EL VESTUARIO

Virginia Torrecilla: "El fútbol me ha dado tan poco estos últimos años que lo odiaba de verdad"

Una de los mayores iconos del futfem español recuerda con Quique Peinado en 'El Vestuario' todos los sinsabores con el balón en los últimos compases de su carrera.

Virginia Torrecilla, durante su charla en 'El Vestuario'/Relevo
Virginia Torrecilla, durante su charla en 'El Vestuario' Relevo
Equipo Relevo

Equipo Relevo

Las y los aficionados al futfem conocen muy probablemente la historia completa de Virginia Torrecilla. A la ex jugadora del Barça, el Atlético de Madrid y la Selección (entre otros equipos) se le vino el mundo encima dos veces, primero en 2020 cuando, con solo 25 años, le diagnosticaron un tumor cerebral del que se terminó recuperando. Un año después, un accidente de tráfico dejaba secuelas físicas en su madre y un sentimiento de culpa enorme en la propia Virginia. Todas estas circunstancias cambiaron su vida, a la vez que alteraron su relación de amor-odio con la práctica del fútbol, sobre todo en los últimos años de su carrera, que muy probablemente la privaron de estar levantando el trofeo de campeona del mundo junto a Alexia Putellas, a Jenni Hermoso o a Irene Paredes. De todo ello ha hablado con Quique Peinado en el último episodio de 'El Vestuario' de Relevo, tras hacer finalmente las paces con el balón.

Puedes ver aquí la entrevista completa de Quique Peinado a Virginia Torrecilla en 'El Vestuario'

Oye, a principios de este año salió la noticia de que te retirabas del fútbol, pero realmente no era así porque solo dejabas el fútbol profesional. ¿Hoy ya podemos decir que sí te has retirado del fútbol?

Sí, hoy podemos decir que me he retirado del fútbol, ya ni profesional ni nada, sino del fútbol. Ya he acabado mi carrera como deportista. Ha sido muy bonita. Es verdad que los últimos años lo he sufrido mucho, pero bueno, aquí estoy con muchas ganas de empezar mi nueva vida y con muchas ganas de tener proyectos por delante muy ilusionantes.

Tienes 29 años

29 años.

Esta decisión suele llegar un poco más adelante, unos cinco o seis años. Creo que es un poco complicado a veces pasar a la siguiente fase, si el fútbol te retira a ti y no te retiras tú del fútbol. No sé si me entiendes. ¿Tú eso cómo lo estás viviendo?

Ahora bien, obviamente. Ahora estoy feliz de mi vida. Sé perfectamente que a mí el fútbol me ha dado mucho, pero estos últimos años me ha quitado más de lo que me tendría que dar y ha sido muy duro. Ahora soy consciente de que he hecho lo mejor que tenía que hacer y he tomado la decisión de retirarme del fútbol. Pero durante todo este proceso ha sido muy duro. Mucho miedo, muchas dudas de qué iba a hacer en mi futuro, qué iba a pasar conmigo, por qué me iba a retirar y si realmente yo quería volver a jugar a fútbol. Y me ha costado mucho tomar la decisión. Incluso ahora te diría que la he tomado demasiado tarde. La tendría que haber tomado antes, pero por circunstancias no he podido tomarla. Por miedo y demás. Han sido muchas cosas, muchos cúmulos de lo que me estaba viviendo en ese momento que no me atreví a tomarla, es la verdad. Pero lo tendría que haber hecho antes.

Yo que tengo la perspectiva de alguien que no es un deportista profesional, veo la mente de una persona que no es profesional del deporte, de una chavala que con 25 años tiene un cáncer y con 26 vive el accidente de tu madre, que es una cosa gravísima. Y yo te he leído decir que a ti, cuando estabas en el Villarreal y no jugabas, el fútbol te enfadaba muchísimo y que te llevaba por el camino a la amargura. Yo pensaba: «Cómo para una chavala que tiene todo lo que tiene encima el fútbol puede ser algo tan gordo como para enfadarse así, ¿no?

Mira, te voy a decir una cosa: yo siempre he sido súper competitiva y para mí el fútbol ha sido el pilar de todo en mi vida. Y de verdad, para mí era lo primero en todo, obviamente quitando a mi familia, viendo todo lo que vivo. Y ha sido tan importante en mi vida que cuando me pasa lo que me pasa, obviamente el fútbol empieza a pasar a un quinto plano y lo tengo clarísimo, porque yo quiero vivir, quiero estar con mi familia. Además, cuando pasa a mi madre, igual, absolutamente igual. Pero cuando vuelvo a estar bien, cuando mi vida vuelva a estar estable, se me olvida todo lo que he vivido.

