Un día en el pasado de Salma Paralluelo: "Estuvimos a punto de ser desahuciados... Fue una gran lucha y ahora se ven los frutos"
La estrella del Barça tuvo una infancia complicada y el deporte fue su "escape". Su hermano, su profesora y sus entrenadores en fútbol y atletismo lo recuerdan: "Siempre tuvo algo especial".

Dicen que el pasado te define. Que sus pequeños o grandes matices te convierten en lo que eres a lo largo de tu vida. Salma Celeste Paralluelo Ayingono (21 años), más conocida como Salma Paralluelo, sería buena muestra de ello, con una resiliencia que no es casual. Miramos por una rendija para entender y descubrir cómo fueron sus inicios. Y descubrimos mucho más que la historia de una futbolista que ha derribado muros para llegar a lo más alto. De padre catalán y madre ecuatoguineana, la estrella del Barça y de la Selección nació en Zaragoza. Allí es referente, da nombre a campos de fútbol e incluso ilustra, con su imagen, algunas de las paredes de la ciudad.
Antes de la Supercopa, que fue su primer título como azulgrana en 2023 tras un verano en el que tuvo que elegir entre el fútbol y el atletismo y entre el Barça y el Real Madrid -rival en la final de esta edición en Butarque-, nos perdemos durante horas entre sus recuerdos. Para ello, nos acompañan su hermano mayor, José Jaime, su profesora de Lengua Española y Literatura en el instituto, Pilar Meléndez, su entrenador de atletismo, Félix Laguna, y uno de sus primeros técnicos en el fútbol, Carlos Roldán, del Zaragoza CFF. El desenlace de cada uno de los citados dilemas ya es historia. Salma lo ha ganado todo y tiene esa aura por el que se prevé que llegará aún más alto.
Su historia adquiere aún más fuerza a través de su infancia, con problemas económicos en su familia, una pasión desmedida por el deporte, en el que compaginó sin descanso dos disciplinas, y la seguridad unánime de que llegaría muy lejos en lo que quisiera. "Siempre tuvo algo especial", cuenta a Relevo su hermano mayor, quien rememora aquellas noches en las que él, Salma y el pequeño de los tres hermanos, Lorenzo, se evadían de todo bajo el paraguas de los sueños.
De mayor, quiero ser Neymar... y fue Salma Paralluelo
"Dormíamos los tres juntos en la misma habitación. Teniendo más habitaciones, queríamos dormir juntos. Hablando por las noches, soñando lo mismo, con ser Neymar. Nos gustaba mucho Neymar", confiesa, al tiempo que admite que el deporte y, más concretamente, el fútbol siempre un refugio para los tres en medio de aquella época complicada: "Cuando haces deporte, no piensas en nada. No piensas ni en lo malo ni en lo bueno. Estás contento. Estás feliz. Nos hemos evadido mucho en eso".
De fondo quedaba una situación complicada en casa, donde eran felices y tenían el cariño de su padres. Y donde faltaba dinero para llegar a fin de mes. "Esa época te hace más maduro. Escuchas a tus padres y, aunque eres pequeño, te intentas evadirte un poco. Son momentos duros y tú lo sabes y estás nervioso. Igual no duermes por la noche. Tampoco entiendes mucho cuando tienes esa edad. Al final era ponerse sobre la mesa: a lo mejor tenemos que irnos de casa. Era ese miedo, que por suerte no pasó", explica José Jaime.
Su mirada esconde todo lo que ningún niño tendría que vivir. Ese peso incalculable de quien ve luchar contra todo a sus padres por su felicidad. "Mi padre ha hecho tanto como mi madre, que se tuvo que marchar a trabajar fuera. Él estuvo 24 horas con nosotros. Hacernos la comida siempre, estar pendiente… Mi padre se multiplicaba para llevarnos a todo. El deporte se convirtió en nuestro refugio. Ha sido fundamental en nuestras vidas. Y lo de mi madre, no lo piensas, pero sí que es verdad que nos hemos criado sin mi madre. Y, obviamente, muchas veces nos ha faltado nuestra madre. Un abrazo. Que esté ahí, pero sabíamos por qué era", relata.
