Clara Aznar y un puenting para hacer historia... ¡en el skeleton español!
La joven de 16 años consigue las dos primeras medallas del skeleton femenino español en las Youth Series de Lake Placid.
Un pionero es el primer valiente que se atreve a una aventura perdida para sus iguales. Cuando la aventura tiene cierto riesgo, mucho lo definen de locura. El protagonista o el 'loco' de esta historia tiene un nombre que les resultará conocido: Ander Mirambell. Y su locura: el skeleton. El olímpico en cuatro Juegos Olímpicos se atrevió, de manera autodidacta, a ser el español que tuvo la valentía a tirarse, cabeza por delante, por un tubo de hielo a más de 130 kilómetros por hora. Se ganó la admiración de un país por su atrevimiento y se dejó la piel por hacernos ver su hazaña.
Los pioneros son aplaudidos, pero en ocasiones se convierten en llaneros solitarios que abren una locura para cerrarla con su retirada. Mirambell, de espíritu perico y rebelde, ha querido dejar huella en el hielo y que su camino sea solo el faro a seguir para que el skeleton español siga vivo. Desde la parte final de su carrera, promovió la búsqueda de talento en unos castings nacionales con el objetivo de encontrar herederos que sigan sus pasos venidos de otras disciplinas deportivas o no.
Un trabajo que hoy da sus primeros frutos a nivel internacional: la benjamina del último casting, Clara Aznar, ha conseguido este martes la primera medalla femenina del skeleton español. Con sólo 16 años recién cumplidos, la aragonesa se ha colgado el bronce en las dos pruebas de las Youth Series disputadas en el mítico circuido de Mt Van Hoevenberg de Lake Placid (Estados Unidos).
El mérito de estos podios es aún mayor cuando analizamos la historia y (corta) trayectoria de la joven promesa nacional. Aznar era patinadora de velocidad y se enteró de las pruebas organizadas por un post de Instagram: "Lo había visto alguna vez en la tele, pero nunca me imaginé que podría hacer este deporte", nos cuenta Aznar. Se apuntó y acudió a las primeras pruebas físicas en Madrid y, después de algunas más de técnica en Calella, se atrevió a disputar el Campeonato de España en la localidad letona de Sigulda (en España no hay instalaciones para practicar este deporte). Para sorpresa de casi todos y sin haber entrado antes a máxima velocidad en un tubo, la 'quinceañera' se proclamó campeona nacional en su debut, superando a otras compañeras con varias pruebas y meses de experiencia. En el mismo invierno, ya está ganando su primera medalla internacional: "Me esperaba evolucionar más lentamente", nos confiesa.
El 'puenting', como prueba para hacer skeleton
Para ser buen piloto de skeleton debes estar hecho de otra pasta y, según Mirambell, Clara promete ser diferente: "Se pega una hostia que casi termina en el hospital, se levanta y te hace una línea de Copa del Mundo. Eso demuestra el potencial y el talento que tiene". Un carácter que el expiloto español puso a prueba desde las pruebas de acceso al equipo nacional el pasado verano.
"Una de las pruebas era andar con los ojos tapados durante cinco minutos y, de repente, quitarte la venda y estar en lo alto de un puente, con un arnés y lista para tirarte a hacer puenting", nos desvela Ander, que señala que Clara y sus 15 años alucinaron al grupo: "Se tiró y, al subir, dijo si podía repetir". Una valentía necesaria ante la velocidad y el riesgo que son clave en uno de los deportes más vertiginosos del mundo: "O llegas a la meta o al hospital. Aquí no puedes pararte en la curva 2 y bajarte".
Todavía hay margen de mejora
Un deportista necesita años para llegar a su zenit competitivo pero, para esta estructura, ya es un privilegio contar con un diamante en bruto que reluce cada día y aprende rápido de sus errores. "Lo más importante de Clara es su evolución", nos comenta Mirambell solo unos minutos después del final de la prueba: "Le corrijo cosas y ella lo entiende muy rápido para cambiarlo. Es algo que no sucede con pilotos de primer año".
Los resultados logrados en su temporada de estreno han roto esquemas y también objetivos puestos a principio de temporada: "El objetivo era solo clasificarse para los Juegos de la Juventud. Ahora, ha cambiado y será estar en la zona alta". Y es que, posee las cualidades para colocarla como una de las promesas de este deporte a nivel mundial: "Tiene una de las mejores salidas del circuito Youth [donde están las mejores jóvenes internacionales]", resalta Mirambell. "En mi segunda prueba, en Whistler, alcancé los 125 km/h saliendo desde la curva 3 (es decir, con menos recorrido para coger velocidad) y no me atreví a salir desde arriba", cuenta Clara.
Aún así, Mirambell explica que existe un largo camino por delante para sacar todo su potencial. "Le falta aprender a competir, mejorar el pilotaje, evolucionar en el trineo... pero es que es el primer año". Una experiencia que también irá ganando fuera del circuito para una adolescente a la que le ha cambiado su vida de golpe en pocas semanas: "No había viajado nunca y ahora no para de viajar. Lo está disfrutando".
Clara ha conseguido, en solo unos meses, lo que Ander tardó varios años, pero que ha tenido ese ansiado metal en el mismo lugar: el catalán también subió a su primer podio de la IBSF en Lake Placid. Un éxito que no debe tapar los oscuros. Que un árbol no nos impida ver el bosque y es que los medios son aún ínfimos para hacer frente a las grandes potencias, como zanja el director de orquesta de un proyecto que busca darnos alegrías inesperadas: "Ojalá tuviésemos más recursos para invertir en el skeleton porque el proceso sería aún más rápido".