BETIS | HOMENAJE A JOAQUÍN

La última y se acabó: Joaquín ya es leyenda del Betis

El Benito Villamarín, lleno hasta la bandera, rinde homenaje a su capitán en un partido que reunió a grandes amigos del fútbol español. "Joaquín, quédate", le cantó su gente en una despedida con honores.

Joaquín posa con todos los jugadores que participan en el partido./EFE
Joaquín posa con todos los jugadores que participan en el partido. EFE
Samuel Silva

Samuel Silva

Casi 28 años después, el Benito Villamarín despidió a otra de sus barras. De Rafael Gordillo a Joaquín Sánchez. De aquel 20 de junio de 1995 a hoy. Si entonces fue el Real Madrid el rival de aquel Betis esta noche fue un combinado de amigos de Joaquín. Todos quisieron estar con el portuense. "Leyenda verdiblanca, Joa17king", se pudo leer en ese mosaico que se exhibió en la grada de Fondo para recibir al capitán. Con las entradas agotadas desde hace días. 59.621 espectadores. Con un estadio entregado desde que hizo acto de presencia sobre el césped.

Fue una noche de emociones, pero todo se desbordó en el minuto 63 cuando desde la megafonía se anunció el cambio de Joaquín. El tiempo se detuvo en Heliópolis. "¡Oh capitán, oh capitán!", estalló el Villamarín para despedir a su símbolo. Abrazado a sus compañeros y a Guardado, al que entregó el brazalete como heredero para la próxima temporada. Uno por uno fue despedido por el banquillo, Manuel Pellegrini incluido. Con sus hijas y su mujer esperándolo en el túnel de vestuarios, donde ya no pudo contenerse para romper a llorar. Para sentarse después por última vez en su lugar del vestuario. "Joaqui, quédate", le corearon los hinchas, que no querían decirle adiós.

La vuelta de honor quedará en su memoria. Acompañado de nuevo por sus hijas y su esposa, además de por todos los que participaron en el partido, Joaquín recibió el cariño del beticismo. Con los aficionados entregándole recuerdos como si de un torero se tratase. Con el Gol Sur también rendido a su capitán. El que levantó la última Copa del Rey, la segunda con la verdiblanca. Emocionado, entre lágrimas, propias y del cielo. Ya se lo había avisado Gordillo. Paseado de nuevo a hombros y dando capotazos. Fundido en un abrazo con el mítico '3', su confidente y amigo.

Si ante el Valencia le tocó despedirse del fútbol profesional, con récord incluido, esta noche fue la de las emociones. "Lo que te queda por llorar", comentó Gordillo que le había señalado al portuense después de que el domingo ya fuera un día para el recuerdo. Era el día de Joaquín, la leyenda del Betis. Y bien que lo disfrutó el capitán desde primera hora. El hotel Al-Andalus fue un hervidero de fútbol. Ahí estaban citados todos los invitados a la fiesta, al menos que los acudirían más tarde al Benito Villamarín. Históricos de la Selección como Iker Casillas, Sergio Ramos, Marchena, Reina, Capdevila, Morientes, Diego Tristán o Luque; también excompañeros de Málaga, Valencia y Fiorentina como Angulo, Albelda, Camacho, Mendieta, Duda, Borja Valero o Van Nistelrooy.

Tanto sus campeones de 2005, que no se lo quisieron perder, como los de 2022. La colonia de brasileños -Edu, Oliveira, Denilson y Assunçao-, sus inseparables de la cantera -Doblas, Juanito, Rivas, Arzu, Varela, Cañas, Melli y Capi- y también otros que vistieron la verdiblanca en el pasado -Fernando, Merino, Luis Fernández, Ito, Contreras, Benjamín, Tais, Cejudo, Barragán o en el presente -Aitor Ruibal, Miranda, Juanmi, Canales, Guardado y Ayoze-. Y el mejor goleador de la historia, Rubén Castro, además de dos de los hermanos de Joaquín, Ricardo y Lucas.

