Las fuertes críticas en Italia ponen a una finalista olímpica en pie de guerra por su físico: "Podría abrir la caja de Pandora"
Elisa Molinarolo fue sexta en la final de salto con pértiga, en la que logró mejor marca personal. No obstante, ha sido objeto de comentarios ofensivos.
Imagina representar a tu país en unos Juegos Olímpicos, lograr tu mejor resultado de siempre en una cita de esta magnitud y firmar, incluso, mejor marca personal. Y que en tu país, lejos de valorar lo conseguido, se ceben contigo por tu condición física. Es lo que le ha pasado a la italiana Elisa Molinarolo, sexta en la final de salto con pértiga en París 2024.
"Si tuvieras un físico de atleta podrías haberlo hecho mucho mejor... Con ese trasero eres impresentable", decía uno de los posts en redes sociales que ha tenido que soportar la transalpina. Por todo ello, se ha rebelado en una entrevista en Corriere della Sera, en la que anuncia, además, que se plantea tomar acciones legales contra todos ellos los que le han criticado ferozmente.
"Si existe la posibilidad de denunciar, lo haré y explicaré a todos cómo hacerlo, para que a los leones del teclado se les pase el impulso de agredir verbalmente. He visto a muchas compañeras con trastornos alimentarios desencadenados o agravados por las críticas de los demás. Empecé mi carrera deportiva en la gimnasia y podría abrir la caja de Pandora", reflexionaba.
"He visto a muchas compañeras con trastornos alimentarios desencadenados o agravados por las críticas"
Salto con pértigaLos comentarios recibidos tras su participación en París 2024 han hecho decir 'basta' a Molinarolo, objeto de este tipo de críticas de manera recurrente en los últimos tiempos. "En 2021, fui a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero no llegué a la final. Había llovido mucho y un periodista escribió que mi físico imponente no era adecuado para saltar en una pista mojada, por eso no me había clasificado, a diferencia de mis rivales más delgadas".
Ahora, sin embargo, ni siquiera la clasificación para la final, y lograr, posteriormente, un sexto puesto (diploma olímpico), ha servido a Molinarolo para frenar la crítica. "No quiero dejarlo pasar", asegura mientras recuerda que en el pasado no quiso entrar al trapo de los comentarios.