JUEGOS PARALÍMPICOS

Desirée Vila y la negligencia médica que le llevó a perder la pierna: "He perdonado y no es algo en lo que piense demasiado"

La atleta compite en París este jueves a las 19:00 horas en la prueba de salto de longitud.

Desirée Vila, en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. /Relevo
Desirée Vila, en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Relevo
Natalia Torrente
Álex Corral

Natalia Torrente y Álex Corral

La vida puede cambiar en cuestión de minutos. Es lo que le ocurrió a Desirée Vila el 26 de febrero de 2015 cuando, haciendo gimnasia acrobática, el deporte que más le apasionaba, tuvo una mala caída y se rompió la tibia y el peroné. Hasta ahí, dentro de la desgracia, todo era normal en la vida de un deportista. Ellos, mejor que nadie, conocen la dificultad que supone gestionar el éxito, pero también el sacrificio y el temido momento en el que llegan las lesiones. "En el deporte de alto rendimiento las lesiones forman parte del día a día, en cada entrenamiento te arriesgas a lesionarte", asegura Desirée Vila.

Desirée Vila en Relevo Talks. Relevo

Apenas un mes después, el 4 de marzo, le amputaron su pierna derecha. Un shock total. Su vida se desvanecía y Desi, como la llaman en casa, no sabía si lo que estaba ocurriendo era la realidad o resultado de un mal sueño: "Estaba anestesiada y pensaba que había sido una pesadilla. Cada vez que me despertaba, volvía a preguntar si era verdad que me fueran a amputar la pierna. Volví a revivir ese momento un millón de veces". Además de la fractura, la arteria estaba obstruida. No lo detectaron a tiempo y, no sólo perdió su pierna derecha, su vida estuvo en peligro: "La necrosis afectó a mis órganos vitales y estuve al borde de la muerte".

"La necrosis afectó a mis órganos vitales y estuve al borde de la muerte"

Desirée Vila Atleta

La noticia fue un impacto para aquella joven que llegó a ser campeona de España en gimnasia acrobática y decimonovena en el campeonato del mundo de París de categoría entre 11 y 16 años. Lo peor fue al salir del hospital. Al volver a casa. "Es cuando te das de bruces con la realidad. En mi casa hay escaleras, ¿cómo las subo? Me encontré con un montón de dificultades que para una persona con dos piernas es el día a día, pero que cuando adquieres una discapacidad, te das cuenta de que hay un montón de barreras". Su vida cambió y no había vuelta atrás. "Iba a ser así siempre, lo aceptara o no", dice.

La adaptación más dura fue la psicológica

"Tuve que aprender a vestirme sola, a caminar, a ducharme… a hacer las cosas básicas", explica Desirée. "Lo más duro fue tener que aceptar la discapacidad. Tu rutina cambia totalmente". Vila era muy joven, tenía cuerpo de deportista, empezó la rehabilitación y aprendió a caminar muy rápido. "Sabía que en eso no iba a tener problema, que iba a tener una vida super activa, que iba a volver al deporte".

"Lo más duro fue aceptar la discapacidad. Tu rutina cambia totalmente"

Desirée Vila

A nivel psicológico, le costó mucho más. "La razón principal por la que tardé tanto en empezar a entrenar y a dedicarme al deporte paralímpico, fue por la barrera psicológica". Desirée no quería. Sólo contemplaba una posibilidad: volver a la gimnasia. Pero eso ya no era posible. "Yo no veía mi vida sin la gimnasia. Cambiar ese chip y ser consciente de que nunca más iba a poder practicar gimnasia, fue durísimo".

Desirée Vila habla sobre cómo el aspecto psicológico ralentizó su vuelta al deporte. Relevo

Para ella, volver al pabellón donde se lesionó y comprobar que aquello era una visita, fue de los momentos más duros que recuerda: "Volvía a ese lugar en el que durante tanto tiempo me sentí tan segura y que en aquel momento me sentía una extraña". Lo hizo con su psicóloga como parte del proceso. "Fue una de las actividades que hicimos en terapia. Volver, sentarme en la cama elástica donde me lesioné, volver con mis compañeras, que antes formaban parte de mi equipo y que ya nunca más iban a serlo, con mi entrenador…" explica con detalle.

