La FIFA exige elecciones en la RFEF y la UEFA amenaza con una suspensión, pero el Mundial no peligra
Los organismos internacionales se mostraron duros en la reunión con el CSD y la Federación. No se habló de nombres, pero sí de plazos irrenunciables.
Los representantes de la FIFA y la UEFA llegaban a la reunión con el Gobierno y la RFEF con la idea de ser muy contundentes en su posición, y sin duda lo fueron. Congregados en la sede del CSD, los emisarios de las dos grandes organizaciones internacionales recordaron a los presentes que el desgobierno de esta última no es aceptable, no puede seguir así. Un ultimátum encima de la mesa, las cosas no solo tienen que cambiar, sino que tienen que hacerlo rápido y en la línea que se marque desde Suiza, donde ambas tienen su sede.
Es la UEFA, representada en la mesa por Luca Nicola y Angelo Rigopoulos, la que ha sido más dura en la conversación, especialmente Rigopoulos, director de integridad. Desde el organismo europeo han señalado una hipotética suspensión de la RFEF si no tiene presidente en 2024, y con esa decisión también se suspendería todo el fútbol en competiciones UEFA, tanto para la Selección como para los clubes.
Rigopoulos, al salir de la reunión, calificó de "muy positiva" la conversación de la tarde. "Una federación que no puede desempeñar sus obligaciones y sus deberes puede ser suspendida, eso pasó con otras federaciones europeas, no queremos llegar a este punto y por eso hemos pedido y tenemos ahora un compromiso de todas las partes de que un presidente será elegido lo más pronto posible", recalcó.
La FIFA fue menos dura. Emilio García Silvero y Rolf Tanner recibieron una pregunta por parte de la RFEF —que estaba representada por Jordi Aparisi y Álvaro de Miguel— sobre si había riesgo de perder el Mundial llegado el caso, algo que los representantes de la organización mundial descartaron. Sí que fueron contundentes en su opinión sobre el desgobierno de la RFEF, remarcan que la imagen es nefasta y que hay que solucionarlo. Que una federación no puede estar sin presidente.
"Ha sido una reunión muy productiva con la Federación y el CSD, hemos sido muy bien recibidos. Hemos tenido unas discusiones, diría más un debate, sobre la situación de la Federación Española de Fútbol, que tanto a la FIFA como a la UEFA nos preocupa mucho. Hace más de un año que está en situación de interinidad, la RFEF es una de las federaciones más importantes del mundo, si no la más, y es el momento de que tenga presidente", explicaba Emilio García Silvero, director legal de FIFA, a la salida.
En la reunión fueron positivos con el Consejo Superior de Deportes, con los que llevan meses dialogando. Entienden que pueden ayudar en la realización del proceso electoral y les otorgan credibilidad. Les han pedido que les ayuden, pues consideran que tienen medios suficientes para hacer este proceso más fácil. En la Federación, por su parte, se encomiendan a que la presión de la UEFA y la FIFA pueda desbloquear un proceso que ha sido complicado.
Exigen unas elecciones a presidente para que la Federación tenga una guía. Unos comicios completos, es decir, eligiendo previamente a la Asamblea que finalmente será la que designará el mandatario de la RFEF. Un proceso que tiene que concluir, según FIFA y UEFA, antes de que termine el año. No hablaron de nombres, incluido el de Pedro Rocha, solo piden que haya un proceso, que empiece en no más de 15 días y tenga final feliz antes de que acabe el año. El propio García Silvero, director legal de la FIFA, explicó tras la reunión con los medios que este debe ser el plan.
El problema del TAD
De no ser así, puede haber consecuencias. Una intervención de la Federación y, lo que es más importante, una posible suspensión del órgano, lo que implicaría consecuencias graves en el fútbol nacional, entre otras la posibilidad de que los clubes españoles salgan de las competiciones europeas.
Esta amenaza es algo más o menos habitual desde la FIFA y la UEFA cuando las cosas llegan al extremo, como en su visión está ocurriendo actualmente en la RFEF. Es más común que se ponga encima de la mesa a que luego se termine llevando a cabo, pues aunque existen en la hemeroteca casos de federaciones suspendidas lo cierto es que es algo poco común y nunca ha pasado con una del tamaño de la federación española.
El fútbol español queda en vilo y con la necesidad de adelantar unos procesos que se han enquistado en los últimos meses. La reglamentación federativa española establece que las elecciones deben ser en este año 2024, tal y como desean los organismos internacionales, pero una serie de impugnaciones y decisiones del TAD han hecho que esté en duda que todo eso se pueda llevar a cabo.
La FIFA y la UEFA llegaban a Madrid con la idea de presionar al Gobierno y a la propia Federación para que esos procesos que están parados se reactiven. Que la RFEF recobre una vida y una normalidad que hace tiempo que brilla por su ausencia.
Hay un problema añadido en todo esto. Aunque la FIFA y la UEFA quieran un proceso simplificado, rápido y sin estorbos, lo cierto es que es la propia legalidad española la que ha ido deteniéndolo. Porque el principal motivo por el que no hay un proceso electoral claro ahora mismo no es tanto la falta de voluntad de la RFEF como las impugnaciones de Miguel Galán. El azote federativo ha ido poniendo en conocimiento del Tribunal Administrativo del Deporte los diversos agujeros legales que iba encontrando y, en prácticamente todas las ocasiones, el TAD le ha dado la razón.
El problema puede ser que los deseos de los entes internacionales pueden chocar con la legislación española, la posibilidad de reclamar y parar el proceso está contemplada por el sistema —por el español y por cualquier otro democrático en realidad— y obviar esa parte de la realidad puede llevar tanto a la Federación como a los miembros del TAD a problemas judiciales posteriores.
García Silvero, a pesar de todo, cree que el CSD tiene opciones de ayudar en este frente. "Le hemos pedido al CSD y hemos recibido esta garantía, de manera muy positiva, de que tienen que estar en este proceso y tienen que ayudar a conseguir la estabilidad institucional de la RFEF. Obviamente dentro de la legalidad vigente y de las competencias que tiene el CSD. Lo entendemos, el CSD no es el TAD y el TAD no es el CSD. Pero estamos convencidos y ha sido la garantía de todo ello en esta reunión. Estaba el director general, pero también Vicente del Bosque, que para nosotros es la máxima garantía de todo, de que va a haber un proceso donde el CSD va a poder llevar de la mano a la Federación para garantizar un proceso democrático y que haya un nuevo presidente en un plazo máximo de tres meses".