Pau Echaniz y lo que supone que tu padre te dirija: "Muchas veces hemos estado a punto de decirnos: 'Ya no entrenas más conmigo..."
Pau Echaniz, bronce olímpico en París en K1 Slalom en aguas bravas, y su padre y entrenador Xabier Echaniz, comparten en Relevo experiencias de deporte y vida.
La hora de la cita es a las 11.00 horas en un lugar muy especial para Pau Echaniz. Es ahí donde desaparece el piragüista y aparece el diseñador de moda. El medallista en los pasados Juegos Olímpicos de París en la modalidad K1 Slalom en aguas bravas es el primero en llegar. Lo hace esbozando una sonrisa de oreja a oreja. Un cuarto de hora más tarde lo hace su aita, Xabier Echaniz, que recibe una pequeña reprimenda de su hijo por la tardanza. "Están siendo fechas de mucho stress", reconoce el progenitor de un deportista cuya otra pasión al margen del piragüismo es la moda, una cuestión que provocó una curiosa anécdota con la reina Letizia una vez conquistado el bronce olímpico. Después de la conversación con Relevo, Pau tiene que acudir a realizarse una resonancia en su hombro izquierdo, que se lesionó tras una tonta caída en bici en París al día siguiente de la conquista del metal. Las molestias persisten y, dependiendo de los resultados, puede peligrar su vuelta a la competición.
🔥 ¡Qué tiempazo, Pau!
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 1, 2024
🇪🇸 𝐄𝐜𝐡𝐚𝐧𝐢𝐳 hace su bajada en la final de K1 eslalon en 88.87, ahora hay que esperar al resto
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El local que sirve de encuentro apenas tiene 16 m2 y está situado en uno de los barrios históricos de la capital guipuzcoana, pero es el suficiente espacio para que el protagonista de esta historia de rienda suelta a su imaginación artística. "Siempre he sido un artista", reconoce Pau ante la atenta mirada de su progenitor, que no puede dejar escapar una sonrisa. Sentados uno al lado del otro, hijo y padre, palista y entrenador, comparten experiencias de vida y deporte con Relevo en una charla en la que, como no podía ser de otra manera, también tiene un hueco importante Maialen Chourraut.
Cuéntame la anécdota con la reina Letizia...
(Risas) Fue en un encuentro que tuvimos, como los que tuvo con muchos otros deportistas. Por mi gusto a la moda, me preguntó y ahí salió mi padre, intentando explicarlo y le dijo ahí un par de tonterías de Narutos. Me gustan un poco las cosas diferentes. Para él es todo muy parecido. Lo que he dicho antes de no juzgar, él siempre esta juzgando. Fue gracioso. Es alguien muy tranquila. Fue muy agradable, un momento muy personal y muy familiar. Una persona muy tranquila y muy fácil de hablar con ella.
"Por mi gusto a la moda, la reina me preguntó y ahí salió mi padre, intentando explicarlo y le dijo un par de tonterías de Narutos. Me gustan un poco las cosas diferentes. Fue muy agradable, un momento muy personal y muy familiar"
¿Qué significa la moda para Pau Echaniz?
Es como una evasión. Cuando entreno, entreno y cuando vengo aquí a coser, coso. Estoy concentrado en lo que tengo que hacer aquí. Es otra forma de pasar el tiempo, de quitar la competición y los entrenamientos de mi mente. Es algo que me va muy bien para desconectar y para tener otra cosa que no sea el piragüismo en el futuro. Saber que aquí hay un camino diferente al que me puedo dedicar y que puedo tener un futuro, eso te puede dar una tranquilidad de decir: 'Si no me sale en lo profesional el piragüismo, tengo otro camino'.
¿Cómo surgió esta pasión?
Siempre he sido muy artista. He tenido esa curiosidad por cosas diferentes. En Bachillerato me acuerdo que me pintaba los pantalones en el garaje de casa y hacía cosas diferentes. De ahí nació el interés por esto. Es algo mucho más práctico. A mí me costaba mucho estudiar, ponerme delante de un libro y memorizar. Eso se me daba muy mal y lo que más me atraía eran las cosas manuales y era lo que mejor se me daba. Cuando me mudé aquí a Donostia, vimos que había esta escuela AGE, que tenia muy buena pinta. Apuntarme me ha ayudado muchísimo y me ha abierto las puertas a este mundo que es tan guay, a una nueva pasión que me ha ayudado mucho.
