'GYMCREEP'

Cuando la mujer no es libre en un gimnasio: "He masculinizado mi manera de andar para que deje de mirarme"

El movimiento #GymCreep denuncia en redes sociales el acoso que sufren deportistas mientras realizan ejercicio físico.

Una mujer practica gimnasia. /Pexels
Una mujer practica gimnasia. Pexels
Carmen Díaz

Carmen Díaz

Hay situaciones en las que la mujer aún no es libre. Casos que se dan en entornos tan aparentemente inofensivos como, por ejemplo, un gimnasio. "Hay un tío mirándome tanto en el gym que me he vuelto a poner la sudadera de lo incómoda que me estaba haciendo sentir", comentaba esta semana en redes sociales Lara Smirnova, creadora de contenido y presentadora de 'eSports'. Un problema que tiene nombre, gymcreep o mirón de gimnasio, y una plataforma de denuncia, TikTok.

Mujeres de todo el mundo han comenzado a denunciar con la etiqueta #GymCreep momentos incómodos o desagradables que sufren durante la práctica de ejercicio físico en el gimnasio. En los vídeos publicados en TikTok se puede observar cómo deportistas sufren acoso al ser observadas de forma grosera por hombres, con acercamientos y comentarios indeseados que condicionan su actividad deportiva. "Haces determinados ejercicios en unas posturas que en la mente equivocada pueden ser sexualizables", cuenta a Relevo Belén, víctima de acoso en un gimnasio de rehabilitación.

Belén, con casi 30 años y apariencia de menor edad, nunca se había sentido violentada mientras practicaba deporte. Pero recientemente, mientras acudía a unas sesiones de rehabilitación, lo vivió en primera persona. Allí se ha encontrado con un hombre de unos 50 años que le observa fijamente durante la práctica de los ejercicios.

"Al principio dices: bueno, a lo mejor soy yo. Pero cuando sucede varios días seguidos dices, no, es que tal vez no sea yo", continúa Belén, que comenta que ha llegado a "masculinizar" su manera de andar "para parecerle desagradable y que deje de mirarme".

El acoso callejero es delito con la nueva ley

Para analizar estos episodios en los gimnasios hemos llamado a Alba Adá-Lameiras, Doctora en Periodismo y Género y colaboradora de Relevo: "Esto es acoso callejero, pero se ha normalizado tanto que muchas mujeres ni siquiera son conscientes de que esa situación que las incomoda es un delito".

"Así es como consiguen echarnos de lo que también deberían ser nuestros espacios. Pero conmigo no podrán"

Lara Smirnova Streamer

"La sociedad nos ha enseñado que ellos 'desean' y nosotras 'somos deseadas', lo que lleva a que sucedan este tipo de violencias a la que los hombres no se ven sometidos, sino que son los que someten", recalca Alba Adá-Lameiras. "Puedes llegar a tener miedo a decir algo por si despiertas a la bestia", añade Belén.

Con la nueva ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, el acoso callejero se considera delito. Se trata del tipo de violencia machista más normalizada. "El 90% de las mujeres hemos sufrido acoso callejero en algún momento de nuestra vida, los datos son brutales", asegura Alba Adá-Lameiras.

"Lo mejor de estos movimientos es que nos enseñan que no debemos sentir culpa, porque el foco se pone en los hombres, ni tampoco debemos quedarnos calladas, como la sociedad siempre nos ha indicado, esto es un elemento cultural al que tenemos que hacer frente", finaliza Alba Adá-Lameiras. La viralidad de #GymCreep está dando la oportunidad a miles de mujeres de visibilizar situaciones de acoso, de sentirse acompañadas y escuchadas, pero, sobre todo, que muchas de ellas puedan ser capaces de identificar que estos actos también son acoso.

Porque, tal y como defendía la streamer Lara Smirnova en Twitter, la mujer tiene que sentirse libre en cualquier sitio, también en los gimnasios: "Y así es como consiguen echarnos de lo que también deberían ser nuestros espacios. Pero conmigo no podrán".