«Estuvimos a punto de ser desahuciados»
Recapitulamos en la historia. De dónde viene todo esto. ¿Quiénes son los Paralluelo Ayingono? José Jaime coge aire y trata de resumir, en pocas palabras, la esencia de una familia luchadora de principio a fin. Empezando por su madre, que dejó Guinea Ecuatorial en busca de la felicidad en España. "Cuando hacíamos las cosas mal, mi madre siempre decía que nos iba a llevar a Guinea Ecuatorial para que valorásemos lo que teníamos. Que aquí no sabemos lo que es el hambre y la lucha de verdad", afirma sobre su madre, Diosdada, quien tuvo que trabajar duro vendiendo de todo en su país para pagar a una persona y que esta le trajera a España. Aquí, sin papeles ni trabajo y con apenas 20 años, vivió durante un tiempo en casa de unos familiares hasta que pudo empezar a construir su vida. De la nada.
"Ella tuvo que luchar para salir de África y luchó también para formar una familia y criar a sus hijos. Mis padres pasaron por malos momentos, estuvimos a punto de ser desahuciados y tuvimos problemas económicos durante varios años. Mi madre tuvo que irse a otro país para poder darnos una mejor vida y poder hacer que comiéramos y todo eso para que pudiéramos cumplir nuestros sueños, ir a clase como cualquier niño normal... Al final, consiguieron criarnos a todos como cualquier otra persona. La verdad que es una gran lucha y obviamente ahora se ven los frutos de que estamos muy bien todos", cuenta antes de dar paso a un silencio que lo dice todo.
Un barrio «de clase baja» en el que su fútbol da «confianza»
Llegamos a Zaragoza en el primer AVE y nuestra primera parada es el instituto de educación secundaria Francisco Grande Covián del barrio de Las Fuentes. El centro recuerda con orgullo haber formado en una etapa de su vida a Salma. El gimnasio lleva su nombre, luce algún que otro trabajo sobre la jugadora en las paredes de sus pasillos y, en el patio, un gran mural con su imagen con la Copa del Mundo que ganó en 2023 con España muestra ese camino que da fuerza. Los sueños sí se cumplen.
"Fui profesora de Salma hace ocho años. Era una chica encantadora y muy curiosa. A todas las preguntas ella siempre intentaba contestar y esa curiosidad le llevaba a querer saber más. Era un poquito introvertida", la describe su profesora de Lengua Española y Literatura, Pilar Meléndez, quien asegura que era una niña "aplicada, buena estudiante y que sacaba buenas notas" y quien sonríe al hablar sobre las buenas marcas de la atacante del Barça en Educación Física: "Destrozaba el cronómetro corriendo".
No obstante, hubo un momento de inflexión en todo esto: "Cuando se le cataloga como alumna de alto rendimiento, los exámenes ya no los podía hacer con el resto de compañeros, había que buscarle días especiales, aulas especiales, aprovechar cuando ella volvía y claro, eso repercutió un poquito en su rendimiento y en sus calificaciones. Aun así todo, ella siempre intentaba esforzarse al máximo y poder llegar".
El espíritu de Salma late cada día en este instituto del humilde barrio de Las Fuentes, una zona de "clase social baja" en el que la actual futbolista del Barça y de la Selección representa esa fuerza de quien se ha forjado sus propias oportunidades. "Hay que reforzar entre los alumnos que, con esfuerzo y trabajo, situaciones adversas de la vida se pueden superar. Ella es un ejemplo que tenemos", subraya Meléndez, que nos enseña el centro junto a la directora, Mónica Aguilera.
Una visita en la que también conocemos a varias de las niñas que sueñan ser como Salma en el fútbol. "Verla jugar me da confianza", apunta Manal, que juega en el San Gregorio. "Me encanta verla jugar, con ese desparpajo que le da igual todo", continúa Vega, que lo hace en el Zaragoza CFF, donde coincidió con Salma, ambas en categorías diferentes.
«Venía y hacía caños a todo el mundo... Yo hacía trampas para ganarle»
¿Pero dónde empezó a jugar Salma? ¿Qué fue primero: el fútbol o el atletismo? La siguiente parada en Zaragoza responde a estas preguntas. José Jaime, tres años mayor que Salma, nos espera en una pista de fútbol callejera del parque de La Granja de San José. El lugar no es casualidad. "Aquí empezó todo", nos dice. Y prosigue: "Le gustaba más el fútbol a ella que a mí. A los pequeños no le dejaban jugar en esta pista, pero a ella sí le dejaban. Desde pequeña apuntaba maneras. Era muchísimo mejor que yo y que casi todo el mundo. Venía aquí y hacía caños a todo el mundo y nos jodía sí", rememora. Y admite que se "picaba mucho": "Yo hacía trampas para ganarle. Digo, ¿no le puedo ganar normal? Pues hacer trampas, a ver si así gano. No quedaba otra".
