RYDER CUP

Franco Chimenti, icono del golf en Italia: "Seve tenía un carisma único y una clase infinita"

El presidente de la Federación Italiana recuerda anécdotas de sus diez participaciones en el torneo.

Franco Chimenti, presidente de la Federación Italiana de Golf. /RELEVO
Franco Chimenti, presidente de la Federación Italiana de Golf. RELEVO
Julio Ocampo

Julio Ocampo

Nacido en Nápoles en 1939, Franco Chimenti es probablemente quien más sabe de golf en Italia. Además de ser miembro del CONI (Comité Olímpico Italiano), es el presidente de la Federación italiana de un deporte que admira desde pequeño. Ha asistido a más de diez Ryder y ahora por fin se la trae a su casa de Roma. Es la primera vez, pero hay un pero: "Me habría gustado que estuviera Tiger Woods", reconoce.

El dirigente transalpino se siente especialmente orgulloso de que el torneo más prestigioso del planeta desembarque en Italia esta semana. Una cita, por cierto, que le trae muchos recuerdos, sobre todo por lo vivido en 1997 en Valderrama, la primera vez que la Ryder dejó las Islas Británicas para llegar a suelo continental. Aquel año pudo profundizar todavía más en la verdadera leyenda de Seve Ballesteros.

Usted estuvo en Sotogrande, presidente. Vio de cerca cómo Seve capitaneó magníficamente la escuadra europea. ¿Qué recuerda de esa Ryder que por vez primera salió de los campos británicos?

Además del exquisito juego, el huracán que sufrimos en esa Ryder Cup. No creo que aquella zona haya vivido momentos tan dramáticos como ese. Había agua por todas partes, nos invadía. De hecho, se hablaba de una hipotética suspensión del evento si no se hubiera placado. A pesar de estas inclemencias, no olvido el tremendo éxito culminado por Costantino Rocca contra Tiger Woods (4-2). Fue un partido dentro del partido. Estaban en el hoyo 16 (par 4), faltaban dos aún… Era determinante, porque Rocca llevaba tres puntos de diferencia. Era y es un hoyo muy singular, lo sé de memoria: tiene este marco de árboles donde a menudo suele acabar la bola cuando se lanza con el drive desde el tee de salida. Piensa que era la última oportunidad para Tiger, al menos de empatar este duelo. De hecho, tiró y la colocó muy cerca del green, y Rocca terminó en el rough.

¿Qué dijo Ballesteros en ese momento?

Yo estaba muy cerca de Rocca, que fue a ver dónde estaba la bola, y en ese instante llegó Seve. Le dijo a Rocca que centrara el fairway lo antes posible y esperara un error del americano, algo que se antojaba improbable. El hoyo estaba difícil, pero es que el italiano jugó tan bien ese torneo que se atrevió a dictar la estrategia para salir de ese entuerto: estaba a pocos metros del green, pero cogió con determinación un hierro 1 para que la bola rebotara en la parte superior del búnker y, alterando su trayectoria, comenzara a girar y girar hacia el green. Vio el movimiento en su mente y fue profético.

Seve no daba crédito, aunque le dejó hacer. Al final, medio emocionado, le abrazó reconociéndole todo el mérito. "La Roca italiana se impuso al Tigre americano". Así titularon en Italia. Los europeos se impusieron 14,5-13,5.

Sí, aunque Ballesteros inicialmente me hacía un gesto como queriendo decir que Rocca estaba loco. Pero es que era tan inteligente y buen gestor que le dejó intentarlo. Rocca lanzó un golpe muy bajo, golpeó la testa del búnker y… el resto es historia del golf. Los dos últimos hoyos fueron una pasarela triunfal. Una explosión de júbilo. Estuve con Rocca en todo momento.

Por cierto, Rocca (otrora tuvo una experiencia como caddie) comenzó tarde a jugar al golf, mientras que para Tiger esa fue su primera Ryder Cup. Hasta el momento, es el único italiano en haber logrado semejante gesta. ¿Qué dijo después el capitán?

Le abrazó. Ese golpe inusual representaba la victoria en todas sus esferas. Fue determinante. El público enloqueció. Tengo que decir que Ballesteros fue clave en la victoria, porque hablamos de un hombre con un carisma único. Imposible imitarlo. Clase infinita. Solo quien lo ha visto puede presumir de haberlo hecho. Yo le he admirado siempre, porque hablamos de un fenómeno.

En esa Ryder, con Europa estaban Nick Faldo, Colin Montgomerie, Johansson y Olazábal, entre otros. ¿Cómo era Chema? Porque sé que son buenos amigos. 29 torneos en su haber (doble campeón en Augusta); cuatro Ryder Cup, liderando como capitán la edición victoriosa de 2012.

He vivido sus vicisitudes con ese pie, que tanto le han lastrado. Fue un golfista extraordinario, gran amigo de Italia y de Costantino Rocca. De hecho, jugaron en parejas en esa mítica Ryder de Valderrama.