¿Puedes explicar en pocas palabras que es la moda?
Yo hago lo que me gusta sin juzgar y sin mirar. Es abrir la mente y hacer cualquier cosa que se te ocurra que le veas un significado y que disfrutes el proceso. Esto lo uso para eso, para expandir mi mente, hacer mis ideas realidad, que es lo que más me gusta. Es una forma de disfrutar y de pasarlo bien. En camino hay un documental, 'Cosiendo vida', que lo estoy haciendo con mi hermano y con otro socio. Está en proceso. La idea es que salga en septiembre. Muestra un poco mi vida, el piragüismo y mis otras aficiones que no se ven, lo que hace un deportista fuera de la competición. Estamos poniendo muchas ganas en ello y creo que va a salir algo muy bonito. Pero la moda no es 'un por si acaso'. Es otra pasión que uno tiene. Lo hago porque me gusta, no por la necesidad de otra cosas. Está bien tener eso por si una cosa no sale... Pero lo hago porque me gusta y me llena mucho.
Tiene incluso hasta una marca personal de ropa, 'Ranger Universal'...
Es algo que nació hace unos años. Hubo una temporada en la que todos nos poníamos nombres. Yo no tenía ninguno. Y a un amigo se le ocurrió la idea de 'Power Ranger'. De ahí nació. Ahora estoy con este proyecto de marca, que nació como una manera de enseñar lo que yo hago, de poner una etiqueta a las cosas que yo hago y quizás en el futuro se convierta en algo más serio. De momento, hago las cosas que me gustan y exploro lo que se pueda hacer y mejoro mis técnicas y quizá en algún otro momento se convierta en algo más serio.
Y el aita, ¿ya veía a su hijo artista de pequeño?
Sí. Tenía un espíritu diferente. Le gustaba pasar las horas con sus coches, con sus cosas, siempre tenía la mente por ahí. Siempre ha tenido una visión diferente, de tranquilo, de ir a lo suyo. Siempre le ha gustado ser bohemio. Pero yo le preguntaba: '¿Qué es ser bohemio?' (Risas) Desde pequeño ha tenido ese espíritu artístico porque, además, dibujaba muy bien. Tenía muchas ideas para hacer. Una vez le dije que pintara algo en la pala, para diferenciarlas del resto y pintó un caballo. '¿A quién se le ocurre pintar un caballo?' Pues él lo hizo, dibujó su caballo con paciencia, con tranquilidad. Eran cosas que hacía diferentes a lo habitual.
"Desde pequeño ha tenido ese espíritu artístico porque, además, dibujaba muy bien. Tenía muchas ideas para hacer. Una vez le dije que pintara algo en la pala, para diferenciarlas del resto y pintó un caballo. '¿A quién se le ocurre pintar un caballo?'"
¿Es difícil separar la faceta de entrenador de la de padre?
Van juntas. Al final, si fuera que yo me he puesto en el cargo de entrenador suyo de repente... pero como ha sido algo progresivo dentro de nuestra vida, tampoco podemos separarlo. Nuestra vida en casa ha girado en torno al piragüismo y Pau ha estado en ese entorno siempre. Otra cosa es que haya estado entrenado por mí directamente siempre. No ha sido así, pero siempre he estado yo al lado de él y de su progresión deportiva, estuviera en un grupo, cuando era más pequeño de entrenamiento en un club, o en un centro de entrenamiento, como en La SEU. Cuando vino a Donostia, sí que ha entrenado más conmigo, pero en realidad hemos estado siempre de tú a tú, como hijo y como deportista. Él llegaba a estos juegos muy bien preparado. Le ha costado mucho buscar su formato de navegación para poder ser rápido en una final de unos Juegos Olímpicos, porque eso no es fácil. Quieres ir lo más más rápido posible, pero eso equivale a pensar en qué es eso. No es solo dar más paladas, no es solo estar más fuerte físicamente, no es solo tener una resistencia. Es buscar su ritmo, su formato de navegación, su forma de utilizar las piernas dentro de la piragua. los brazos... Buscar cada uno lo que es mejor para él para ser más rápido.