Mientras pasea por el cemento de la pista, José Jaime se ríe al volver a aquellos días: "Me acuerdo que una vez dijimos de jugar los tres hermanos. Y no nos sacaba nadie. Aunque no lo creas, aquí había nivel. O sea, jugábamos reyes de la pista, contra mayores. Pero nosotros, como nos entendíamos, éramos hermanos, ya sabíamos cada uno donde va, de jugar los tres y eso era súper bonito. Veníamos de camino a la pista y los tres íbamos dándonos toques y diciendo las jugadas que haríamos luego".
Justo enfrente de la pista está el Centro Deportivo La Granja, donde la actual futbolista del Barça práctico tanto atletismo como fútbol sala. Porque sus inicios como la pelota empezaron sobre el parquet, con el Inter Sala. Después, llegó el San José, ya de fútbol once. "Para entonces ya hacía atletismo, pero le picó el gusanillo del fútbol porque le decían que era muy buena". En este momento, la vida de Salma se vuelca por y para el deporte. Era su felicidad. Unos días, fútbol, otros, atletismo y, entre tanto, madrugaba para estudiar y poder sacar adelante sus estudios en el instituto. Y aquí es donde no quedaron dudas de que Salma llegaría dónde quisiera ella misma. Sin techo.
Félix Laguna, su padre deportivo
"Nadie le dijo que se levantara a las cuatro y media de la mañana para estudiar. Fue decisión suya. Ella se daba cuenta de que llegaba a las nueve o diez de la noche, muy cansada, cenaba, y se tenía que acostar. Entonces, tenía que madrugar para llegar al colegio con los deberes hechos. Y no fue su padre el que se lo dijo, fue ella la que tomó esa decisión. ¿Qué persona, a esa edad, trece o catorce años, hace eso? Entonces, ahí demuestra la madurez que ella tiene", indica Félix Laguna, que profundiza en esta personalidad: "Por su situación familiar, maduró muy pronto. La vida le enseñó que si no se esforzaba, no podía conseguir las cosas. Estuvieron a punto de perder la casa y el deporte les salvó. Fue su vía de escape".
Félix se emociona. "Es como una hija para mí", apunta. Desde aquella llamada, cuando era director de la Escuela Scorpio, el entrenador vivió momentos inolvidables en la pista junto a Salma Paralluelo, a la que entrenó durante cuatro años. "No he visto nada igual. Y menos a esas edades. Te explico. Ya con 15 años y, sin entrenar un día, consiguión el récord absoluto de 500m. Luego, la capacidad de aprender. El hambre por destacar. El hambre por lograr ser la mejor del mundo en todo lo que haga. Porque ella quiere ser la mejor. Que le paguen más para ella no es tan importante. Lo importante es poder ser la mejor del mundo. Desde pequeñita lo decía en las entrevistas que le hacían. Lo decía con 13 y 14 años. Estaba predestinada esta chica".
"Perdona... Es especial", nos dice con un nudo en la garganta y los ojos llorosos. Laguna se considera, y así también lo siente Salma, su padre deportivo. Fue el entrenador que más ha marcado su carrera. En atletismo también le entrenó Ricardo Gimeno, del San José, pero fue Félix quien asumió la etapa de mayor crecimiento. También la más delicada.
"Cuando me llamó su padre me dijo que el problema es que no tenían dinero. Le dije que no se preocupara. Y luego me contó otro problema más. Y es que, además de no tener dinero, tenía que ir los lunes, los miércoles y los viernes al fútbol, y los fines de semana tenía partidos de fútbol. O sea, sólo podíamos tenerlas dos días a la semana, y no siempre. Le dije: 'algo haremos, que venga'. Yo no sabía que era Salma, a la que conocía de haber visto en alguna carrera", puntualiza, tras no poder quedarse con un momento que le marcara más junto a Salma, con la que sigue guardando una buena amistad.
"El mejor recuerdo son los abrazos con ella cuando conseguía algo. Aprendía rápido. Por ejemplo, ella pasaba las vallas con la pierna izquierda, la derecha la tenía para arrastrarla, y entonces en las cuatro vallas tiene que combinar las dos piernas. En cuatro sesiones, cuatro sesiones, ella logró pasar tanto con la pierna derecha como con la izquierda", destaca.
