Fix It!, el juego de mesa que 'despierta' tus prejuicios a través del deporte... y en el que se puede ganar hasta dopado
La exfutbolista española Vicky Conde viaja por el mundo mostrando su creación que, además de divertir, sirve como herramienta para detectar diferentes escenarios de discriminación y abuso.
Vicky Conde (1993, Alcalá de Henares) despuntó en el fútbol base hasta llegar a jugar en la Primera División con el Rayo Vallecano. También pasó por destinos poco comunes como el Dukla Praha, de la máxima categoría checa. Hasta invirtió tres años de su carrera futbolística becada en Estados Unidos. Como ella misma dice, ha jugado allí donde le "han llevado los estudios". Ahora, visita Relevo para entretenernos y educarnos a través de Fix It!, un juego de mesa que ha creado que ayuda a detectar entornos discriminatorios de diversa índole, logrando que te pongas en la piel del que los sufre.
Desembocar en su lanzamiento no se dio por arte de magia ni de la noche a la mañana. Vicky se nutrió de su excelsa formación académica y de sus experiencias como futbolista de élite para ello. De hecho, ya compaginaba el fútbol de más alto nivel, en Vallecas, con su carrera en Ciencias de las Actividades Físicas y el Deporte, tras la cual cursó el máster correspondiente para ser profesora. Además, nada más colgar las botas, empezó un máster en Ética e Integridad en el Deporte que le abrió los ojos. "Cuando me di cuenta de lo relevante y lo díficil que era llegar a los deportistas, e incluso a gente joven que no hace deporte, decidí transformar esos conocimientos adquiridos en el máster en un juego de cartas", reconoce.
Aparte y lo que supone un plus más, todo este camino recorrido la condujo a trabajar en la European Football for Development Network (EFDN), una organización que trabaja con diferentes fundaciones de clubes de fútbol profesional de toda Europa en pos del desarrollo en diversos campos. Ella, por ejemplo, llevaba "todo el tema de integración social e inclusión, proyectos de discapacidad, para refugiados, para mujeres y niñas, y otros compañeros impulsan proyectos de sostenibilidad, cambio climático, buen gobierno y otro tipo de temas". La experiencia le valió la confianza de la Fundación LALIGA, donde trabaja actualmente.
Primeros pasos de Fix It!
"Me puse a visualizar el juego, empecé imprimiendo las cartas en casa y pegándolas una por una en las de una baraja española". Cocina casera donde las haya. Así relata Vicky los inicios de su proyecto personal. Tras horas y horas invertidas de su tiempo 'libre' en Fix It! -tiempo que sigue empleando en ello-, decidió lanzarse a formalizar el juego tras una primera gran acogida. "Cuando varias personas vieron el potencial, me recomendaron que lo intentase convertir, de verdad, en un juego de cartas que la gente pueda comprar".
"Recuerdo ir a entrenar a Vallecas y que los compañeros de Segunda División, mientras nosotras estábamos en Primera, iban en coches que no nos podíamos permitir"
La exfutbolista se puso manos a la obra a finales de 2022 y, poco a poco, con la inestimable ayuda de algunos voluntarios para "dar forma al juego desde la primera versión hasta la que hay ahora publicada", ha logrado llevarlo a cabo. Otro empujón relevante para que Vicky se lanzase a idearlo recae en sus años como jugadora, que contribuyeron a agudizar su espíritu crítico, "su lado guerrero", como ella lo llama. "He vivido la discriminación a mi alrededor, hacia mí y mis compañeras, en todos los equipos en los que he jugado, con pequeñas cosas como los horarios y los campos de entrenamiento, los de los partidos... Recuerdo ir a entrenar a Vallecas y que los compañeros de Segunda División, mientras nosotras estábamos en Primera, iban en coches que no nos podíamos permitir. Esas cosas a algunas compañeras les daba igual y a mí me fastidiaban bastante. Como, también, estar estudiando, trabajando y luego aparte, jugando en Primera División", expone.