¿Saludó allí a Michael Jordan o Bush? El torneo de golf más importante del mundo nadie se lo quiere perder. Nunca.

Allí hubo muchos vips. Es un fenómeno único en el mundo. Mira, nosotros en esta edición de Roma no aportamos italianos al bloque europeo, pero no es importante. El éxito es clamoroso independientemente de los protagonistas. Este duelo Europa contra América… Muchos intentan imitarnos, pero es equiparar la bisutería al oro.

Usted, que lleva de sesenta a setenta años viendo golf… Cuando hablamos de Tiger Woods o Ballesteros, ¿lo hacemos como dignos herederos de Arnold Palmer, Gary Player, Sam Snead o Jack Nicklaus? ¿Exageramos?

No te olvides de Tom Watson. Para mí Tiger Woods ha superado a la mayoría. Entonces recuerdo que se pronosticaba que el americano podría convertirse en el ser humano más rico del mundo. ¿Eres consciente de la magnitud del golf? Tiger era el alumno predilecto de Mark O'Meara (40 años en el Ryder del 97), quien nos invitó una vez a ver cómo este talento emergente entrenaba sacando las bolas del búnker y metiéndolas en el hoyo. Era alucinante.

¿Le habría gustado tenerle en Roma? La fascitis plantar le ha privado de los últimos Majors.

Sí, sin duda. Ha sido una gran desilusión no haberle tenido para esta Ryder Cup.

Y pensar que él y Rocca se vieron las caras en Augusta 97, donde Woods batió todos los récords: el más joven de siempre en ganar (21 años) y con el score más bajo: 270 golpes; 18 bajo el par, dejando a Tom Kite -a base de birdies e eagles en hoyos par 5- a doce golpes. Fue su primera chaqueta verde. Fue el inicio de la bestia.

Habría dado cualquier cosa por tenerle aquí ahora junto a nosotros.

No quiero terminar esta entrevista sin saber cómo está el golf italiano. En este caso el femenino, su cantera amateur, donde emerge Francesca Fiorellini (18 años).

Puro talento. Es un fenómeno. Respecto a ella, tengo esperanzas, pero al mismo tiempo algo de perplejidad. Muchas chicas que juegan al golf quedan ensimismadas con estas universidades americanas que no sé lo que les prometen… El caso es que muchas se perdieron allí. Recuerdo un Open de Italia en Monza, donde nuestra golfista (Alessia Nobilio) jugaba con Sergio Garcia. Él dijo que era muy buena. ¿Sabes qué sucedió? Desapareció. Estas universidades americanas les alegran los oídos, pero luego nada. Nosotros, en Italia, no podemos hacer nada para frenar eso. Falta tradición e infraestructuras en este sentido para poder competir. Eso sí, nos sobra pasión.

En Challenge, Matteo Manassero siempre coleccionó importantes éxitos: es el más joven en ganar en el European Tour. ¿Cómo está?

En 2009, como amateur, ganó el British. Tenía 16 años, y eso le supuso la invitación para jugar otros dos Majors: Open Championship y The Master. Jugó contra García y Watson, quien dijo: "Nunca he visto un chico que encuadre mejor el hoyo que Matteo". Era ya increíble. Siguió ganando, pero después se perdió. En su caso tuvo algunos problemas psicológicos, impidiéndole estar lejos del campo durante años. Ahora ha vuelto. Tiene treinta años, le doy toda mi confianza para que pueda emerger nuevamente.

Italia ganó -por vez primera- el Mundial de escuadras superando Suiza (2022). A nivel amateur, al menos, hay una base importante. El trío estaba formado por Marco Florioli, Pietro Bovari y Filippo Celli, romano del año 2000. ¿Dónde puede llegar?

Es un chico que ganó todo el año pasado. Fue campeón europeo individual en España (Valencia). También el trofeo Eisenhower que mencionas por escuadras… En el British del año pasado logró la Silver Medal, y este año -su primero como profesional- está teniendo dificultades. Ha tenidos algunas tardes con algún bogey, y estas desaventuras le han afectado, creo.

El tema de la gestión física y mental del golfista, lógicamente, termina por aparecer. ¿Cómo es el entrenamiento en un deporte que pretende quitarse el yugo del elitismo?

Mira algunos golfistas de hace años: tenían poca desenvoltura, eran grandes, estaban gordos. Hoy el golf es un deporte en todos los sentidos, y esto implica que haya gente con un físico imponente. Tienen una preparación masacrante. Un golfista, el día que juega, se entrena a las siete de la mañana, luego disputa el partido a mediodía que dura cuatro o cinco horas… Ahí practica golf de forma obsesiva, y luego continúa entrenándose hasta por la noche. Es un deporte muy físico, pero también muy mental.

Miguel Ángel Giménez no estaba tan sujeto a estas cadenas. Hablamos de un genio díscolo.

Un amigo. Hace poco estuvimos hablando. Un tipo extravagante que nos ha regalado momentos únicos. Solo él se lo podía permitir.