JJOO | NATACIÓN

La intrahistoria de la narración del oro de Mireia Belmonte en los Juegos: "Se nos olvidó dónde estábamos y qué hacíamos"

Julia Luna rememora aquella inolvidable noche de Río en la que fue el cumpleaños de su compañero Soriano y se enteró de que sería padre.

Mireia Belmonte, justo después de ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Río en los 200 mariposa. /GETTY
Mireia Belmonte, justo después de ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Río en los 200 mariposa. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Si hay que ponerle un sonido a la natación española, que se irá de vacío de París como también se fue de Tokio, habría que transportarnos en el tiempo hasta los Juegos Olímpicos de Río de 2016. Allí Mireia Belmonte cumplió el sueño de su vida, ganar los 200 mariposa con un oro olímpico emocionante por el acoso final de la australiana Madeline Groves. Fue por solo tres centésimas. El puño al aire de Mireia Belmonte, su sonrisa, sus lágrimas... Un premio merecido a una rutina estajanovista en busca de ser campeona olímpica. Y lo consiguió. Y ese momento tiene banda sonora.

Inolvidable, con miles de reproducciones y con mensajes que se van repitiendo en cada Juegos Olímpicos, Julia Luna y Javier Soriano son la voz de la natación en París como ya lo fueron en Tokio y Río. Y aquella noche protagonizaron una narración desde el corazón, sentida y emocionante, que acompañó al éxito de Mireia. "Lo teníamos cero preparado", explica Julia Luna desde París.

"Sabíamos que era el gran día. Veíamos a Mireia con muchas opciones. Podía lucharlo, y empezamos relativamente bien. España no había logrado medallas. Había mucha emoción contenida. Veíamos que lo tenía todo controlado, que nadaba bien, y Soriano y yo nos levantamos para poder ver más de cerca la piscina". El Centro Acuático de Río era desmontable; de hecho, ya no sigue en pie. Y la tribuna de prensa estaba en el costado derecho de los últimos 50 metros de Mireia, en la parte elevada.

"Veíamos que podía ganar. Nos fuimos emocionando. Se te olvida dónde estás y lo que estás haciendo. Sale el aficionado que llevas dentro. Sufrí mucho porque al final se le podía escapar". Y todo fluyo. "Mireia campeona olímpica". Eran las tres de la mañana en España y los espectadores de La1 saltaban de sus sofás.

Luna reconoce que "no teníamos nada preparado", porque "en la natación es difícil" y que "te sale solo, se narra desde el corazón, ya que si no disfrutas tú no lo hará el espectador". Pero es que, además, el día había sido apasionante en Río. A Javier Soriano le había comunicado que iba a ser padre y además era su aniversario. Todo eso unido a que "creíamos que Mireia iba a hacer medalla".

Y lo hizo. Día redondo. Ya han pasado ocho años de aquello. Desde entonces la natación española ha tenido finales como las de Hugo González y Nico García en Tokio y las dos del propio Hugo en París, pero no ha conseguido subir al podio. Las narraciones de Marchand, especialmente la victioria en los 200 mariposa ante el húngaro Kristof Milak, son las más apasionantes de unos Juegos que han coronado al nadador francés.