JUEGOS OLÍMPICOS

La otra contrarreloj de París por "limpiar" de okupas y sintechos la ciudad antes de los Juegos: "El legado puede ser la exclusión"

En los cuatro primeros meses de 2024 la Policía ha efectuado los mismos desalojos que en 2022 y las ONG alertan del riesgo.

Uno de los desalojos de la Policia francesa con los sin techo que viven en campeonatos en París. /GETTY
Uno de los desalojos de la Policia francesa con los sin techo que viven en campeonatos en París. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Los Juegos Olímpicos de París, que se inaugurarán el 26 de julio, están llamados a ser los más innovadores y participativos de la historia. Una coletilla que acompaña a cada cita olímpica, pero que en esta ocasión no genera dudas, después del inexistente legado de los de Río 2016 y de la cita fantasma de Tokio 2020, con el COVID alterando su organización: los Juegos de la tecnología fueron los de las gradas vacías. En París se podrá aplicar todo lo pactado y por primera vez en la historia, si no hay cambio de planes, la puesta de largo se desarrollará en las calles de la ciudad en un espectacular desfile por el Sena. Pero hay un problema, la seguridad. Una obsesión que desde mayo de 2023 se nota con más fuerza entre la ciudadanía.

Los movimientos olímpicos también generan un contrapeso, y en Francia es el llamado Le revers de la médaille (el reverso de la medalla), una organización formada por distintas asociaciones que alerta de otros peligros con las medidas del ayuntamiento de la ciudad y con las políticas del presidente, Emmanuel Macron, para lavarle la cara a París. "Publicamos una carta abierta llamando al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, a los cargos electos y a las autoridades públicas, a los patrocinadores y a los socios de los Juegos sobre los riesgos que pesan sobre las poblaciones en situación de exclusión y precariedad debido a las revueltas previstas en París y en Ile-de-France y evitar dejar la exclusión como legado", cuentan en su página web. Desde entonces, se han sucedido las intervenciones policiales y las manifestaciones de este colectivo.

Bajo el paraguas de la recolocación de los 'okupas' y las personas sin techo, principalmente migrantes, los cuerpos del orden acumulan en este 2024 veinte acciones de desalojo, las mismas que en todo 2022. Una contrarreloj que para Le Revers de la Médaille responde a una "limpieza social". Las actuaciones policiales se centran en desalojar los campamentos de sin techo que se ubican en distintas zonas de la ciudad, como por ejemplo en las orillas del Sena, donde precisamente tendrá lugar la inauguración, y otros deportes como las aguas abiertas o el triatlón.

Ha habido otras intervenciones, como la que ocurrió el 17 de abril en un edificio de oficinas en el que vivían 450 okupas. Buena parte de estas personas eran inmigrantes regulares con contrato de trabajo que no tienen la posibilidad de acceder a una vivienda propia debido a los elevados precios de los alquileres. "Las fronteras se abrirán para los turistas pero permanecerán cerradas para los que huyen de las guerras y las situaciones miserables", denunció Antoine De Clerck, portavoz de Le Revers de la Medaille.

Autocares que recolocan a los sin techo en Estrasburgo u Orleans

El Whasington Post elaboró esta semana un reportaje sobre las vidas de algunos de los migrantes que vivían en campeonatos cerca del Sena y han sido desalojados recientemente. "Dak se reunió con amigos en las afueras del campamento. Todos menores de 21 años, habían viajado miles de kilómetros antes de encontrar refugio aquí, mientras los conflictos globales continúan obligando a millones a huir de sus países de origen en busca de trabajo y estabilidad en otros lugares", cuenta el periodista.

Estas actuaciones cuentan con un modus operandi concreto. Los cuerpos de seguridad desalojan los campamentos y le dan dos opciones a los sintecho: o quedarse en París, pero reubicarse en otro lugar, o coger un autocar que los lleva a Estrasburgo u Orleans, dos de las ciudades escogidas. "Los llevan al sur", denuncian otras ONG. Los espacios donde antes de ubicaban los campeonatos son vallados y cubiertos con unas piedras gigantes para impedir que se vuelvan a convertir en improvisados casas en la calle.

El problema del alojamiento y el crecimiento de la inmigración

París cuenta con un problema de alojamiento para los sin techo. Hay un déficit de hasta 20.000 plazas por lo que la ciudad no puede absorber más situaciones en estas condiciones de vida, un problema que azuza las relaciones entre el ayuntamiento y el gobierno porque si la seguridad corre a cargo del consistorio la creación de más centros de acogida depende del ministerio.

En los últimos diez años el número de personas sin hogar se ha duplicado en Francia. En 2022, el país galo tenía 330.000, de los cuales 200.000 vivían en albergues, 110.000 en centros de acogida y 27.000 en la calle, coches y en tiendas de campaña, según explicó Manuel Domergue, de la Fundación Abbe Pierre. El número ha aumentado un 130% desde 2012, según el último estudio realizado por el Instituto Nacional Francés de Estadística y Estudios Económicos (Insee).

En todos los Juegos, o grandes eventos, la ciudad organizadora quiere dar la mejor imagen al mundo y procede a realizar "distribución de alojamientos de emergencia", como lo califica de París, uno de los mayores problemas porque las ONG advierten de que la exclusión no es temporal sino "el legado olímpico".