héroe.