Entonces, en 2020, al coincidir con la pandemia de coronavirus justo con su primer y segundo año de máster, no pudo realizar prácticas ese verano, por lo que decidió centrarse en cómo convertir todas estas injusticias en algo visible y, sobre todo, comprensible para todos. "Con Fix It! no vas a tener un máster o un doctorado en este tipo de problemas, pero sí va a ser como el inicio que te despierte un poco de conocimiento y, a lo mejor, interés para seguir indagando por tu cuenta", explica Vicky.
El juego en sí: la importancia y diversidad de sus cartas
Fix It! está familiarizado con todo tipo de deportes, divididos en cuatro categorías: deportes masculinos, deportes femeninos, deportes de invierno y deportes adaptados. La misión de todo jugador para ganar es conseguir más medallas que el resto. ¿Cuándo se complica la cosa? Pues, como en la vida misma, a la hora de tomar decisiones. Las medallas las consigues a base de jugar diferentes deportes, pero que a su vez son vulnerables a las diferentes acciones que el resto de jugadores puedan acometer: quitarte medallas, cambiarte cartas, ponerte en otro tipo de complicaciones...
La manera de concienciar que propone el juego consta en que cada jugador experimente problemas que, desde su punto de vista privilegiado, no haría de otra forma. En palabras de Vicky: "Por ejemplo, que un hombre blanco pueda recibir racismo mientras está jugando y que, si quiere avanzar en el juego y lograr más medallas para poder ganar, no va a poder hacerlo hasta que ese problema de racismo se solucione". ¿Qué logras de esta forma? Que, al final de la partida, recuerdes el problema que sufriste, que te supuso un obstáculo y lo necesario para poder superarlo.
Pero no todo son problemas. En el juego también hay cartas positivas que representan cosas buenas que pasan en el deporte. La idea "no es que la gente piense que el deporte es difícil, sino todo lo contrario, que la gente entienda que es bueno, necesario, que cambia tu forma de ser y te da habilidades que no te da ningún estudio universitario. Pero, a la vez, que hay que estar alerta porque pueden pasar cosas y tenemos que saber que esas cosas existen y hay que ponerlas nombre. Si no, no vamos a entender que el problema está delante para poder ser nosotros mismos los que, en la vida real, podemos solucionarlo o, que por lo menos, sepamos que hay alguien que lo puede solucionar por nosotros", dilucida Vicky.
"He intentado poner problemas que son globales. Por suerte, no me han afectado todos, si no igual no estaría aquí"
En este sentido, los diferentes problemas expuestos en el juego responden a experiencias propias de su creadora, de gente que conoce, pero también de las propias historias que ha podido estudiar de aquellas personas y profesionales que no conoce en persona. "He intentado poner problemas que son globales. Por suerte, no me han afectado todos, si no igual no estaría aquí".
El juego en sí recoge el racismo, la homofobia, el machismo, la transfobia y diferentes abusos como el sexual, el infantil, el online... Por otro lado, también hay cartas de amaños deportivos y de dopaje, un campo que Vicky encuentra especialmente interesante. "En mi caso, el machismo siempre ha estado presente, pero también recuerdo la falta de conocimiento sobre dopaje, aunque nunca he tenido problemas con ello. Ahora lo pienso y es que, fácilmente, a cualquiera de mis compañeros o yo, si nos hubiesen hecho un test, a lo mejor habríamos dado positivo por alguna medicación con prescripción médica que nos hayásemos tomado sin consultarlo con nuestro club. Esa educación no estaba. Es que si los adultos no se encargan de educar a la gente joven... te puedes cargar la carrera de un deportista". Eso también podría ser un micromachismo, puesto que el seguimiento que se le hace a un jugador -pongamos- de la primera plantilla del Torrejón (equipo en el que Vicky jugó), no es el mismo que se le hace a una jugadora. "Tú no sabes lo que te tomas en casa, pero generalmente, al jugador le controlan todo. Al final está todo unido. La falta de apoyo a las deportistas también puede ser un micromachismo", aporta.
Sin ir más lejos, especifica Vicky, "la razón por la que existe categoría masculina y femenina en el juego responde a que hay cartas que solamente pueden ponerse en deportes femeninos, pues son problemas que únicamente ocurren en dicha categoría: la de machismo, la de embarazo o la de la imposibilidad de competir para mujeres trans o intersex".