También acudió a la cita Jesús Navas. El capitán sevillista, que recibió la invitación personal de Joaquín, quiso despedir a su amigo. "Es una grandísima persona y estar a su lado en un día como hoy es muy bonito", dijo el capitán del Sevilla, que salió del césped entre los aplausos de los aficionados. No era día de rivalidad y sí de acompañar a Joaquín. También hubo ovaciones para Sergio Ramos o Julio Baptista. "Julio, Julio", llegó a cantar la grada tras unos malabarismos del brasileño.

Imagen de la grada con el mosaico de camisetas de Joaquín. EFE
Imagen de la grada con el mosaico de camisetas de Joaquín. EFE

Pero para artista Denilson. "Tenía ganas de reencontrarme con los béticos", aseguraba el brasileño en la previa. Bicicletas, pases, arrancadas y frenadas o el balón al cuello para delicia de los aficionados. Como si estuviera aún en aquel mítico anuncia de Brasil en el aeropuerto. "Me ha regalado una noche muy especial", le dijo el zurdo a Joaquín en LaSexta en el intermedio. "Le doy la bienvenida a mi equipo, el de los retirados", le bromeaba Denilson. Genio y figura. 

 

 Joaquín dejó sus detalles, como esa vaselina al poste con la que arrancó el encuentro. O el gol con el que igualó el encuentro el capitán, después de que Cazorla hubiera anotado el primer tanto del partido. También anotó el portuense el segundo, de cabeza tras un despeje de Casillas. El tercero sería de Ricardo Oliveira, a pase de Denilson. Y a sacarle brillo a ese pie izquierdo que tanta magia dejó en Heliópolis.

Ya en el segundo tiempo llegaron los goles de Nolito. Y el de Rubén Castro, que no quería faltar a su cita con el Villamarín. "¡Rubén, Rubén, Rubén!", le cantó su grada, la que siempre lo tuvo como un referente, dijeran lo que dijeran los demás. O el de Juan Miguel. Y también el momento show de Pepe Reina. Primero, con un duelo a faltas con Assunçao. Finalmente, incluso subiendo al remate en una jugada. Y la grada en el bolsillo del portero.

Una noche de detalles

La previa dejó imágenes curiosas, como ese corrillo de Dani Ceballos con Borja Iglesias, Fabián y Guardado, muy comentado en la grada por los aficionados. O el especial saludo entre Bellerín y Ceballos, excompañeros en el Arsenal y que se han cruzado mensajes de beticismo en el pasado. Mientras en el palco, Fernando Vázquez, Lorenzo Serra Ferrer y Quique Setién, tres de los entrenadores más importantes de la carrera del portuense.

También las presentaciones dejaron momentos emotivos. Como esas ovaciones a Raúl González o Sergio Ramos. O al tímido Jesús Navas, esa representación del Sevilla en el homenaje. También a Fabián y Dani Ceballos, dos canteranos a los que la afición tiene muy presentes. Y, cómo no, a Héctor Bellerín, que incluso se echó la mano al escudo, quizá una imagen que repita en poco tiempo. No faltó el cántico para Rubén Castro, que también tuvo en su día su homenaje, aunque fuera más desangelado por esa fecha elegida en pleno mes de agosto.

Hubo también fotos para la historia. Como esa de Assunçao, Oliveira, Denilson y Edu con la Copa del Rey, que brindaron al estadio. O la de goleadores, con el propio Oliveira, Rubén Castro y Borja Iglesias. O la despedida a Dani Ceballos, coreado por los aficionados que lo quieren de vuelta. "Me he sacado una espinita y me he reencontrado con ellos", decía el utrerano en LaSexta, que se fue abrazo a Joaquín. La estrella de la noche era el capitán. La última y se acabó. Ahora sí, leyenda del Betis.