"Volví al lugar en el que me había sentido tan segura, y en aquel momento me sentía una extraña"

Desirée Vila

Fue un poco como la vida misma. "Cada persona sigue con su vida. A ti te puede pasar algo, tu mundo se para, pero el del resto continúa".

El perdón

"He perdonado y no es algo en lo que piense demasiado" reconoce Desi. Sabe que otra actuación médica en el momento de su lesión lo hubiera cambiado todo, pero lo tiene "todo bastante aceptado y curado". Esta manera de afrontarlo le ha "permitido seguir" con su vida. "En el momento en el que me sentí con fuerzas, retomé mi vida y me volví a marcar objetivos. Y aquí estoy. Creo que es la única forma de hacerlo" afirma con una madurez impropia de quien pierde una pierna a sus 17 años.

Desirée Vila: «He perdonado y no pienso demasiado en ello». Relevo

Vila es una historia de superación en sí misma. Reconoce que no sirve de nada especular con lo que podía haber pasado: "Hay tantas posibilidades de lo que hubiera podido pasar, tanto buenas como malas… Tampoco me pongo en lo mejor que podía haber ocurrido porque podía haber sido mucho peor", dice con la positividad que le caracteriza.

«Mi familia es mi equipo»

Actualmente, Desirée es atleta. Acostumbrada a practicar una disciplina de equipo, ahora lo hace sola. Pero tiene un equipo. El mejor. Sabe que "ellos lo pasaron peor que yo. Yo no estaba del todo consciente. Ellos tuvieron que tomar la decisión de que me amputaran la pierna", afirma sobre sus padres.

"Sufrieron muchísimo, se sentían culpables de no haberlo detectado a tiempo". Su hermana, tres años menor que ella, "lo pasó también muy mal". "Ella me decía que si fuera posible, prefería que le amputaran la pierna a ella para dármela a mí". Desirée pronuncia cada palabra con una sonrisa y es capaz de sacar la parte positiva de lo que su familia padeció. "Se unió muchísimo, a pesar de que tomaron decisiones que dan mucho miedo", sentencia.

«Soy una afortunada»

"Hay cosas mucho peores", asegura Vila. "No pienso que mi vida haya sido más complicada que la de otros. Ha tenido momentos duros y obstáculos, pero los hemos podido derribar". Desirée proyecta una madurez impropia de alguien que tiene 24 años y ha perdido una pierna en las circunstancias en las que le sucedió a ella. Sin duda, en eso tiene mucho que ver su relación con el deporte. "Tenía las cosas muy claras y eso me impulsó a gestionar lo que me había sucedido".

"No pienso que mi vida haya sido más complicada que la de otros"

Desirée Vila

No se atreve a dar consejos a quien pueda vivir algo similar. "Es difícil porque cada uno vive las circunstancias de forma diferente y depende de muchos factores". La ecuación pasa por "tener paciencia, apoyarse en la gente que te quiere, confiar en los profesionales y poner todo de su parte". Eso sí, Vila no duda en lanzar un mensaje de aliento: "Que sepan que el tiempo cura".

¿Qué haría si pudiera volver atrás?

Vila es consciente de que en estos siete años, desde que perdió la pierna, han sucedido "cosas muy bonitas". Recibió la medalla de oro al mérito deportivo y fue diploma olímpico en Tokio 2021 en salto de longitud, la misma prueba en la que compite este jueves en París. Sin embargo, reconoce que para eso ha necesitado "curar y sanar". "Creo en el destino, las cosas ocurrieron como tenían que haber ocurrido. Yo estaba destinada a tener esta vida, a ser la persona que soy y a transmitir los valores de la discapacidad e intentar cambiar la percepción que tiene la sociedad de la discapacidad desde mi experiencia".

"Yo soy Desirée Vila por todo lo que ha pasado. No cambiaría nada"

Desirée Vila

"Yo soy Desirée Vila por todo lo que me ha pasado. No cambiaría nada. Si hubiera seguido en gimnasia, ¿hubiera llegado a lo más alto? Tampoco lo sé. Igual hubiesen pasado otras cosas, hubiese dejado la gimnasia… Nunca lo podremos saber. Por eso nunca pienso en lo que podía haber pasado, me centro en lo que tengo", cuenta.