Lo bonito de Fix It! es que resulta común ver reflejado el aprendizaje en sus jugadores. Vicky, que difunde su juego allá donde haya un grupo de personas dispuestas a pasar un rato divertido y didáctico, recuerda el impacto de las cartas en estudiantes de secundaria cuando ellos mismos, en medio de la partida, formulan preguntas del tipo: "¿Por qué me pones este problema a mí? Y el compañero, alumbrarle con la respuesta más simple: "Porque eres el único con una carta de deporte femenino en la mesa". En palabras de Vicky, "inmediatamente, ese niño va a identificar que si eres mujer tienes ese tipo de problemas. Son ese tipo de reflexiones, las que se dan en voz alta, sin pensarlas, las que busca el juego".
La edad mínima para poder jugar a Fix It! es de 13 años, pues el objetivo es que se juegue "en grupo, en clases o con equipos deportivos", y controlar a grupos de menos de 13 años "igual es un poco difícil", aunque Vicky ya lo está probando con jugadores y jugadoras de entre 10 y 12 años, simplificando las reglas. Es la flexibilidad que también permite el juego: quitar cartas más complicadas de comprender. Sin embargo, para Vicky es un dilema: "Sé que hay diferentes tipos de abuso que son sensibles, pero también es verdad que hay niños con 9, 10 y 11 años que los están recibiendo. Entonces, igual es mejor que, a través de un juego, en un momento divertido, aprendan que estas cosas existen a que se enteren con 20 o 30 años de que los sufrían cuando eran pequeños".
El método que utiliza Vicky para saber el efecto que ha surtido en los jugadores su creación se basa en pedirles, antes de empezar, "que nombren todos los problemas que sepan que hay en el deporte". Y al final, vuelve a formular la pregunta. "Ahí es cuando ves lo que han aprendido, que hay problemas que desconocían. Luego, es verdad que no todo el mundo te comparte 100% todo lo que ha aprendido porque, a lo mejor, en ese momento, se hayan dado cuenta de que tienen que darle una segunda vuelta a lo recibido. Pero sí, todas las veces aprenden algo", reluce Vicky.
Segmentar los problemas para Fix It!... ¿un problema en sí?
Cada persona vive los problemas de manera diferente y los etiqueta de una manera muy personal. Es por eso que aventurarse a segmentarlos invita a una tarea más que ardua. ¿Cómo solucionó la papeleta Vicky para su juego? Pues la decisión, previa consulta a "diferentes expertos en la materia", atiende más a las soluciones que pueden presentarse que a los problemas en sí mismos,
"Todos los problemas se solucionan de dos formas: reportándolos o con una nueva ley. Es un poco el resumen de la mayoría de los problemas del juego", manifiesta la creadora. Más tarde, se dio cuenta de que existían otro tipo de situaciones que escapan a ambas soluciones. Los llamó "barreras", es decir, aquellas que no pueden solucionarse en ese preciso instante. Por ejemplo, la carta del embarazo, la de lesión deportiva o la de salud mental, que requieren otros plazos. En el caso del juego, medidos en turnos. Como vemos, la injusticia está igual de presente en el juego como en la vida misma. Sin ir más lejos, un jugador con la carta de dopaje puede ganar la partida si no le descubren.
¿Cómo jugar?
Lo primero que nos encontramos son tres montones, tres categorías diferentes. La primera corresponde a los deportes, que básicamente son los que van a conseguir que ganes. Cada jugador empieza con cuatro, pueden darte entre una y cuatro medallas y están diferenciados en categorías: deportes de invierno, deporte masculino, deporte adaptado y deporte femenino.
La clave reside en lograr más medallas que el resto a base de jugar deportes en la mesa. Ahí comienzan las triquiñuelas: en algún momento, para ganar, necesitarás poner un problema en otro jugador.
