El Real Madrid ya 'ganó' a la UEFA y los ingleses: rechazaron a la Copa de Europa como ahora rechazan la Superliga
El máximo organismo del fútbol europeo se subió en marcha al proyecto de L'Équipe y el Chelsea, campeón inglés, se bajó de la primera edición presionado por su Federación y por la FIFA.

Para los amantes de la historia futbolística, lo que está sucediendo en 2023 con la Superliga europea no es novedoso. En realidad, en parte, es un 'deja vu'. En 1955, cuando el diario deportivo francés L'Équipe puso en marcha el proyecto de la 'Copa de clubes campeones europeos', luego reconocido como Copa de Europa y ahora como Liga de Campeones (Champions), los primeros obstáculos que tuvo que superar para ver la luz fueron los planteados por la FIFA, la UEFA (recién fundada el año anterior) y la FA (Federación inglesa) que, en su afán proteccionista de sus clubes y en su eterna política preventiva de 'ver y esperar', retiró a última hora al que tenía que ser su club representante, el Chelsea y, además, apostó por otra competición creada a la par, la Copa de Ferias, con un objetivo más comercial que deportivo.
Casi siete décadas después, los enemigos a superar por los promotores de la nueva competición tienen los mismos collares. Con la FIFA todavía callada porque bastante tiene ya con su Mundial de clubes (2025), son la UEFA y el fútbol inglés, ahora identificado en la Premier, los grandes opositores al proyecto, que no los únicos. Incluso se podría decir que los razonamientos actuales de sus detractores tienen puntos en común con los de entonces y, como sucedió en aquel momento, la alianza entre ellos también ahora es un hecho.
Con la historia en la mano, hay que reconocer que el máximo organismo del fútbol continental supo comprender a tiempo el calado del proyecto de L'Équipe y pudo subirse en marcha, aprovechando, prácticamente, todo el trabajo avanzado por los redactores del periódico, sobre todo las gestiones con los clubes de los distintos países europeos. También, como en el presente, el Real Madrid fue uno de los propulsores más entusiastas de la idea. Santiago Bernabéu, el presidente blanco, formó parte del Comité Organizador con categoría de vicepresidente y siempre mostró su total convencimiento que por esa competición pasaba el futuro del fútbol europeo a nivel de clubes.

La principal razón que esgrimió la UEFA para, al principio, ponerse en contra de la idea fue que quería preservar por encima de todo la competición que pretendía lanzar lo antes posible y que no era otra que el Campeonato de Europa de selecciones. A la hora de la verdad no la puso en práctica hasta 1960. También se obsesionó con que la palabra Europa no formara parte de la nomenclatura oficial del torneo en ciernes y que los clubes participantes tuvieran el visto bueno de las respectivas federaciones de su país. Estas tres salvedades fueron aceptadas por los garantes del proyecto a la hora del traspaso de poderes.
100 francos suizos por participar
Tras seis meses de arduo trabajo, en dos semanas, las que separaban el 14 y el 21 de mayo de 1955, la FIFA y la UEFA aceptaron tutelar un experimento que ya estaba lanzado y que había recibido el apoyo mayoritario del fútbol continental, incluido, en ese momento, el fútbol inglés. La renuncia de su club campeón e invitado, el Chelsea fue posterior al visto bueno oficial. La UEFA se hizo cargo de la organización, gastos incluidos, incluidos los árbitros, a los que se les pagan los desplazamientos y la manutención además de una dieta diaria de 25 francos suizos. Por su parte, los clubes deberían abonar por participar una cuota de 100 francos suizos. La gran competición que la UEFA no terminaba de 'ver claro' estaba en marcha y cuál no sería su éxito que hace unos años, el editor de publicaciones de la UEFA, André Vieli, escribió en un libro editado por su organismo '60 años en el corazón del fútbol' estas palabras sobre la Copa de Europa: "Aunque nadie podía imaginar el sensacional éxito que la competición iba a disfrutar, la UEFA sabía a ciencia cierta que era una idea con futuro". Tal cual.
Lo que ninguno de los enfrascados en la puesta en marcha del torneo se podía imaginar es que en el mes de agosto, a un mes de comenzar los partidos, el campeón inglés, el Chelsea, iba a abandonar el proyecto por 'recomendación' de su federación. O mejor sería decir por amenaza. Stanley Rous, entonces su secretario general y que después acabaría siendo presidente de la FIFA, fue rotundo en su razones. "La UEFA no está hecha para organizar competiciones, sino para defender los intereses comunes del fútbol".

