La reunión entre Marchand y el clan Mbappé para aprender a sobrevivir como una estrella
El nadador francés consigue su cuarto oro en los Juegos de París, colofón a un trabajo medido también fuera de la piscina.
Vibra Francia. Vibra París. Vibra La Défense. Gana Marchand. Apabulla. De récord en récord, de oro en oro. Hacía la eternidad. El último, los 200 estilos, su cuarto título que le acredita cómo el mejor nadador galo de la historia y como uno de los iconos de la natación para la posterioridad. Se quedó a seis centésimas del récord de Ryan Lochet y superó el olímpico de Michael Phelps (1:54.06). Spitz arrasó en Munich, Phelps en Pekín, Dressel coleccionó cinco oros en Tokio y ahora Marchand acumula cuatro en pruebas individuales y le espera el 4x100 estilos mixto. Desatado, aspira a todo con esos 17.000 fanáticos que actúan en la piscina como en un concierto de rock. Marchand es su estrella y ya hace años inició un proceso para sobrevivir como tal.
A sus 22 años, el nadador francés ha construido un círculo íntimo en Toulouse, donde nació y empezó a practicar la natación, a imagen y semejanza que el de Kylian Mbappé. Ambos son ahora mismo las caras de una Francia que está demostrando en estos Juegos su cultura polideportiva (estadios llenos y sensibilidad para entender los deportes y a las grandes estrellas) y su crecimiento: ya acumulan casi las mismas medallas que en Tokio. Mbappé es uno de los mejores jugadores del mundo, sino el mejor por su juventud e impacto, mientras que ahora mismo Marchand se ha convertido en el Phelps de París. Y, claro, ambos están conectados como vasos comunicantes.
De hecho, ante todo lo que se le venía encima, Marchand y su familia se reunieron con la de Mbappé para intercambiar opiniones y conocer cómo se protege a las estrellas. El fenómeno Marchand trasciende la invisibilidad habitual de la natación. "Conocimos a su familia y hablamos con su madre. Fue antes del Campeonato de Francia de Francia -en mayo de 2023-. Teníamos muchas preguntas que hacerles", comentó el nadador en una entrevista concedida a L'Équipe. La charla fue muy interesante, ya que Mbappé "experimentó todo lo que estoy viviendo, aunque en una escala desproporcionada".
Una cumbre que le ayudó a reafirmar una burbuja creada en 2022
A Marchand la madre de Mbappé, Fayza Lamari, le explicó entre otras muchas cosas que cuando quiere ir al cine necesita tener una sala privada y que no puede estar en una terraza. Le reconfortó a Marchand que Mbappé siguiera manteniendo a sus amigos. "Ha creado un sistema que se parece al nuestro, en el que su madre gestiona muchas cosas", finaliza. "Se quedan en su pequeño capullo, no han contratado a mucha gente, ni han recurrido a una agencia para venderles patrocinadores", destacó. "No hay caído en la trampa de depender de gente externa. Me inspira", zanjó.
El clan Marchand es reducido y la familia tiene un peso determinante. Su madre Celine se encarga de la empresa y su padre Xavier de los medios de comunicación. Ambos fueron nadadores de éxito en los años 90. Su padre, que nadaba como su hijo los 200 estilos y le enseñó algunos trucos para aprender como los subacuáticos, fue medallista de plata en los Mundiales de Perth de 1998. Su madre, en cambio, no logró alcanzar tantas medallas pero en los Juegos Mediterráneos de 1991 se marchó con tres podios.
Al margen de ambos, en su clan juega un papel clave Carole, que es abogada y gestiona su imagen, especialmente todos los temas legales que tienen que ver con los contratos con los patrocinadores. Y, por supuesto, está Bob Bowman, su entrenador. Con ellos cuatro le basta a Marchand para dedicarse solamente a nadar, a los entrenamientos y no tener que preocuparse de nada del entorno y lo que genera su éxito. Y eso se ha traducido en un plan perfecto en París que le ha hecho ganar ya cuatro medallas de oro. Desde los Mundiales de 2022 empezaron a trabajar de esta manera.
El grueso duro del clan Mbappé está formado por tres personas
Si echamos la vista al jugador del Real Madrid, su entorno es parecido. Kylian Mbappé se rodea de una decena de personas de su máxima confianza, con las que convive en el día a día y trata la mayor parte de sus asuntos. El astro francés ha generado una marca con su imagen y su manera de mostrarse en público, y en su plan hay tres personas clave que le acompañan: Fayza Lamari, Delphine Verheyden y Ziad Hammoud.
Fayza Lamari es la madre de Kylian Mbappé y también su representante. La que más y mejor defiende los intereses de su hijo, especialmente los económicos. Florentino Pérez y José Ángel Sánchez han tenido que lidiar con ella y saben que suele conseguir lo que se propone. "Es una negociadora implacable. Siempre quiere más y sabe cómo hacerlo. Escucha y escucha; es muy lista", cuentan a Relevo figuras que conocen de cerca la relación de Fayza con el Real Madrid.
Fundadora y directora del bufete Verheyden Avocats, Delphine es una de las personas de mayor confianza de Mbappé y su entorno. Conoce a Kylian desde que tenía 16 años y desde sus primeros pasos en el Mónaco le ha ayudado en su carrera al trazar un plan para sacar el máximo rendimiento económico de su nivel deportivo. Por ello, les recomendó no ligarse a cualquier marca y dibujar una estrategia para convertirlo en una de las figuras de marketing más potentes del deporte mundial. Sólo unas pocas empresas se han asociado a su cliente y pagando contratos millonarios.
Ziad Hammoud es otro de los hombres fuertes del clan Mbappé. Exdirigente de BeIN Media y uno de los impulsores de Premier Pádel, trabajó de manera muy estrecha con Nasser Al-Khelaifi y ahora lo hace con el crack francés. "Es el que lo firma todo", cuentan desde el Real Madrid, y comentan su manejo a la perfección de hasta cinco idiomas.
Los goles de Mbappé son como los oros de Marchand, bautizado ya como el rey de los Juegos, un privilegio que ya se intuía antes de la inauguración. Estaba predestinado. Ha brillando en La Défense. Con ese gesto de cuatro en la mano.