GOLF

Qué es el slice en golf

Enemigo de los jugadores principiantes, se puede corregir trabajando a conciencia en la postura del cuerpo y la forma de sujetar el palo.

En el golf, una buena postura para golpear ayuda a evitar efectos indeseados como el slice. /REUTERS
En el golf, una buena postura para golpear ayuda a evitar efectos indeseados como el slice. REUTERS
Alejandro Lingenti

Alejandro Lingenti

La precisión en el golpe lo es todo en el golf. Lo nota cualquiera que empiece a practicar el deporte, igual que notará muy pronto que optimizarla lleva trabajo, paciencia y mucha dedicación. Un problema muy frecuente para los novatos es el slice, un enemigo que no es tan fácil de doblegar.

Cuando hablamos de slice en golf nos referimos a un efecto (o defecto) en particular: para un jugador diestro implica que la bola se desvíe de su objetivo primero hacia la izquierda y luego vaya cogiendo una curva pronunciada hacia la derecha. Para un zurdo, a la inversa. Es un problema que también provoca que la bola salga blanda y haga menos distancia.

Corregir un slice puede requerir trabajar en la técnica del swing (el movimiento que se realiza para golpear la bola) que empieza por ajustar la posición de las manos, la postura corporal y el movimiento del cuerpo: todo ello con el objetivo de lograr un impacto más sólido y con una dirección más precisa.

Para mejorar este efecto, los jugadores también pueden optar por utilizar palos con ajustes específicos o buscar la ayuda de un instructor de golf para mejorar su técnica y reducir la tendencia al slice.

¿Qué causa el slice en golf?

El slice suele ocurrir cuando en el momento del impacto la cara del palo está demasiado abierta en relación con la dirección del swing, lo que provoca que la bola gire en exceso y se desvíe hacia un lado. Es muy frustrante para los golfistas porque produce una importante pérdida de distancia y de precisión en el golpe.

Uno de los primeros pasos es prestar atención a la relación entre la cara del palo y la línea de swing. ¿Por qué se puede fallar en ese movimiento? Según opinan muchos instructores de golf, una de las causas principales es la manera incorrecta de sujetar el palo de golf. Con lo que se define usualmente como "un grip débil" (para un jugador diestro, la mano izquierda demasiado abierta) o sujetando el palo con la palma en el momento del impacto (otro error bastante común), la cara llegará al golpe indefectiblemente abierta y eso provocará que la bola se abra hacia la derecha.

También puede ocurrir que el jugador tenga un buen grip, pero excesiva rigidez en el cuerpo, lo que perjudica la fluidez de sus movimientos. Ben Hogan, golfista que brilló en las décadas del 40 y el 50 del siglo pasado, señaló que "la bajada del palo debe ser iniciada con un giro de caderas hacia la izquierda: los hombros, los brazos y las manos, en ese orden, para generar más potencia".

Es muy útil comprobar que a la hora de golpear los hombros estén alineados correctamente y apunten a la izquierda (en el caso de los diestros, claro). También tener un grip apropiado, con las dos líneas que forman los pulgares y los índices apuntando al hombro derecho, mantener los pies juntos y ser consciente de que el giro de los hombros debe completarse al subir. Si el jugador está corto de giro, es difícil evitar el slice.

Si un jugador está realizando slices muy amplios, es probable que esté iniciando la bajada con los hombros, los brazos o las manos y no con las caderas (tronco inferior), como corresponde. Tampoco conviene apuntar demasiado hacia la izquierda (siempre estamos hablando de golfistas diestros), un recurso al que se suele acudir erróneamente. Lejos de ser una solución, agrava el problema.

Después de mejorar la línea de swing y de lograr que la cara del palo llegue bien cuadrada al impacto, y no abierta, los golpes serán más largos y rectos. Lo ideal en las prácticas es intercalar las bolas en hierba y en el tee.