En este caso, Pau lo ha trabajado mucho, sobre todo los últimos tres años. El resultado es una consecuencia, primero, de sus capacidades, de su potencial y, luego, que ha dado el mejor rendimiento en competición en su vida, que tampoco es fácil llegar a unos juegos y dar el mejor rendimiento de tu vida. Es la mejor competición absoluta que ha hecho en su vida porque fue el mejor tiempo en la competición, que nunca había ocurrido eso en su caso. Que un chaval joven, que está en progresión, que está madurando, que cada vez va subiendo su potencial, de repente consiga dar lo mejor de sí, que es lo mejor del mundo, pues no es nada fácil, pero es para lo que estaba trabajando. Conseguirlo fue algo muy grande.
¿Le has tenido que bajar muchas veces a la tierra para conseguir algo así?
Pau es comedido y tranquilo, pero es un chaval joven. En casa hay las típicas conversaciones de padre e hijo que puede haber en cualquier casa, intentando el padre llevarlo por un camino e intentando el hijo hacer su vida, que es lo que le toca. Claro que hay discusiones y hay formas de ver la vida y las cosas, cada uno, con su punto de vista y su perspectiva. Eso no quita que como entrenador yo marque unas pautas: 'O haces o...' Muchas veces hemos estado a punto de decirle, ya no entrenas más conmigo. 'O haces esto o...' Y él: 'Estoy harto...' Esto ocurre. Ocurre quizás porque yo soy su padre y hay confianza de decirme cosas. Se lo digo como hijo, porque tengo su confianza, pero también como entrenador. No es fácil ni ser entrenador de una persona que quiere llegar al alto nivel, ni tampoco ser el hijo, pero no sé qué es más fácil. Igual de complicado es llegar a ese nivel que nuestra relación como padre de hijo y deportista no sé si puede ir a mejor o a peor. No lo sabremos.
¿Como entrenador es una de las victorias más especiales?
En deportes no profesionales funcionamos de ciclo olímpico en ciclo olímpico. Esta vez, después de tres juegos, Maialen no ha conseguido medalla, pero a los días, la consigue Pau. Nos ha pasado mucho esta temporada y la anterior que en una competición internacional, Pau lo hacía muy bien y Maialen fallaba, y viceversa. Pocas veces hemos conseguido que los dos tuvieran a la vez un rendimiento en la competición internacional. Esta vez no salió Maialen y pensábamos que igual sí lo podía hacer Pau. Los dos estaban muy bien preparados. La línea es tan fina de poder hacerlo muy bien a hacerlo mal... Maialen se pasó la línea por el otro lado y Pau fue al lado bueno. Sacó lo mejor que tenía él dentro. Lo sacó y es algo muy grande para él, para la familia y para mí.
Hablando de Maialen, para ti Pau, ¿es una motivación tenerla tan al lado?
Es una motivación, pero es un ejemplo, sobre todo. Es la persona que te abre el sueño de que es posible, de que es real. Antes que ella, no había nadie que lo hubiera conseguido. Creérselo cuando nadie lo ha hecho es difícil y es romper una barrera muy grande, pero al romperla Maialen, te das cuenta de que, estando en su casa, es real. Tienes unas pautas. No es que si haces al cien por cien como ella lo vas a conseguir, pero es un ejemplo de trabajo, de saber que tienes que trabajar mucho para hacerlo. Que si trabajas mucho, quizás puede llegar a ser posible. Maialen te ayuda a eso, a que quizá tienes que hacer dos bajadas más, dos series más... Es la que más trabaja de todos.
Por cierto, Xabi, ¿cómo está Maialen?
Está viendo la luz, pero ha estado bastante tocada y chafada. Está recuperándose anímicamente después del golpe duro que fue el estar en la final olímpica y no ser capaz de superar esa puerta dos y por consiguiente, con una penalización de más 50, tener una final por debajo de lo esperado. Estaba dispuesta, capacitada, muy ilusionada y ella se sentía bien en la salida de esa final, pero fue un varapalo importante el no conseguir hacerla y quedarse con esa penalización en la puerta dos, que ya le había traído problemas en la semifinal y en la clasificatoria. No era una maniobra complicada. Estaba al lado de un rulo. Si caías demasiado con la cola de la piragua, te afectaba mucho y entonces la dirección de la piragua se descontrolaba. También la punta se podía levantar mucho, que era lo que le ocurrió a ella en la semifinal y en la final. Para ella es duro de asimilar no controlar una maniobra y errar en la misma dos o tres veces.
