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Cambiarle la vida a un rival y tomar decisiones difíciles: los primeros pasos olímpicos de Alcaraz

Habib, que no juega en el circuito habitualmente, fue el primer rival del español y la derrota que le hizo pensar que no está tan lejos de ese nivel.

Alcaraz y Habib, en la previa del partido. /EFE
Alcaraz y Habib, en la previa del partido. EFE
Sebastián Fest

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París.- El saludo en la red tras un partido puede ser burocrático, un intercambio de palabras sin importancia. O puede cambiarle la vida a uno de los dos.

"Muy buen nivel", le dijo Carlos Alcaraz en la red a Hady Habib tras derrotarlo 6-3 y 6-1 en su debut en los Juegos Olímpicos de París 2024. En su debut olímpico, en realidad. Para el libanés, 275 del ranking mundial, que entrena su poderoso saque con la sola compañía del canasto porque no tiene con quien hacerlo, las palabras del número dos del mundo, amables y sinceras, son casi la justificación de toda una vida.

"Me dijo 'muy buen nivel', lo que fue una sorpresa para mí viniendo de él", dijo tras el partido un Habib al que aún se le advertía la emoción por lo que acababa de vivir. "Sus palabras me llegaron al corazón, las tomo con humildad y me halaga mucho lo que dijo. Jugué con Alcaraz y me di cuenta de que no estaba tan lejos. Tengo que enfocarme en trabajar duro para alcanzar ese nivel", añadió emocionado Habib, representante de un país en crisis permanente, y a la vez henchido de orgullo por ver a uno de los suyos en los Juegos.

Mientras Alcaraz y Habib se batían a pelotazos en una Suzanne Lenglen repleta y con el techo cerrado, la lluvia caía con intensidad en París. Sucedió en el Roland Garros que conquistó el murciano, sucede ahora en sus primeros Juegos Olímpicos: manda la lluvia. Pese a lo que sugiere el resultado, el duelo con el libanés tuvo momentos atractivos, en especial a partir del potentísimo servicio del asiático, que ingresó al cuadro a último momento por la lesión del polacop Hubert Hurcakz.

"La verdad es que me he encontrado muy bien", dijo Alcaraz minutos después de la victoria. "Hay unos detalles que tengo que mejorar", añadió, siempre perfeccionista.

El ambiente olímpico, toda una novedad para Alcaraz, le está gustando al murciano, que se encontró jugando en el mismo sitio que durante el Abierto de Francia, pero a la vez un sitio que no es aquel.

"Bueno, es diferente, ¿no? Muchas banderas que no estamos acostumbrados a ver durante los torneos, la verdad que la energía que se vive ha sido totalmente diferente y especial. Es una experiencia muy muy bonita la que he tenido y la verdad que ya tengo ganas de jugar otro partido para verlo".

Ese otro partido llegará, ante el ganador del choque entre el británico Cameron Noirrie y el holandés Tallon Griekspoor, pero antes, en el final de la tarde de este domingo, Alcaraz formará junto a Rafael Nadal en dobles. ¿Los rivales? Los argentinos Máximo González y Andrés Molteni, octavos favoritos.

"Jugamos contra una pareja que está acostumbrada a jugar juntos. Yo creo que seremos capaces de ganar si jugamos a un nivel bueno y la verdad que con ilusión, con ganas de poder disfrutar ese doble, yo creo que la gente también lo va a disfrutar".

Alcaraz tuvo que tomar una decisión difícil el domingo; ir o no a la ceremonia inaugural.

"Son momentos difíciles que tienes que aceptar. Obviamente lo primero es lo primero. En principio me dijeron que iba a durar muchísimo más de lo que duró, que mis compañeros iban a llegar sobre la una de la mañana más o menos, entonces ahí dije que mejor me quedaba".

¿Y Nadal llevando la antorcha? ¿Qué pasó por su cabeza y su corazón?

"Fue un momento súper bonito. La verdad que ese momento con Zidane, yo creo que fue el momento de la ceremonia olímpica. Fue un momento especial, un momento bonito y obviamente yo creo para todos los españoles que ver a Rafa llevando la antorcha fue increíble".