JJ Vaquero, de la comedia al récord de España de powerlifting: "El deporte me ha ayudado a reconducir mi vida"
El cómico vallisoletano ha batido los registros de su categoría de edad y peso y cuenta a Relevo su historia con esta especialidad. "Volví al gimnasio para dejar la noche", explica.
José Juan Vaquero es bien conocido en el mundo de la comedia pero, como dice él, es "cómico de profesión y powerlifterde pasión". Son varias las facetas que se conocen del vallisoletano, aunque quizá esta sea menos conocida, y eso que es un deporte que ha practicado durante muchos años en diferentes etapas de su vida. Tanto es así, que incluso asegura que no le importaría ser powerlifter de profesión y cómico de pasión. "También tendría una jugada esa vida, pero creo que no tengo nivel como powerlifter. Como cómico puede que tampoco, pero la gente no se ha enterado", bromea.
"Cuando era un chaval, Carlos Asensio era el tío más fuerte del barrio. Teníamos 16 o 17 años, y todos queríamos estar como él, así que nos apuntamos a su gimnasio", recuerda. En aquella época, en 1991, en el Gimnasio Asensio se hacía powerlifting, un deporte mucho menos conocido de lo que es ahora. "Lo probé y me encanto", asegura Vaquero. "Lo practiqué durante siete años, luego lo dejé, hice culturismo un poco y dejé el gimnasio durante más de 20 años", nos cuenta. Ahora, a sus 51 años, lleva tres años compitiendo, desde que terminó la pandemia. "En total he competido 11 años, pero con una separación de 23 entre medias, que se pierde todo. No te queda nada de lo que tuviste", admite.
«Yo volví al gimnasio para dejar la noche»
El deporte, entre sus múltiples beneficios, siempre ha servido como fuente de disciplina. Vaquero nunca ha escondido su afición por la noche, pero nos cuenta cómo el ejercicio ha sido vital para dar un cambio de rumbo. "Yo vuelvo al gimnasio para dejar la noche, porque yo tenía una liada con la noche muy gorda", admite. "Cuando yo era camarero, el día de descanso salía y me pegaba unas fiestas muy tochas con alcohol, droga… yo no le decía que no a nada. Cuando me hice cómico seguí en la misma dinámica, con la diferencia de que ahí era casi todos los días, y aquello era una dinámica de no parar", relata el vallisoletano.
"Como sé que me tengo que agarrar a algo para tener un poco de disciplina y el peso muerto y el powerlifting es una cosa que me gusta mucho, yo sabía que volviendo al gimnasio, o intentándolo, había una posibilidad de que yo dijera 'no, hoy no me voy a quedar de fiesta, que mañana tengo que entrenar'. Quería salir menos de fiesta, estar menos en la noche, tener menos contacto con el alcohol, con la droga, y lo conseguí. Me ha echado una mano para reconducir mi vida", asegura Vaquero. "Incluso ahora, cuando tengo que pegarme una fiesta, porque de vez en cuando hay que pegársela, digo 'a ver si no me quita dos o tres días de entrenar', porque ahora claro, me tomo seis cervezas y al día siguiente no soy persona…", afirma entre risas.
Cinco o seis entrenamientos a la semana
Pese a moverse por todo el país por trabajo, Vaquero vive en su ciudad natal, Valladolid. En el Gimnasio Asensio entrena cinco o seis días a la semana para poder alcanzar sus objetivos deportivos. "Intento ir casi todos los días porque mi problema es qué hago con el tiempo muerto. Por las mañanas trabajo, por las tardes voy al gimnasio, y las tardes que no vengo, el diablo en forma de caña de cerveza llama a mi puerta", admite.