Es difícil de asimilar porque te sientes capacitada en ese momento para hacerlo, piensas que lo vas a superar, mentalmente visualizas, trabajas para ello, pero no conseguirlo, quedarte con una mala manga en una final olímpica es lo que duele. No le duele conseguir el resultado de por sí, lo que le duele es no haber conseguido remar a un nivel que podía haber remado, porque tenía un potencial para hacerlo. Lo tenía todo para haber conseguido una muy buena manga. La pena que te queda es muy personal y muy importante. Cada vez está mejor. Ha llegado a casa, está con los suyos, familiares, amigos... Hay mucha gente que le reconoce por la calle, que le dice palabras de admiración y ella se siente cada vez mejor, asimilando lo ocurrido y buscando una salida de ella misma para sentirse otra vez a gusto consigo misma. Cada vez está mejor en todos los sentidos. Seguro que se repondrá y mirará al futuro con optimismo y alegría, pero eso cuesta un poco de tiempo.
"Maialen está viendo la luz, pero ha estado bastante tocada y chafada. Está recuperándose anímicamente después del golpe duro que fue el estar en la final olímpica y no ser capaz de superar esa puerta dos"
Volviendo a Pau, ¿cómo piragüista se le veía que podía llegar?
Como deportista no se le tiene que poner límites a nadie. Puedes pensar que una persona cuando es joven y hace un deporte no le ves las mejores capacidades técnicas, tácticas, de habilidad, destreza... pero, lo que ha dicho antes Pau sobre Maialen, trabajando mucho y teniendo una mente clara hacia el objetivo que quieres lograr, se puede conseguir. Cuando él te ha dicho que no juzga la moda, como entrenador, tampoco hay que juzgar las posibles promesas deportivas. Cuando me preguntan, yo respondo que siempre hay potencial. La cuestión luego es cada uno cómo se va formando, creciendo, madurando, lo que la persona es capaz de dar, de sentir y de hacer. Pau era un posible candidato a ser un buen deportista, pero nunca sabes en realidad qué va a pasar, y sobre todo, cuando pasas la edad crítica de la adolescencia. Eres joven, comienzas a tener amistades, prioridades en la vida, estudios, amigos, novias, parejas... Hay tantas cosas. Si una de esas cosas prioritarias no es el deporte difícilmente va a llegar a sacar una medalla en los Juegos Olímpicos. Pau siempre ha sido piragüista, pero priorizó esto como objetivo claro hace tres años: 'Quiero ir ahí allí, no sé si llegaré...' '¿Vas a darlo todo?', le pregunté, porque eso implicada dejar cosas. Cuesta no salir con amigos, cuesta levantarse, ir a clase, comer en el coche y luego ir a entrenar...
Le ha costado muchísimo los inviernos de frío. No se podía expresar. La ropa pegada, el frío en las manos. Eso le costaba un montón. Eso hay que hacerlo en invierno porque si no, no llegas. Claro que se le veía potencial y capacidades también. Cuando hacia eso, estaba muy concentrado, cosa que en la mayoría de las cosas le costaba. En el deporte o en la pintura se concentraba y podía estar muy concentrado. Me sorprendió la primera competición que hizo con diez años. Con la entrenadora que tenía le dijeron el recorrido de 20 puertas o así. Yo pensaba que igual desde la segunda no iba a ser saber dónde ir. Hizo todas puertas, se aprendió el recorrido. Lo hacía muy bien. A partir de ahí, sí empecé a pensar que en lo que le importaba y se centraba, tenía esa capacidad. Tenía ese don de estar un poco disperso, pero de estar muy concentrado en la actividad que estaba haciendo. Igual que ahora le cuesta centrarse en leer un libro, pero cuando cose, se centra tanto en eso que le hablas y no te escucha. Él está en lo suyo, con sus ideas.
¿Cuál es el mejor mensaje que te ha dado tu aita?
(Le mira) Le cuesta decirme mensajes buenos.
¿Es muy duro?
Ya le conozco mucho. Es duro, pero sé porqué lo hace. Sé su forma de ser. Nos conocemos mucho. A veces es muy pesado. (Risas)
¿Es complicado conseguir que alguien que ha logrado una gesta como la de Pau, resetee y siga teniendo ambición?
