Rose Zhang, el nuevo fenómeno del golf que ya ha superado incluso a su ídolo Tiger Woods

Rose Zhang se ha convertido de la noche a la mañana en la nueva sensación del mundo del golf. Al menos en el ámbito profesional en el que acaba de irrumpir de forma súbita con un triunfo que ya es historia de este deporte. La jugadora californiana se ha impuesto en el Mizuho Americas Open y se ha convertido en la primera mujer en ganar en su primer torneo como profesional en los últimos… ¡72 años!

Zhang, ha sucedido en ese dato histórico a Beverly Hanson, que logró ese debut histórico en 1951, ya amenazaba con sacudir los cimientos del golf desde hace dos años. Justo cuando decidió aparcar su salto al profesionalismo y se matriculó en la Universidad de Stanford, siguiendo los pasos de su ídolo Tiger Woods. Muchas voces criticaron esa decisión. A ella le dio igual. "Sólo quería llevarme a mí misma al límite", aseguró.

La jugadora estadounidense demostró que no se equivocó con su apuesta y rompió todas las estadísticas de la NCAA. Incluso las de su admirado Tiger. Zhang ha llegado al golf profesional tras ser la primera mujer que lo hace con dos títulos universitarios bajo el brazo, ha conseguido 12 victorias (una más que Tiger) en 20 torneos disputados y ha liderado el ranking mundial amateur durante 141 semanas. Números que la habían convertido en el nuevo icono del golf antes incluso de jugar un torneo con los 'mayores'.

Su camino hasta llegar a esta victoria no ha sido el más ortodoxo, pero el tiempo ha terminado por darle la razón. Cogió su primer palo a los 9 años, cuando un conocido le regaló un juego a su padre, y al tercer intento ya conectó un golpe. Había madera y sólo había que tallarla. Algo que poco a poco fue haciendo su padre hasta que con 18 años empezó a llamar la atención del circuito femenino. Ella no se dejó embelesar por esos cánticos y prefirió apostar por ir a la universidad. Una elección habitual entre los hombres, pero extraña entre las mujeres, que preferían entrar cuanto antes en el mundo profesional.

"Quería descubrir quién soy realmente y quería vivir mi independencia", confesaba Zhang tras una de sus últimas victorias en el circuito universitario. "Esta experiencia me ha permitido tener mi propio espacio y entender lo que soy. Eso me ha llevado a mejorar mi juego. Esto es una profesión y trabajar en uno mismo también es un aspecto que debes desarrollar".

Hoy todo ese trabajo ha dado su fruto. O al menos uno más. Porque Zhang lleva dos años conviviendo con el éxito y eso le ha permitido firmar lucrativos contratos de patrocinio como el que rubricó con Adidas, siendo la primera deportista en firmar un acuerdo NIL (Name, Image and Likeness, que es lo que cobran los estudiantes universitarios) con la firma alemana. 

"Creo que ya no tengo más retos en el campo amateur gracias a mis compañeras, entrenadores y técnicos además de mi familia y amigos", anunciaba la pasada semana, antes de dar un salto que hasta Tiger Woods ha celebrado. "Unas semanas increíbles para Rose Zhang. Defiende su título NCAA y luego gana en su debut como profesional". Y sólo es el principio.