La camiseta negra del Covirán Granada: ¿la última superstición en el deporte?

Superstición y deporte. Dos prácticas que, por muy lejos que parezcan, la realidad es que están siempre bastante unidas. Las manías y rituales son un habitual dentro de los vestuarios. Y en un mes como octubre, donde Halloween y lo místico está tan presentes, es algo que suele resurgir. Hace años, comenzó a popularizarse la práctica de saltar al campo siempre con el pie derecho. Algo que en fútbol, por ejemplo, llevaban a rajatabla Fernando Hierro o Ronaldo y que muchos jugadores -e incluso árbitros- también cumplen.

En el caso del baloncesto, esto de pisar la pista con el pie derecho es algo que, por ejemplo, también hace cada jornada el colegiado Emilio Pérez Pizarro, tal y como confesó él mismo a Relevo. Aunque no es la única superstición. Esta misma jornada, se ha visto en la Liga Endesa otra, también bastante habitual en muchos equipos. Y el protagonista ha sido el Covirán Granada que, por cierto, ha cosechado su primer triunfo de la temporada.

Desde que empezó la competición los de Pablo Pin estaban mostrando muy buen baloncesto. Sin embargo, los resultados positivos no llegaban. Ante UCAM Murcia, en la primera jornada, forzaron dos prórrogas para al final acabar cayendo. Ante Joventut Badalona, en la segunda, dominaron prácticamente todo el encuentro, pero la Penya se acabó enganchando al partido… Y otra vez derrota. Y así durante las cinco primeras jornadas de la competición en las que el conjunto granadino vistió, como es lógico, su primera equipación: color rojo.

Sin embargo, 24 horas antes del partido, el club anunciaba que, pese a ejercer como local, estrenarían la que es su tercera equipación, color negro. Y no, no porque su rival vistiese de rojo. Porque aunque ese sea el color de Casademont Zaragoza, como visitante luce de blanco como así fue. Y esto… ¿por qué? Pues casi siempre suele ser por superstición. Y funcionó.

Tras cinco derrotas consecutivas, el Covirán Granada firmó la que ha sido su primera victoria de la temporada (78-70), luciendo su equipación negra. La cual, casi con total seguridad, también lucirá la próxima semana cuando visite a Baxi Manresa que también luce de rojo en su primera equipación. De hecho, no es la primera vez que el conjunto de Pablo Pin hace un cambio similar… Y le surte efecto. Ya en LEB Oro se dio una situación parecida en la que cambiaron su primera equipación, comenzaron a ganar y mantuvieron esos colores hasta que, como es lógico en el deporte, se dio una derrota jornadas después. Pero esto no sólo es cosa del baloncesto.

De hecho, en fútbol, hay varios equipos que han sido relacionados con prácticas similares. Hace un año, por ejemplo, en un Boca Juniors - River Plate, el conjunto bostero pidió a la organización usar un uniforme diferente, como así fue. Y según se popularizó, esto fue por superstición. Aunque no es el único episodio. Tanto es así, que el Real Madrid fue testigo de una superstición similar durante un partido de cuartos de final de la Champions League.

En abril de 2017, el conjunto blanco, entonces entrenado por Zidane, visitó el Allianz Arena para medirse al Bayern de Múnich. Hasta entonces, el Real Madrid siempre había vestido allí de blanco ya que el Bayern cambiaba su pantalón -blanco- por uno rojo como la camiseta y las medias y que así los madridistas pudieran mantener su camiseta. Sin embargo, tres años antes de aquella cita, se dio un duelo entre ambos que el Madrid ganó por 0-4 y eso seguía muy presente en los alemanes. Aquello hizo que apostaran por jugar con su equipación normal, forzando a los blancos a vestir de negro. Y, por cierto, no, no les funcionó porque en aquella ocasión la victoria también fue merengue (1-2).

Mucho antes de todo lo anterior, fue una selección de fútbol la que 'rompió' su maldición cambiando sus colores. Hay que remontarse al año 1950, fecha que para los más cafeteros rápido asociarán a lo que ocurrió: el famoso Maracanazo. Desde 1919 y hasta entonces, Brasil, la única selección que luce cinco estrellas mundiales en su escudo, vestía de blanco. Pero el 16 de julio de 1950 la canarinha perdió por 2-1 ante Uruguay un partido que tan sólo con el empate le hubiera valido para alzarse campeona y lograr su primer Mundial.

Aquello fue un impacto tan grande que pasó a la historia como el Maracanazo por haberse jugado en el Estadio de Maracaná (Río de Janeiro) e hizo a la federación brasileña desterrar el color blanco y abonarse al amarillo. De hecho, en 1953 se hizo un concurso entre la afición para escoger un nuevo uniforme que combinase los colores de la bandera: amarillo, verde, azul y blanco. Un joven periodista de entonces 19 años, Aldyr García Schlee, propuso una camiseta amarilla con tonos verdes en cuello y mangas, pantalón azul y medias blancas. Y su propuesta ganó.

En marzo de 1954, Brasil estrenó aquella vestimenta en aquel mismo estadio que acabó pasando a la historia del fútbol. Y sí, la selección brasileña ganó por 4-0 a Chile, rompiendo así la famosa maldición que hizo nacer a la 'verdeamarela'.

Las supersticiones están tan a la orden del día que, de hecho, en tenis también pasa, aunque no sea relacionado con las camisetas. Un ejemplo de ellos es Rafa Nadal, que es súper estricto con una cosa: las botellas. Como es habitual, cada tenista tiene agua y bebidas isotónicas para hidratarse durante el partido. Y no, el balear no es una excepción. Sin embargo, si uno se fija en cómo están situadas en cada partido siempre las ve igual: con la etiqueta mirando hacia la pista, siendo esta la manía o superstición más característica de uno de los mejores tenistas del mundo.