Seis goles en un partido y el «duro» salto al Villarreal
De manera simultánea, Salma fue creciendo en el fútbol, dando el salto del San José al Zaragoza CFF, mejor club de fútbol femenino en Aragón. "Tenía un desparpajo y un descaro que a otras niñas no se les veía en esa edad. Al final no dejaba de ser una niña de 13 años y competía en la categoría en la que estábamos. Era ya desde 13 años en adelante absoluto, que podían competir contra mujeres de 30, contra otras chicas de 25 y para nada se amedrentaba", asevera Soy Carlos Roldán, entrenador del filial del Zaragoza CFF que dirigió a de Salma en las temporadas 2017-18 y 18-19.
"Marcó muchísimos, marcó muchísimos y muchos fueron golazos. Cuando cumplió los 15 años ya podía competir en categoría nacional e iba a pasar con el primer equipo. Le dijimos desde el primer día que si iba a jugar solo seis partidos con nosotros tenía que meter 15 goles. En el quinto partido, marcó seis goles, la quitamos a mitad de la segunda parte, se sentó en el banquillo y nos dijo: 'Ya los tenéis'. Así como si nada", declara Roldán, que insiste en esa "madurez" forjada por la situación familiar que vivía.
El siguiente paso fue el Villarreal, con el que ascendió a Primera y vivió los dos momentos más duros de su carrera: una lesión en el cruzado y la decisión de dejar el atletismo. "Fuimos todos juntos. Ella siempre decía, donde vaya, voy con mi familia. Para mí lo de Villarreal fue duro. Además yo tenía 19 años. O sea, ya no ves a los amigos, encima fue la pandemia, la lesión... Fue duro, pero yo sabía que era porque ella quería cumplir un sueño. Nos fuimos todos y había que apoyarla. Es un sacrificio. Pero es que sabíamos que ella tenía algo para poder conseguirlo. Como cuando alguien te transmite que va a ser importante. No teníamos dudas", expone José Jaime.
«El día que firmó con el Barça estaba llorando por si no estaba haciendo lo correcto»
El hermano de Salma regresa también a aquel momento en el que tuvo que dejar el atletismo para firmar un contrato profesional con el Barça. También tenía, sobre la mesa, una buena oferta del Real Madrid. Pero tanto ella como su familia eran del Barça. "Mi padre es el del Barça y nos lo transmitió a todos", argumenta José Jaime, que también disfrutaba del atletismo junto a su hermana: "Me da pena que ya no corra porque me gustaba mucho verla correr. Era emocionante y siempre daba carrerones".
Desde Zaragoza, Félix Laguna vivía la situación con dolor: "Estuvimos llorando unas noches y negociando si a lo mejor podía volver después. Yo le propuse que lo hiciera al revés, que primero se dedicara al atletismo y, luego, al fútbol. Que le daría tiempo y yo me encargaría de su preparación, inclusive técnica, a nivel futbolístico, para que llegara. Después de unas noches, ella ya llorando, me dijo que se había decidido por el fútbol". Salma dejó el atletismo y estampó su firma en un acuerdo de estrella con el Barça.
De aquel contrato a ganarlo todo, empezando por la Supercopa en enero de 2023. Después, llegaron dos Ligas, una Copa de la Reina, dos Champions y, con la Selección, un Mundial y una Nations League, siendo una de las fijas en la Absoluta. Antes, durante su etapa como atleta también logró éxitos, como el Mundial Sub-17 y Sub-20 con las categorías inferiores de España. Además, ha estado en el podio del Balón de Oro en los últimos dos años y apunta a favorita para ganarlo en el futuro. "Se siente mucho orgullo. De ver que lo que tú creías que podía pasar, al final se ha hecho realidad", dice su hermano, que está cerca de ella en cada momento: "Cuando es un partido así importante, una final o algo así, sí que le digo: 'Si se pone complicado, como decía el abuelo, aprieta las garras y para adelante'".
Ahora, tras superar unos meses de readaptación en los que Salma ha trabajado al margen de sus compañeras en un plan específico, la aragonesa quiere recuperar el tiempo perdido. Su regreso ha dejado ya tres goles en esta arranque de 2025, recuperando poco a poco el protagonismo en el once del Barça. Quiere seguir creciendo y nadie tiene dudas de que lo conseguirá. Como la define Félix Laguna, quien le conoce bien: "Es un talento a todos los niveles. Por eso te digo que en el fútbol todavía no ha dicho todo lo que puede".