Nacho Campos y Antonio Fofirca brillan en WOW 18

El rugido del público en el Polideportivo San Pablo no era el habitual de un pabellón deportivo. Era más visceral, más crudo. Sevilla vibró este sábado con la llegada de WOW 18, la última entrega de la promotora de MMA que está redefiniendo el panorama nacional bajo el paraguas de Ilia Topuria. Una noche cargada de emoción, talento emergente y actuaciones que quedarán grabadas en la memoria de los aficionados.

El combate principal enfrentó a Nacho Campos (6-1) contra Henry Escalona (5-1), en un duelo que muchos señalaban como una prueba de fuego para el madrileño tras su reciente tropiezo internacional. El primer asalto fue todo del venezolano, que llevó la pelea al suelo y dominó desde el grappling. Pero Campos, paciente y resiliente, cambió el guion en el segundo. Con una transición precisa, atrapó a Escalona en un triángulo de brazo que lo obligó a rendirse. Gesto calmado, brazos alzados. No necesitó decir mucho más: estaba de vuelta.

Y si el combate estelar fue una batalla táctica, lo de Antonio Fofirca fue un trueno. En su debut profesional, necesitó solo 11 segundos para noquear a Jesús Basco. Un derechazo limpio, una caída seca y una marca que ya forma parte de la historia de WOW: el nocaut más rápido jamás registrado por la promotora. "Sabía que lo iba a acabar rápido, pero no imaginé que sería tan pronto", declaró Fofirca aún con la adrenalina a flor de piel.

También fue noche de redención para Aitana "Pitbull" Álvarez, que venció a la irlandesa Dee Begley con una estrangulación en el segundo asalto, recordando por qué alguna vez fue una de las promesas más temidas del circuito. Sara Viéitez logró su primera victoria profesional con un armbar preciso, mientras que Alberto del Campo venció a Álex Sánchez con un mataleón tan técnico como letal.

Con una producción cada vez más cuidada, una atmósfera eléctrica y combates que no desentonarían en ninguna cartelera internacional, WOW 18 confirma que las MMA españolas viven un momento de ebullición. Y en esa olla a presión, Sevilla se convirtió por una noche en la capital del combate.