Qué fuerte

Total. Y vuelvo otra vez a la pena del fútbol, cuando va pasando a un quinto plano. Es una locura, pero es que el ser humano somos así. ¿Qué nos preocupa? Por lo que tenemos en el día a día. Cuando ya no tienes cómo preocuparte en tu día a día, ¿qué te preocupa? Lo más mínimo. Y es verdad, mira.

Perdóname, pero me parece la relación más tóxica del mundo la que tú tienes con el fútbol.

Totalmente. Es verdad que ahora, que ya me he sanado y demás, aprecio el fútbol, lo amo, pero me ha dado tan poco estos últimos años que de verdad lo odiaba. Lo odiaba y yo llamaba a mis padres llorando en plan me quiero ir, no quiero jugar a fútbol. No quiero. Y mi padre, que es futbolero, que ha querido que volviera a triunfar porque con el fútbol siempre ha sido súper apasionado, él me dijo llorando: "Vir, vuelve a casa. Vuelve a casa porque tú no estás bien". Digo: "Claro que no estoy bien". ¿Cómo puede ser que el fútbol me hiciera sentirme así? O sea, yo pensaba que estaba mejorando con lo de mi madre y creo que lo he hecho mucho, ¿no? Obviamente la depresión que tuve no tenía nada que ver. Pero a mí el fútbol me hacía pensar en que yo tenía que estar en casa con mi familia. O sea, es como que el fútbol ya no me sanaba. Sí, iba a entrenar y estaba bien, olvidaba de todo, pero cuando venía el día de partido era como, "¿Qué hago aquí? Tengo que estar en casa con mi familia. Tengo que ver crecer a mi sobrino, tengo que ver envejecer a mis padres. Yo aquí pierdo el tiempo". Y es lo que estábamos hablando antes un poco, ¿no? Si me hubiese dado seis millones de euros, por lo mejor aguantaba hasta los 38, pero no es el caso. 

Por ejemplo, esta es una pregunta fea, ¿cuánto ganabas tú en el Villarreal?

Muy poco.

Porque se haga la gente una idea, un sueldito.

Mira, creo que el sueldo mayor de un Villarreal creo que eran 30.000 euros al año.

¿Y tú no tenías el mayor?

No lo creo.

Y ahora, a pesar de lo que hemos hablado del fútbol, de lo que ha supuesto en los últimos 4 o 5 años para ti, el balance que haces global, entiendo que es muy bueno. ¿Por qué? Creo que quieres seguir ligada al fútbol de la manera que sea.

Por supuesto. Yo si tengo algo claro en la vida es que yo quiero dedicarme al fútbol, no dentro del campo, obviamente, sino fuera de él. Ya he dedicado mucho tiempo al fútbol dentro del campo y creo que le he dado mucho. Pero ahora quiero verlo y aportar desde fuera, que para mí es algo muy importante. Y, sobre todo, lo que digo siempre, ojalá hubiésemos tenido más personas como Alexia Putellas para promocionar el fútbol femenino, para que el fútbol femenino hubiese crecido tanto. Por eso quiero dedicarme a ello, para que a día de hoy (el futfem) siga creciendo y, sobre todo, que un día podamos mirar hacia atrás y ver todo lo que hemos recorrido y todo lo que estamos haciendo.

Dentro de todo lo inconveniente que tiene tu historia, el hecho de que sea ahora un momento en el que el fútbol femenino está creciendo un montón, que tiene un recorrido comercial muy grande y que va a haber mucha gente que se va a poder dedicar de manera bastante profesional al fútbol, es una suerte que te haya pasado esto ahora, porque si te hubiera pasado hace 15 años, a saber qué hubiera sido de ti

Por supuesto, obviamente. Yo también lo digo siempre. Yo soy una privilegiada de lo que vivo. Es verdad que he pasado momentos muy duros, pero que he sido futbolista, he ido con la Selección, he jugado en los mejores clubes y a día de hoy me ha pasado esto, pero voy a seguir viviendo del fútbol, lo tengo muy claro. No sé si será de directiva deportiva, de representante, de nivel de marketing, no tengo ni idea todavía, porque tengo muchas ramas que al final me tiran mucho, pero sí quiero hacer un momento en el fútbol femenino y ver cómo crece todo esto. Lo tengo clarísimo.

Leí que cuando jugabas al fútbol no te gustaba mucho ver partidos. ¿Eso es así?