Wolves, campeón del mundo
Precisamente, la razón principal por la que L'Équipe quiso poner en marcha una competición de clubes a nivel europeo fue rebatir la insistencia de los medios de comunicación ingleses que consideraban sin ninguna base deportiva que su club más poderoso del momento, el Wolverhampton Wanderers, campeón de Liga en 1954 y vencedor en dos amistosos internacionales contra el Honved de Puskas, Bozsik, Kocsis... y demás armada húngara (3-2) y el Spartak de Moscú (4-0), era el 'campeón del mundo de clubes'. Así lo publicó el Daily Mail y lo corroboró en el resto de la Prensa de las Islas. De ahí, la respuesta de los periodistas franceses en el sentido de que demostraran su presunta superioridad jugando también fuera de las Islas o en una nueva competición que enfrentara a los mejores equipos europeos.
El campeón de la temporada anterior, 1954-55, el Chelsea, no había ganado nunca antes el campeonato inglés, pero iba a tener el privilegio de participar en la primer edición de la nueva competición. Aceptó las cartas de invitación, uno de sus directivos, Battersby, pasó a formar parte del Comité organizador en representación de Inglaterra, Escocia, Suecia y Dinamarca... e incluso ya conocía cuál sería su primer rival, el club sueco Djurgarden. Fue entonces cuando inesperadamente llegó su renuncia. La Prensa de la época publicó múltiples especulaciones de por qué lo hizo.
Se escribió que la federación no quería que fuera un club del sur, con poco pedigrí y escasa tradición quien fuera el primer representante inglés en la nueva aventura. Argumentándose también que si los campeones hubieran sido los Wolves, que quedaron segundos y eran los portadores de la leyenda, sí se les hubiera dejado participar. Los más 'oficialistas' esgrimieron que el dueño del fútbol inglés, Stanley Rous, quería contentar a la FIFA y ésta veía con mejores ojos la creación de otra competición, la Copa de Ciudades en Ferias, en la que no participarían clubes, sino ciudades. Un proyecto mitad deportivo, mitad comercial en el que también se centraban intereses políticos al intervenir los ayuntamientos de las ciudades participantes.
Manchester United, el pionero inglés
La realidad fue que el Chelsea se quedó fuera de la Copa de Europa siendo sustituido por el Gwardia polaco. Los de Stamford Bridge no volverían a ganarse el derecho a jugar esa competición hasta la temporada 1999-00, ya como Champions, y entró por ser tercero en la Premier. Habían pasado 44 años. Por el contrario, el London XI, con el apoyo de la federación, sí participó en la primera Copa de Ferias que comenzó a jugarse a la par. El combinado representativo de la ciudad estaba formado por jugadores de once clubes de la capital.
Atenta a cómo fue la primera edición, ganada por el Real Madrid, en la segunda, la federación inglesa sí permitió participar a su campeón de liga, el Manchester United, que además llegaba como uno de los grandes favoritos para ganar el título por el potencial que tenía el fútbol británico esa década de los 50. Dos clubes españoles jugaron esa edición: el equipo blanco como campeón en ejercicio y el Athletic como campeón de Liga.
El United, como debutante, tuvo que jugar una fase previa en la que eliminó al Anderlecht belga por un total de 12-0 en la eliminatoria. Tras superar en octavos al Borussia Dortmund (3-2), en cuartos los de Matts Busby se enfrentaron al Athletic, que en la ronda anterior habían vencido al mismísimo Honved de Budapest. Las crónicas reseñan el partido de ida de San Mamés como una oda al fútbol con triunfo vasco (5-3). Sin embargo, en la vuelta, en Old Trafford, los ingleses impusieron su ley (3-0).
En las semifinales, el United se encontró con el campeón. El Real Madrid se impuso en el Bernabéu (3-1) y sacó un empate del infierno de Manchester (2-2). En la final, los blancos, entrenados por Miguel Muñoz, ganarían su segunda Copa de Europa tras derrotar a la Fiorentina en el Bernabéu. Desde entonces los clubes ingleses ya fueron asiduos en esa Copa de Europa que veían como una competición menor y poco aglutinadora en comparación con su campeonato. Después de la tragedia de Heysel en 1985, todos los clubes ingleses suspendidos de participar en las competiciones europeas. Precisamente, el Manchester United, su primer participante, fue, el primer campeón, en 1968. Desde entonces, han sido campeones en 14 ocasiones: seis el Liverpool, tres el Manchester United, dos el Chelsea, dos el Nottingham Forest y una el Aston Villa.