Depende del deportista. Nuestro deporte es olímpico. Los cuatro años de preparación también tenemos competiciones, campeonatos del Mundo, de Europa... Con cada deportista es diferente. Habrá que trabajar con Pau lo de siempre como deportista, hacia dónde quiere ir, qué quiere conseguir y, a partir de ahí, trazar una forma de trabajar respecto a los aspectos en los que hay que mejorar. Veremos a ver cómo funciona él y cómo evoluciona. Si él tiene ganas y quiere seguir en eso, que en teoría es que sí... Yo siempre se lo planteo: '¿Pero tú quieres o no?' 'Claro que quiero', me responde. Pues vamos a formular esto desde el principio para que el camino sea acorde a lo que yo quiero y el quiera. Pero si él quiere, pero quiere hacer algo diferente a lo que yo le planteo... Esa lucha entre entrenador-padre-palista siempre está ahí, pero es lo normal y lo natural.
¿Y tú Pau, a partir de ahora, qué?
(Risas) Lo de siempre, seguir haciendo mi vida de la misma manera. Quizá algunas cosas cambien por el hecho de haber conseguido esto y por las cosas que implica, pero con la misma mentalidad, hacer lo mismo de siempre. La misma vida. Soy consciente de que es difícil volver a hacerlo. Por el hecho de tener esa medalla, igual la gente se va a pensar que voy a volver a hacerlo, pero es muy complicado. Voy a intentar estar ahí y hacerlo, pero voy a intentarlo. Decir que lo voy a hacer es tener la boca muy grande. Intentaré hacerlo lo mejor posible, hacer lo mío, ser mejor cada año y puliendo las cosas que tengo que pulir, porque son muchas las cosas que tengo que mejorar y seguir haciendo mangas y que salgan lo mejor posibles y llegar a la siguiente Olimpiada de la mejor manera posible.
Por cierto, ¿ya te crees lo que has conseguido?
Todavía no soy del todo consciente. Como que lo que ha sucedido lo he hecho, pero sigo con mi vida normal. Es raro. Todavía no soy consciente del todo. Tampoco me paro mucho a pensar. Hay momentos y dices: 'Joder'. Antes de hacerlo, soñaba mucho y siempre que lo pensaba se me ponía la piel de gallina y se me venía un sentimiento muy fuerte. Solo pensar en que lo hacía, me emocionaba mucho. Y lo he hecho.
¿Cuántas veces has visto la última bajada?
Sí la he visto. Casi ningún fallo técnico, casi ningún error. Cuando la veo siento que puedo hacer algo así, que es algo real y que sí lo he hecho esta vez, lo puedo hacer más veces y que estoy en el buen camino. Ojalá salga más veces como ésta.
¿Era la medalla el objetivo?
Iba con la mentalidad de hacerlo lo mejor posible y sabía que si lo hacía lo mejor posible, podía estar en las medallas, incluso soñar con lo más alto. Una cosa es pensarlo y otra, hacerlo. Sabía que tenía que salir como lo hice, ser yo, ser auténtico, remar en mi mejor versión.
"Yo elegí esto hace un par de años y es lo que tiene. Cuando vas a tope a por una cosa, te da igual saltarte el plan de irte con los amigos. Estás en tu proyecto, en algo que crees e intentarlo es algo ya muy valioso para mí como deportista y como persona"
¿Has tenido que decir 'no' a muchas cosas para llegar a este momento?
Puede ser difícil. Tienes que sacrificar muchas cosas. No tienes las misma vida que tienen tus amigos. No he ido a una universidad en una ciudad grande. No me he ido de viaje con ellos, no he hecho fiestas que mucha gente de mi edad, pero es el camino que uno toma, que piensas que puede valer la pena. Simplemente, intentarlo, ya vale la pena. No cambiaría nada. Yo elegí esto hace un par de años y es lo que tiene. Cuando vas a tope a por una cosa, te da igual saltarte el plan de irte a un camping con los amigos o hacer cualquier otra cosa. Estás en tu proyecto, en algo que crees e intentarlo es algo ya muy valioso para mí como deportista y como persona
¿Sientes que la gente te conoce más que antes?
Sí, un poco sí. Vas por la calle y la gente te saluda, te mira y piensas: 'Igual me conocen'. Pero tampoco le doy mucha importancia. Lo llevo sin más, ni bien ni mal. No me descoloca mucho. Lo tomo con normalidad y no me agobio.