La salud mental, clave

Desiré considera que la forma de afrontar lo que a cada uno le ocurre, "depende de cosas que van más allá". "He tenido la suerte de ver las cosas de la manera en las que las veo. Pero hay otros que no. Ojalá que mucha de esa gente que sufre pueda en algún momento de su vida hacer ese cambio mental y darle la vuelta a la tortilla. Hay veces que no depende tanto de uno. Yo les entiendo". Trata de alejarse del discurso perfecto sobre la superación personal: "Cada uno ve los problemas como los más grandes del mundo porque son los suyos. Yo también me quejo y tengo días malos", dice riendo.

Desirée Vila: «La salud mental ha sido un factor clave en mis logros». Relevo

Para Desirée, la salud mental es "fundamental" y uno de los "factores clave" de los objetivos que ha ido consiguiendo. "Cuando empecé en atletismo, me bloqueé. Tenía el recuerdo de la lesión y mi cerebro me decía: 'A ver Desi, no nos vamos a arriesgar a lesionarnos de nuevo y perder la otra pierna'. Era querer y no poder porque tu mente te limita", cuenta.

"Mi cerebro me decía: 'A ver, Desi, no nos vamos a arriesgar a lesionarnos de nuevo y perder la otra pierna'. Me bloqueé"

Desirée Vila

En ese momento empezó a trabajar con una psicóloga deportiva y fue "un punto y aparte". Influyó también en su forma de ver la competición. "Me ponía en una tensión innecesaria, ahora lo disfruto y eso también influye en que lo haga mejor", asegura.

Diploma Olímpico en Tokio 2021

"El día más feliz de mi vida fue cuando competí en salto de longitud en Tokio" asegura Desirée. "Nada se compara con ese momento porque fue como darme cuenta de que todo el sufrimiento había merecido la pena". Además, logró diploma olímpico. "He llegado a lo más alto del deporte que es lo que más me gusta".

Desirée Vila relata el mejor día de su vida: cuando compitió en los JJ.OO de Tokyo 2020. Relevo

Tras la incertidumbre de la pandemia, al final se confirmó la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Ese día llovía a mares, algo que al ser gallega "no me asusta", sonaba Bruno Mars, uno de sus cantantes favoritos y pensó: "Este momento lo han hecho para mí. Me sentí la persona más especial del mundo". El recuerdo le acompañará para siempre.

Este jueves tiene otra oportunidad. A las 19:00 horas competirá en la misma disciplina en París, sus segundos Juegos Paralímpicos, con la mirada puesta en los metales. En Gondomar (Pontevedra), su pueblo natal, han decidido apoyarla "con todas as forzas" y han instalado una pantalla gigante en el Auditorio Luis Tobío para seguir cada paso de una de sus paisanas más conocidas.

¿Por qué a mí?

"Claro que lo pensé", dice. "Pero sólo lo pensamos cuando nos sucede algo malo. Cuando fui a los Juegos no pensé ¿por qué a mí? ¿Por qué a mí me ha tocado tener la oportunidad de poder dedicarme a lo que más me gusta, de tener una prótesis deportiva? ¿Por qué yo he tenido tanta suerte?", asegura. "Todas las cosas malas siempre pensamos que le van a suceder a los demás. Sentía que no me lo merecía", pero se pregunta: "¿Realmente quién se merece algo así?

"También pensé '¿por qué a mí?' cuando me llamaron para decirme que hoy me entregarían la Medalla de Oro al Mérito Deportivo"

Desirée Vila

Con esta reflexión, Vila reconoce que cuando se enteró de que recibiría la Medalla de Oro al Mérito Deportivo, pensó también "¿Por qué a mí?". Esto le ha dejado una nueva lección: "Hay que estar abiertos a todo, a lo bueno y a lo malo".

Desirée Vila: «El miedo es muy puñetero». Relevo

Sin embargo, sabe que el miedo es "un sentimiento muy puñetero". "El miedo te frena. Pero todos tenemos miedo. Es un sentimiento más, como la tristeza o la alegría". Sin duda, Desirée Vila es un ejemplo de superación personal por una razón que ella sabe explicar bien: "El mayor aprendizaje que tuve durante todos estos años es disfrutar de cada día", sentencia. Ojalá el jueves no tenga miedo y consiga la merecida recompensa a tanto esfuerzo y sacrificio durante los últimos tres años. Sea como sea, Gondomar estará con ella.