Así es.

¿Y ahora?

Ahora lo veo más. Ahora, por ejemplo, estoy en casa con mi padre y es un forofo de fútbol. Y veo la Champions de chicos, veo los partidos de tíos. Es verdad que lo de chicas es lo que más veo, porque al final me quiero entrar más, siempre quiero estar vinculada en ello. Pero ahora estoy viendo mucho más fútbol que antes.

¿Y qué tal?

Muy bien, aunque a mí lo que siempre me ha gustado ha sido jugarlo. Yo me acuerdo que vivía con Alexia Putellas y Alexia estaba el sábado y el domingo viendo fútbol todo el día, todos los partidos. Y yo decía: "Por favor, tía. Tenemos más vida que el fútbol". Y ella es una loca del fútbol. Y ahora lo veo diferente.

¿Y a ti te gusta competir?

Sí.

¿Cómo se quita uno el gusanillo de competir?

Ha sido complicado porque, yo cuando me fui a jugar al Baleares, la exigencia que tenía en primera división no la tenía en segunda. Y ha sido complicado. Soy una persona con mucho carácter, una persona que siempre exige, ya no a sí misma, sino también a lo que tengo alrededor. Y me ha sido complicado, pero también me ha ayudado mucho a saber que tenía que parar, también por mí misma, psicológicamente. Ahora lo hago directamente en el gym. Cuando me voy a entrenar, yo me preparo en mis entrenamientos. Como he estado tanto tiempo en la élite y he estado tanto tiempo entrenando, sé más o menos lo que tengo que hacer. Y me enfoco en ello. En hacer las máximas repeticiones, en competir conmigo misma y en mejorar cada día todo lo que tengo.

Pero eres de estos deportistas como Luis Enrique, que acabó haciendo triatlones porque no podía estar sin competir. ¿Te ves haciendo alguna cosa de esas?

Pues mira, yo siempre he dicho antes de retirarme que, el día que yo deje el fútbol y sea una gorda, voy a ir al gym, me voy a pasear. A una amiga mía le apasiona el CrossFit, compite. Y yo decía: "Madre mía, estás loquísima, yo cuando deje el fútbol es que me voy a poner gorda, lo tengo clarísimo". Y ahora me está tirando mucho lo de estas carreras que compiten, que saltan, y demás.

Siempre dicen que lo más difícil para un deportista al ser profesional de dejar es la fiebre de la competición, que si no la tienes es complicado.

Sí, sí, y a día de hoy, por ejemplo, cuando viajo y tengo que estar cinco o seis días fuera, y no tengo gimnasio, yo lo echo de menos. ¿Quién me lo diría en su día? Pero lo echo de menos.

Entiendo que tú muchas veces ahora has pensado que si las cosas en tu vida hubieran sido diferentes, tú a lo mejor serías campeona del mundo, ¿no?

Yo creo que si mi enfermedad no hubiese llegado, o lo de mi madre obviamente, que viene una detrás de otra, yo estaría en la Selección, claro que sí, lo pienso. También creo que el fútbol femenino está creciendo mucho y puede pasar cualquier cosa, pero sí es verdad que yo venía de un momento muy bueno en mi carrera, yo he confiado mucho en mí siempre, y en ese momento estaba muy bien. La verdad nunca la sabremos, así que la única verdad que tenemos a día de hoy es que estoy aquí viéndolo desde fuera, y muy feliz, muy feliz de ver cómo triunfa la selección y cómo está ganando todas las cosas. Me siento partícipe de ello.

Claro, tú, por ejemplo, cuando viste la final del Mundial…

Yo lloré, así te lo digo, lloré. Y al ganar las semifinales contra Suecia te lo juro que yo lloraba. Llamé a mi madre y a mi padre y les dije: "Papá, no sabéis lo feliz que soy". Pero ojalá lo hubiésemos vivido nosotros allí, ¿sabes? Sí, pero una envidia súper sana.

¿Tú ahora mismo estás en paz con el fútbol o no?

Sí, yo creo que sí estoy en paz ahora con el fútbol. Es verdad que muchas veces pienso en todo lo que he sido, en todo lo que he vivido, en lo bueno que me ha dado, pero ya lo tengo como una anécdota más. Sí, estoy sana con él.

Osea, ahora mismo tú ves fútbol y lo ves desde qué perspectiva

Como una afición nada más. Sabiendo que sé mucho de fútbol, porque de verdad he aprendido mucho del fútbol y viéndolo desde ese lado, pero muy bien, lo veo muy bien, de verdad.