Brandon Moreno, un excampeón en horas bajas se examina contra el futuro de la división

La UFC visita Edmonton este sábado. Como siempre que hay un Fight Night con público, la empresa intenta cerrar un cartel interesante para que los fanáticos no duden en acudir a su llamada. En Canadá volverá a suceder, destacando mucho la importancia del duelo que cerrará la noche. Brandon Moreno, excampeón del peso mosca, se enfrenta a Amir Albazi, quien fue definido por Henry Cejudo como el futuro de la división.

El duelo es un clásico: veterano en caída contra joven en ascenso, pero va mucho más allá. Albazi engancha por su historia. Abandonó Iraq por la guerra cuando tenía siete años y se crió en Suecia, donde encontró en las MMA una salida a las malas compañías. En UFC es un ciclón. Ha ganado los cinco combates que ha disputado y no pierde desde abril de 2019.

"Va a ser una pesadilla para cualquiera que pese 125 libras. Tiene agallas y mentalidad. En el peso mosca, cuando eres capaz de conectar los uppercurts, ganchos y derechas que conecta… con esos tipos debes tener cuidado", apuntó Cejudo en las citadas declaraciones. De momento ha cumplido con todo lo que se esperaba de él, pero ahora debe ratificarlo contra un excampeón, palabras mayores. La división necesita nuevos nombres y el suyo está marcado en rojo.

Por su parte, Moreno se resiste a abandonar su estatus. El mexicano sabe muy bien lo que es caer y levantarse. Llegó a ser campeón de UFC en junio de 2021. Dos años antes, la empresa le había despedido y él luchó por regresar. Brandon, junto con Figueiredo, fue el gran culpable de que el peso mosca reviviese. Sus cuatro combates ya son historia de la empresa, pero a la derrota frente a Pantoja que le costó el título hay que sumarle el tropiezo contra Royval en febrero. Sin duda, esa caída fue mucho más dura porque se produjo en la Ciudad de México.

Dos derrotas consecutivas no es buen presagio para nadie, pero menos para un excampeón que ve cómo empiezan a crecer nombres a su alrededor que pueden hacerle sombra. Aunque pueda parecer sorprendente por los antecedentes de uno y otro, ambos han nacido en 1993. Son muy jóvenes y les queda recorrido, pero otro tropiezo complicaría bastante a Moreno. Recuperarse de tres pérdidas seguidas hace que el camino se alargue mucho. Por los caminos encontrados es tan interesante esta pelea. Prácticamente la podemos ver al 50%. Albazi ha cumplido siempre, pero el de este sábado es su examen definitivo.

Los dos tienen cualidades muy parecidas dentro de la jaula. Poseen una pegada destacable y en el suelo son letales, en especial Moreno. Por tanto, es difícil hacer una lectura previa para saber por dónde va a discurrir el combate. Cualquier plan es bueno para el otro. Conociéndolos, eso sí, se espera una guerra desde el segundo uno. Si hay que adelantar a uno en el favoritismo, por la deferencia de los títulos, sería Moreno. Tiene la experiencia que puede ser clave. Albazi sólo ha peleado una vez a cinco asaltos (junio 2023) y Moreno ya es un habitual. Además, el parón de un año y cuatro meses juega en contra del iraquí. Tiene las cualidades, pero debe demostrarlas contra un campeón que no se puede permitir fallar.