JJOO | TIRO

Fátima Gálvez dispara contra la organización por la diferencia de trato con los hombres: "No hay igualdad en ningún sentido"

La tiradora de Baena terminó quinta en la lucha por las medallas y habló sobre las dificultades durante la competición.

Fátima Gálvez durante su participación en la final de tiro./Reuters
Fátima Gálvez durante su participación en la final de tiro. Reuters
José M. Amorós

José M. Amorós

Fátima Gálvez no pudo repetir viaje a un podio olímpico. La tiradora de Baena se quedó a dos escalones de las medallas tras terminar quinta en la lucha por las medallas. La campeona olímpica en Tokio junto a Alberto Fernández, había disparado las ilusiones con su participación durante la mañana. Ella y Mar Molné se clasificaron para la final en lo más alto de la tabla, pero no pudieron ante el acierto de la guatemalteca Adriana Ruano.

La final no empezó bien para Gálvez, número uno del mundo y vigente campeona de Europa, que falló cuatro de sus cinco platos, y eso la lastró durante toda la competición. Se salvó de ser la primera eliminada por los tres errores de Ciuciu Wu, pero se convirtió en la primera descartada de la fase eliminatoria a pesar de acertar los cinco primeros platos (23 de 30). Un resultado que le permitió ser quinta.

Fátima tenía la mira puesta en un nuevo oro y por ello, tras terminar su participación no podía ocultar su decepción: "Tenía en mente la frase de mi madre que si está para ti, ni aunque te quite, si no está, ni aunque te pongan. Si está para mí la medalla estará y si no disfruta del espectáculo que monten mis compañeras", reconocía la tiradora de Baena, que poco a poco iba subiendo la temperatura, acorde a la que hacía en el recinto.

"Soy la número uno comenzando como el puto culo así te lo digo. Soy la número uno. Si no fallo el primero, fallo el segundo y el tercero y esta vez me he lucido, cuatro. En Tokio fueron tres, ahora cuatro", señalaba Gálvez. "La recuperación no bastaba. La clave estaba en no hacer una mala entrada como he hecho, pero bueno, ya de qué sirve lamentarse".

Fátima Gálvez. AFP
Fátima Gálvez. AFP

Fue en ese momento cuando Gálvez terminó por explotar. Empezó disparando contra la actitud del público durante la competición: "Me sorprende muchísimo que en un deporte que requiere de concentración y de precisión, que las gradas estén chillando y estén alentando a sus tiradoras, que por un lado me alegro por todas nosotras, pero no tiene sentido, entonces a veces es incluso hasta pesado para recuperarte. No es una queja, sino reivindico también que es un deporte de precisión y que por lo menos las gradas deben estar en silencio para que gane la que mejor se concentre y se prepare para esa final".

"No es una queja, sino reivindico también que es un deporte de precisión y que por lo menos las gradas deben estar en silencio"

Y luego directamente apuntó a la organización por las diferencias con el tiro masculino: "Yo creo que ayer no hubo música en la final de los hombres. Yo no estuve presente, pero por lo visto no hubo música. También los hombres iniciaron media hora más tarde, la competición individual. Entonces, eso sí que de verdad que me molesta dentro de lo que es la competición. Si los hombres empiezan a las nueve y media, ¿por qué las mujeres empezamos a las nueve? Dicen, "no, es que hay un reflejo en el telón que hay ahí de enfrente". Y yo digo, "oye, ¿y para nosotras no hay reflejo?". Entonces eso sí que de verdad que me molesta muchísimo porque no hay igualdad en ningún sentido. A los hombres se les beneficia en ciertos aspectos, mientras que a las mujeres nos perjudica. Y eso había que decirlo".

"Si los hombres empiezan a las 9:30, ¿por qué las mujeres empezamos a las 9? Dicen, "no, es que hay un reflejo en el telón que hay ahí de enfrente". ¿Y para nosotras no hay reflejo?"

Fátima, que no valoró una posible participación en Los Ángeles porque prefiere centrarse en descansar, resaltó que el tiro es "concentración, de precisión, de relajación y jugar con la carta del griterío de la grada, pues no creo que sea un juego limpio para ninguna de nosotras. Pero bueno, es para todas, entonces es como el clima, si llueve, pues hay lluvia para todas".