La historia de John McFall, el primer astronauta con discapacidad ganó una medalla en unos Juegos tras un accidente de moto
El exvelocista paralímpico, que ha formado parte de la ceremonia de inauguración de los Juegos de París, es candidato a ser el primer tripulante con discapacidad de la historia en una misión de la Estación Espacial Internacional.
París.-La humanidad ha pisado la Luna, pero todavía quedan conquistas pendientes en el planeta tierra. Una de ellas es la inclusión de astronautas con discapacidad en la carrera espacial. Una meta que John McFall está a punto de cruzar el primero, como con tantas carreras en su época como velocista paralímpico.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado luz verde para el portador de la bandera paralímpica en la ceremonia de inauguración de París 2024 se convierta en el primer 'parastronauta' de la historia en una misión en la Estación Espacial Internacional (EEI).
En 2022 fue seleccionado por la ESA para unirse a su programa de formación y, a sus 43 años, ha participado en varios cursos de supervivencia en condiciones extremas y entrenamientos específicos para las misiones en órbita.
"He demostrado que soy capaz de responder a las exigencias", dijo McFall en una rueda de prensa tras conocer el visto bueno de la ESA. "Esto no me garantiza una oportunidad de vuelo, pero hemos enseñado que esto sería técnicamente posible para una persona con la misma discapacidad que yo", añadió.
Ahora, la ESA se plantea que forme parte de una misión de larga duración a bordo de la EEI, tras comprobar que puede evacuar de urgencia la nave espacial que lleva a esta, incluso en situaciones de ingravidez.
"Haría falta que lleve mi prótesis en el momento del lanzamiento, dentro del traje espacial, pero desplazarme, estabilizarme con mi prótesis... Eso ha sido un éxito", precisó.
Una de las principales dudas que tenía el organismo espacial era si su muñón se iba a hinchar por la ingravidez hasta el punto de impedirle utilizar su prótesis. También si el británico iba a ser capaz de emplear las máquinas de ejercicio físico de la estación que son necesarias para combatir los efectos de la microgravedad en el cuerpo de los astronautas. El exvelocista, como si de una de sus carreras se tratara, no encontró nada que le frenara en su propósito.
El paralímpico que nunca soñó con ser astronauta
A los 19 años, McFall sufrió una amputación por encima de la rodilla derecha tras un accidente de moto en un viaje por Tailandia durante su año sabático. Cinco años después, en 2005, comenzó su trayectoria como atleta, convirtiéndose en uno de los hombres con discapacidad más rápidos en los 100 y 200 metros. El culmen de su carrera llegó en los Juegos de Pekín 2008, en los que logró la medalla de bronce en los 100m T42 con un tiempo de 13.08 segundos.
El británico es cirujano especializado en traumatología y ortopedia. En 2022 fue preseleccionado por la ESA junto a los españoles Pablo Álvarez y Sara García, entre otros. Su integración en la ESA fue posible gracias al proyecto 'Fly!', que busca resolver si las personas con discapacidad tienen limitaciones que les impidan viajar al espacio.
"Nunca soñé ser un astronauta de pequeño, siempre he estado muy interesado en la ciencia, he sido muy curioso para aprender, y siempre busqué algo en mi vida que le diera sentido, que te hiciera levantarte de la cama por la mañana, y eso me hizo ser atleta y también estudiar medicina", explicaba en su cuenta de Instagram.
"Cuando llegó esta oportunidad con la ESA de ser la primera persona con discapacidad en ser astronauta, muchas cosas me interesaron, la parte académica, la ingeniera, aprender, el reto, la aventura… y también me interesó responder a esas dudas que la ESA tenía de cómo una persona con discapacidad iba a trabajar en el espacio, por eso me posicioné para convertirme en astronauta", reconocía.
John McFall ha aprobado el estudio de viabilidad y se espera que pueda formar parte de una misión en órbita en los próximos años. Sería la primera persona con discapacidad que viaja al espacio. Parafraseando a Neil Armstrong: "Un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para los paralímpicos".