Sin embargo, José Juan no se considera una persona fuerte. "Veo en el gimnasio gente parecida a mí y levantan mucho más peso que yo", afirma. No obstante, el peso muerto se le da especialmente bien. "Lo he analizado, y la primera chica que a mí me gustó cuando yo tenía 14 años fue porque me dijeron que yo le gustaba a ella. Y a partir de ese momento, por alguna razón, llámalo ego, llámalo ser práctico, ella me empezó a gustar muchísimo. Y con el peso muerto puede que me esté pasando lo mismo, que a mí me guste tanto porque yo le gusto a él. Y no le gusto ni a la sentadilla, ni al press de banco, ni al curl de bíceps, pero hay una conexión con el peso muerto, que como se me da bien, me gusta", cuenta.
Además, el humorista habla de la evolución de este deporte a lo largo del tiempo. "Cuando yo era un chaval, el powerlifting era un deporte muy desconocido. Nadie sabía lo que era un peso muerto. Nadie sabía lo que era una sentadilla. La gente que iba al gimnasio sí, por supuesto, pero cuando decías que hacías powerlifting siempre te preguntaban qué era eso", recuerda. No obstante, en los últimos años, "por suerte, alguien hizo así con una varita mágica o con mucho curro, y consiguió que el powerlifting esté de moda y lo conozca mucha gente. Y eso mola mucho", reconoce. Un deporte que, además de gustarle a él, ha pasado de generación en generación: "Les dije a mis dos hijas que lo probaran. Me gustan mucho y quiero que ellas lo prueben. Y a una le gusta mucho y a la otra no le gusta nada".
Récord de España levantando 273 kg
Ahora, a sus 50 años, J. J. Vaquero compite en la categoría Master II, y lo hace en la categoría de peso que incluye desde los 93 hasta los 105 kg. El pasado 13 de julio logró batir una marca nacional en peso muerto en esta categoría, logrando levantar 273 kg. Pese a la satisfacción de haber conseguido una meta, el vallisoletano es exigente y autocrítico: "Esto no es una taza de Mr. Wonderful. La verdad, tengo que ser sincero, es una readaptación de un objetivo que no cumplí. Cuando volví a entrenar me propuse levantar 300 kg antes de los 50, algo que no conseguí y que creo que no voy a conseguir nunca".
Pero, pese a ello, el cómico saca una importante reflexión: "Al final es una cosa para uno mismo. Te das cuenta de que la gente que te quiere está tan orgullosa de ti como cuando levantas 220, y la que te odia piensa que es un montaje, que son discos de plástico, que te has dopado…". Además, J. J. Vaquero nos dejó una bonita conclusión: "He estado viendo la película Del Revés 2, y me han dicho que en esa película todos somos la suma de lo bueno y de lo malo que nos pasa", recuerda. "Unas cosas salen, otras no. Esta ha salido, me aportará cosas muy buenas en la vida, igual que las que no salen, que me aportaran cosas buenas también", termina.
Ahora, tras el récord, el pucelano quiere marcarse un nuevo reto. "No sé vivir sin objetivos y yo me desvió pronto. Rápidamente me ves encima de un pódium haciendo de gogó, con la tripa fuera, 50 años y la piel floja", bromea (o eso creo). "Un objetivo podría ser superar este récord, otro podría ser intentar levantar esos 300 kg desde un bloque, que es menos que desde el suelo. No lo sé… ahora mismo me duele todo, el récord fue hace muy poco, me costó mucho y me ha dejado unas agujetas increíbles. Lo único que quiero es perder seis o siete kilos para que me valga el resto de mi ropa. Normalmente peso 96 kg, para competir peso 105", aclara.
Pero, dejando de lado las metas, J. J. Vaquero tiene clara cuál es la verdadera esencia del deporte: "Son objetivos que yo me pongo para entrenar, que es lo que a mí me gusta. Venir todas las semanas, estar con la gente que hay aquí, que hay muy buen ambiente, y pasármelo bien".
Esta entrevista fue publicada originalmente el día 20 de julio de 2024 y ha sido recuperado como una de las historias más vistas de Relevo.com del último año.