Cuando un penalti no es un tiro de 11 metros sino un test de personalidad: "A Toni Fernández le ponemos vídeos de Wirtz y Foden"
El canterano, que renovó hasta 2028, está siendo una de las sensaciones en estas primeras semanas de Hansi Flick.
A veces un penalti revela una parte de la personalidad. No es solo un disparo desde 11 metros, sino la oportunidad para expresar la asunción del riesgo, para medir la incertidumbre y la presión. La elección del disparo a realizar es un mensaje de quien lo ejecuta. Toni Fernández (2008) sorprendió al chutar andando el penalti decisivo en el debut por la gira americana ante el Manchester City (2-2). Y no fue casualidad, sino la prueba de un cambio forzado que empezó a gestarse en agosto de 2022 tras un fallo ante el Espanyol. Allí, Toni empezó a caminar antes de chutar.
Toni Fernandez (2008)
— 𝙔𝘼𝙎𝙎𝙀𝙍 🦍 (@EYasseri_) July 31, 2024
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Fue un torneo en Sant Gabriel donde Toni Fernández falló el penalti en la final. Rápido, precipitado, sin darse tiempo a fijar al portero. Desde ahí, Toni empezó a trabajar en los penaltis de otra forma. Tras cada entrenamiento, tandas de cuatro penaltis en los que se buscaba que Toni rebajase pulsaciones. Empezó a andar. A jugar con el portero. Por eso, con 16 años y en el penalti decisivo en su primera gran oportunidad, el jugador hizo lo que viene haciendo cuando no hay focos encima. ¿La clave? Su innata capacidad para aprender y absorber información. "Es un superdotado tácticamente", comenta un ex entrenador suyo.
Un talento distinto que ya ha enamorado a Flick
El canterano es una de las sensaciones de la pretemporada. Hansi Flick se refirió a él en su primera puesta en escena como técnico en Barça One al citarlo como ejemplo del enorme talento que se encontró en los chavales. Toni cumplió los 16 hace menos de un mes, tras llevar unas sesiones con el primer equipo, y físicamente sorprende por lo liviano que es, alejado del físico de su primo Guille. Precisamente por esa inferioridad física, el talento brilla el doble, porque Toni carece de las ventajas físicas de los demás, y se abre paso desde su astucia, talento e interpretación.
Cuando se observa el juego de Toni, uno se queda prendado de su capacidad para flotar. El futbolista blaugrana es un híbrido entre un nueve, un extremo y un mediapunta, un jugador que ha ido madurando y creciendo a la hora de interpretar el juego. "Cuando llegó quería recibir siempre, tenía mucha incontinencia posicional, y con el tiempo ha ido entendiendo dónde y cómo recibir. Es un jugador magnífico para activar el tercer hombre y hacer jugar", cuenta un formador de La Masia. Bajo las órdenes de Pol Planas, técnico del Juvenil B, Toni Fernández ha ido sumando registros hasta ser un mix que hace difícil predecir su potencial.
Sesiones de vídeo individuales y Foden y Wirtz como espejos
Florian Wirtz y Phil Foden. Estos son los dos futbolistas con los que desde el Barça más se trabaja para que Toni Fernández pula y mejore su juego. "Intentamos comparar gestos y movimientos para que los mejores y trabaje, enseñándole muchos vídeos al jugador. En Foden su capacidad para perfilarse hacia su diestra y de Wirtz que no busque solo el pase para la pared, donde es excelente, sino también la profundidad", cuentan desde el club. Toni es un jugador muy futbolero, y busca fijarse en otros jugadores para poder mejorar su entendimiento del juego y trasladar al entrenamiento lo que ha visto por televisión.
Como le pasa a los muy buenos, Toni mejora cuando juega con mejores jugadores. "Hay veces que los compañeros no le siguen. Él va un paso por delante porque ve pases, movimientos y espacios que el resto no". De ahí que no vaya a ser extraño que si Flick le da confianza durante la gira, Toni siga sumando buenos minutos. Quienes le conocen destacan del canterano su enorme capacidad para procesar detalles del juego, como un GPS que va mejorando su fiabilidad, analizando rutas, detectando los caminos que hay que recorrer. "Mejora el plan de partido porque sabe situar a sus compañeros, es un gran comunicador. Lidera y en eso siempre ha sido muy bueno", cuenta un entrenador del fútbol formativo.
Toni Fernández es todavía un adolescente, cualquier análisis debe ser en condicional. Pero desde el club no dudan de que, en el sistema de Flick, su mejor posición es la de segundo punta. "Toni necesita participar dentro, en los cuadrados. No tiene desborde en parado ni amenaza al espacio y sufre si le abren y no le dejan participar. Él es buenísimo dentro, apareciendo, tirando paredes... Es muy vertical", cuentan desde el club. Ante el City, jugó en derecha, pero cayendo por dentro, un rol que le encaja y ya demostró su enorme capacidad con un magnífico pase de tres dedos para Pau Víctor.
Un plan para crecer y un talento innato
A su edad, el sentido común impulsa a pensar en condicional, porque son muchísimas las variables que se cruzan haciendo imposible trazar una línea de crecimiento. Siendo cadete de primer año, Toni marcó 29 goles en liga, una cifra que le valió el salto directo al Juvenil. "Tiene mucho gol, pero tiene que mejorar la definición al primer toque, el no abusar de pisar la pelota en área rival", comenta gente del club. De hecho, Toni Fernández está siguiendo un plan muy marcado en su desarrollo a la hora de pulir la agresividad en área contraria, de necesitar menos tiempo para armar la pierna y añadir agresividad a su finura.
Con el tiempo, se calma el carácter. En quien destaca desde temprano, como sucede con Toni desde que el Barça lo ficha en alevines del Espanyol, lo normal es el elogio y el halago dulce, pero las dificultades siempre aparecen. "Toni ha crecido mucho mentalmente. De ser un jugador que gestionaba mal la frustración a llevarlo de forma mucho más madura", apuntan desde el club. A Toni le puedes exponer en público, utiliza la reprimenda como arma para sacar su mejor nivel y entiende que se le exija más por su nivel. De ahí que su personalidad sea la de un líder prematuro, alguien que ve el juego antes que los demás y ayuda al resto a interpretarlo.
Titular ante el Olot en el primer test de la pretemporada y 45 minutos ante el Manchester City. Lo que es evidente es que a Flick le está encantando, y ve en Toni a un joven que procesa la información rápidamente y que técnicamente es capaz de hablar el mismo lenguaje que el resto. Es pronto y el club debe tratar a Toni Fernández con un mimo especial, pues físicamente está esperando dar el salto y hace unos meses estaba jugando en el Juvenil B siendo cadete. Que la excelencia de los Lamine, Cubarsí y Gavi no nuble el camino a recorrer por el resto, sea el que sea.