Jon Rahm no se baja de la nube y sueña con la chaqueta verde en el Masters de Augusta

A primera hora del sábado en Georgia y con ropa de abrigo, Jon Rahm volvió a saltar a Augusta National para finalizar su segunda vuelta, a la que le restaban nueve hoyos tras la suspensión del viernes. No parecía una mañana idónea para seguir recortándole golpes a un Koepka que pudo jugar con los cielos despejados 24 horas antes, pero el español es un jugador especial.

El de Barrika salió del famoso Amen Corner con un valioso -1 logrado en el complicadísimo par 3 del 12. Luego, un auténtico carrusel de emociones con un birdie en uno de los dos hoyos marcados a cinco golpes, un bogey en el 16, un prodigioso birdie en el 17 y otro bogey en el último que le pusieron con el -10 final, a tan solo dos golpes del estadounidense y ganador de cuatro Majors, aunque hace ya años de aquello.

Si el tiempo lo permite, la tercera jornada arrancará a mitad de la tarde del sábado en España, aunque a organización prevé alguna que otra tormenta. Los dos mejores hasta la fecha saldrán a jugar juntos, en el partido estelar y con la opción de marcarse mutuamente.

El viernes no era un día sencillo en Augusta National. Las previsiones ya avanzaban que esa jornada y la del sábado iban a estar acompañadas de frío y precipitaciones. Y así está siendo, lo que provocó la suspensión definitiva de la segunda jornada hacia las 22.30 de ayer, un hecho que permitió que solo la mitad de los jugadores pudiesen completar su vuelta. Entre ellos no estuvo Rahm, que hoy tendrá que darse una paliza si el tiempo lo permite.

Hay una curiosidad sobre la posibilidad de que el torneo finalice el lunes. La última vez que sucedió fue hace exactamente cuarenta años, en 1983, y en aquella ocasión el vencedor fue Seve Ballesteros. De todos modos, los organizadores tratarán de apurar todas sus opciones y terminar el domingo, como ya es tradición.

Lo cierto es que en el tiempo que pudo estar este viernes sobre la hierba de Augusta National, Rahm mostró pinceladas de su gran juego. Salvó los pares en los hoyos que se le habían complicado y firmó dos birdies consecutivos en el 8 y el 9 para instalarse en la segunda posición en solitario a tres golpes del líder. Fue ahí cuando sonaron las bocinas y todos los presentes en el campo se pusieron a cubierto. No había tiempo para más y la jornada se retomó este sábado a primera hora. 

El que certificó este sábado su eliminación fue Sergio García. El ganador de 2017 firmó una tarjeta de +7, muy lejos del corte. Su compatriota José María Olazábal, con +10 en sus dos días en Augusta National, y Rory McIlroy, la gran decepción del torneo, ya estaban eliminados.

La presente edición está mostrando un nivel muy alto de buena parte de los favoritos. A mayores de los citados Koepka y Rahm, un buen puñado de los candidatos todavía mantiene opciones al triunfo final. Young marcha con -7, Hovland y Morikawa van con -6, Burns y Spieth con -5... Al que no le salieron las cosas este viernes fue a Scottie Scheffler, que se quedó con un discreto -1 en su marcador global.

Justo antes de la suspensión definitiva del día de ayer se vivió uno de los momentos más tensos de los últimos años. El fuerte viento provocó la caída de varios árboles en una parte del recorrido que se precipitaron sobre una zona en la que había aficionados. Por fortuna no hubo que lamentar herido entre los asistentes.