Los problemas son cartas rojas y se usan sobre un deporte que ya figure sobre la mesa. Por ejemplo, puedes recurrir a la homofobia como barrera a solucionar para aplicarla sobre cualquier disciplina. También existen otros muchos problemas: instalaciones inaccesibles, para jugar sobre cartas de deporte adaptado; abuso online o racismo, presentes en cualquier deporte; machismo, solo aplicable al deporte femenino... Casi todos los problemas tienen dos soluciones y lo puedes solucionar tú mismo o puede hacerlo cualquier otro jugador, por lo que se llevaría una recompensa. Esto se consigue a través de otro tipo de cartas, en su mayoría para reportar el problema, pero también cartas de una nueva ley que lo atajen. Y no puedes dejarlos pasar. Es decir, no podrás aumentar tu medallero si no acabas con los problemas que acechan a tus deportes. Luego, aparte, existe alguna carta comodín que replica lo que en España conocemos como 'el chivatazo', con la capacidad de poner solución a cualquier problema de los mencionados. Equivaldría a reportar algo que estuviese ocurriendo sobre cualquier deporte de la mesa.
Paralelamente, durante la partida aparecen otro tipo de inconvenientes, a los que Vicky se refiere como "barreras". Un ejemplo sería la lesión, que te obligaría a saltar un turno, puesto que si estás en el dique seco, no puedes competir. Es una buena jugarreta para aplicar a otro jugador en busca de la victoria. Asimismo, la salud mental, como no podría ser de otra forma, tiene su espacio en el juego. Entre los problemas a abordar, aparece el síndrome del burnout, que fuerza al contrincante que lo recibe a esperar un turno, ya que se trata de una carta sobre la que no hay defensa posible y sólo queda parar. Sin salir de esta misma categoría de inconvenientes, cabe mencionar una carta curiosa: las fake news. La idea es que si sometes a un rival a esa carta, deba nombrar a un deportista del deporte sobre el que la aplicas. Si no es capaz, las medallas que tenga se dividirán por dos. Entre otras, también existe una carta de embarazo, más 'letal' en el juego que las anteriores, pues te priva del deporte sobre el que se lanza. No te da opciones a protegerte. "La idea es que como mujer deportista de élite vas a tener más barreras que los hombres y esta es una de esas barreras", explica la creadora.
Tranquilos, no todo so nubarrones. Fix It! incluye cartas con connotación postiva como la deportividad. Esta te permitirá cambiarte todas las cartas que tengas sobre la mesa con otro jugador. Entonces, si tú no tienes muchas medallas o ninguna, la juegas y te llevas las de otro jugador. Sí, una deportividad al más puro estilo de la picaresca española que cambia radicalmente la partida. Otra carta curiosa, en este sentido, es la de líder en sostenibilidad. Si mencionas una pequeña acción que pueda hacer el deporte más sostenible, puedes robar cualquier deporte de otro jugador. Otro buen hachazo para llevarte medallas. Y llegamos a la carta de igualdad salarial. Si la usas sobre el deporte de un rival, te llevas todas las medallas del mismo al finalizar la partida, obviamente sin que el otro deje de llevárselas. Todo esto siempre y cuando no le pillen habiéndose dopado.
Sí, amigos, en el deporte hay doping. Hay una carta de dopaje y quien la tenga, la tiene que guardar en secreto. ¡Ojo! También cabe la posibilidad de deshacerte de ella, confesar que te has dopado y pagar un pequeño precio: desprenderte del último deporte que hayas jugado en la mesa y pasar otro turno. La penalización es grande, pero si te pillan pierdes absolutamente todas las medallas. ¿Cómo te pillan? Hay una carta de líder de integridad y, en cualquier momento, el jugador que tenga esta carta puede preguntar a cualquier jugador que le enseñe sus cartas. Eso sí, si no pillan al infractor, al final de la partida recibe tres medallas extras. En otras palabras: se puede ganar dopado.
Y, por último, entre las cartas más importantes, se encuentra la de descanso. Lo que te permite es eso, descansar un turno, si es que no tienes problemas que abordar, y adoptar una postura de relax y conservadora, mientras nadie puede tocar tus cartas, ni tú mismo.
Al final, cuando un jugador se quede sin cartas, el resto jugará ese turno y después, todas las cartas que les quede en mano serán descartadas. El que posea la de dopaje, lo dirá en ese momento para sumar tres metales extra, y quien haya acumulado más medallas, tras realizar la cuenta, se coronará campeón de Fix It!.