FÚTBOL

Tachi y la vida después del mordisco a Vinicius: "Hoy me sigue repercutiendo"

El futbolista atiende a Relevo desde Polonia, donde juega para el Wisła Cracovia.

Tachi, durante un partido con el Atlético de Madrid./Instagram: @albertachi
Tachi, durante un partido con el Atlético de Madrid. Instagram: @albertachi
June Lavín

June Lavín

Formado en la cantera del Getafe y del Atlético de Madrid, Alberto Rodríguez 'Tachi' (Fuenlabrada, 1995) se situó en el foco mediático el 2 de septiembre de 2018. En mitad de un encuentro entre el filial rojiblanco y el Real Madrid Castilla, el defensa español propinó un mordisco a Vinicius Junior, que anotó los dos goles del equipo blanco. A lo largo de su carrera, ha pasado por las categorías inferiores del Getafe y del Atlético de Madrid, llegando a debutar en Primera División con la camiseta del Alavés.

Ahora en el Wisła Cracovia, la mayoría de aficionados le recordarán por una acción que apenas duró unos segundos.Una gota de agua en toda su carrera que, en 2023, sigue dejando rastro: "A día de hoy me sigue repercutiendo". El Atlético lanzó un comunicado, pidió disculpas y lo vuelve a hacer ahora, pero las redes no olvidan cómo aquella mañana de septiembre, en un derbi de filiales, mordió la cabeza de Vinicius. Esta es la historia de Tachi, un chico que se esfuerza a diario para que cuando se retire sea recordado como un "trabajador incansable", aunque la sombra de aquel suceso lo impida por momentos.

"Empecé jugando al baloncesto en el equipo de mi colegio, pero terminé decantándome por el fútbol, porque rápido me di cuenta de que era lo que me gustaba. Del equipo de mi barrio, el Lugo Fuenlabrada, di el salto a las categorías inferiores del Getafe", comienza Tachi. Después de vestir la camiseta del cuadro azulón, un campeonato de España le llevó al Cerro del Espino: "Julián Muñoz, director de la cantera, le comunicó a mi agente el interés del Atlético. Fue un paso importante. Lo afronté con ganas, empecé a conocer los valores del club y, cuando pasas de una cantera como la del Getafe a la del Atlético, cambia todo bastante".

En su etapa en el Atlético de Madrid, Tachi aprendió "valores como el compañerismo, el esfuerzo o el trabajo en equipo", y es que para el excanterano rojiblanco, "eso es la base y algo en lo que "enfatizan mucho". Así, este tipo de contextos contribuyen a la hora de producir canteranos: "Salen grandes jugadores y eso es muy meritorio".

Pese a ir convocado con el primer equipo en varias ocasiones, abandonó el Cerro del Espino sin haber debutado a las órdenes del Cholo Simeone: "En el Atleti he vivido muy buenos momentos. No llegué a debutar en partido oficial, pero fui convocado varias veces con el primer equipo". En su etapa en el filial rojiblanco, Tachi recuerda con especial cariño su temporada en Juvenil División de Honor. "El año de categoría juvenil fue muy bonito, porque ganamos la liga y la Copa del Rey. Me quedo con esos momentos, aunque también con los malos, que son de los que más aprendes y los que más te hacen valorar los buenos", señala.

El Cholo Simeone, a ojos de Tachi

El Cholo Simeone es un icono del club. A los canteranos que subíamos a entrenar con el primer equipo nos pedía lo mismo que a sus jugadores: muchísima intensidad, sin miedo y tratar de dar siempre la mejor versión. Es un entrenador que saca el máximo rendimiento de sus jugadores y eso se nota, porque el Atleti lleva muchos años a un nivel muy bueno. Si tuviera que definirlo con dos palabras, sería 'el jefe'.

Tachi cambió Madrid por Vitoria-Gasteiz, con el objetivo de debutar en Primera División. "Después de jugar el ascenso a Segunda y no conseguirlo, no llegamos a un acuerdo con el Atlético de Madrid. Ese verano llegaron varias propuestas y me decanté por la del Deportivo del Alavés. Fue un paso grande, uno que debía dar en Primera División. En todo momento intenté adaptarme rápido y la sensación que tuve desde el principio fue muy buena. Pasé muy buenos años allí".

Ya en LaLiga Santander, vistiendo la elástica del conjunto vitoriano, Tachi dispuso de un papel secundario. "No jugué los minutos que deseaba y no tuve mucha presencia en los onces, pero entrenaba al cien por cien día a día y esperaba que llegase mi oportunidad. Quieres jugar, entrenas bien, deseas participar y cuando no pasa, duele. El trabajo diario es muy importante y todo llega, así entiendo yo el fútbol", afirma. En las filas del Alavés, el exfutbolista del Atleti coincidió con Víctor Laguardia, capitán babazorro: "En el vestuario, es una de esas personas que siempre dan buenos consejos. Le estoy muy agradecido, era un referente en Vitoria-Gasteiz y siempre me he intentado fijar en él".

"A día de hoy, lo que pasó con Vinicius me sigue repercutiendo. Lo sufrí más por mi familia que por mí mismo"

Alberto Rodríguez 'Tachi' Futbolista del Wisła Cracovia y canterano del Atlético de Madrid

En septiembre de 2018, Tachi recibió un sinfín de críticas después de propinar un mordisco a Vinicius en la disputa del derbi. "Es un acto del que no me siento orgulloso. Hablé con Vinicius y le pedí disculpas, pero por la repercusión que tiene el jugador se hizo una bola. A día de hoy es algo que me sigue repercutiendo. Era joven, de los errores se aprende y eso me ha ayudado a mejorar y a ser mejor futbolista. Lo zanjamos durante el partido y se aclaró todo", reconoce. Además, añade: "Recibí mensajes de todo tipo, es algo que no se puede controlar. No tienes por qué aguantar todo tipo de insultos, que fue lo que ocurrió cuando pasó lo de Vinicius, por mucho que seas futbolista profesional. Lo sufrí más por mi familia que por mí mismo".

Tachi propina un mordisco a Vinicius. Captura Real Madrid TV
Tachi propina un mordisco a Vinicius. Captura Real Madrid TV

Después del Deportivo Alavés y de su cesión al Fuenlabrada, Tachi estuvo seis meses parado y sin equipo. Sin embargo, "surgió la oportunidad de venir a Polonia, al Wisła Cracovia, y no me lo pensé", ya que "es un equipo histórico" que ahora mismo milita en la I Liga, segundo peldaño del fútbol polaco (algo equivalente a LaLiga SmartBank). "Estoy muy contento con la decisión que tomé. El fútbol polaco es diferente al español; es mucho más físico, los jugadores son auténticos atletas, la afición es muy buena, el seguimiento... A nosotros han venido a vernos 20.000 personas. Es un ambiente muy bueno", finaliza.