SEGUNDA RFEF

Un equipo fundador de LaLiga y un estadio mundialista compiten por el ascenso a Primera RFEF en un final digno de Premier League

El Europa y el Hércules se jugarán el campeonato en la última jornada de competición regular.

El Nou Sardenya del Europa, lleno hasta la bandera. /CE EUROPA
El Nou Sardenya del Europa, lleno hasta la bandera. CE EUROPA
Marc Mosull

Marc Mosull

El grupo 3 de Segunda RFEF está que arde. Hasta hace una semana y a falta de solo dos jornadas, los cinco primeros clasificados estaban en un puño: todos ellos tenían opciones de ganar el campeonato y de subir de forma directa a Primera RFEF en una suerte de Premier League catalán-valenciano-balear. Tras la disputa de la penúltima fecha se ha aclarado un poco más el panorama, pero todavía hay mucha tela que cortar en la parte alta de la tabla. Más allá de lo numérico, el desenlace de la competición esconde filias, fobias y rivalidades encarnizadas -históricas y modernas- entre los distintos clubes que aspiran al ascenso.

Vale la pena recordar que solo sube de forma directa el campeón, los cuatro siguientes clasificados deberán superar dos eliminatorias de playoff para llegar a la categoría de bronce del fútbol nacional. La posición en la tabla estipula la entidad de los cruces y el orden de la eliminatoria. Además, en el caso de terminar el marcador global en empate, y de la misma manera la prórroga, se proclama vencedor el equipo mejor clasificado en la liga regular. Si ambos contendientes ocuparon la misma posición, -en distintos grupos- entonces sí se decidiría a penaltis.

A falta de una sola fecha por disputarse, el líder es el Hércules (62 p), que depende de sí mismo para ascender. Le sigue el Europa (60 p), que también mantiene opciones de proclamarse campeón. El Lleida (58 p) es tercero, por delante del Badalona Futur (56 p) y del Sant Andreu (55 p). Todo puede pasar en una jornada unificada que se disputará el próximo domingo a las 12 de la mañana. Los focos estarán puestos en Alicante y en el barrio barcelonés de Gràcia.

El Rico Pérez estará hasta los topes

En menos de diez horas, el Hércules, el único valenciano de los cinco primeros, agotó todas las entradas disponibles -a 15 euros- para la final del domingo. Se espera un ambiente de lujo en el Rico Pérez, un estadio que fue sede del Mundial 82 de España y que no hace tanto era de Primera División. Alrededor de 30.000 espectadores vivirán el partido que le puede valer al club su primer ascenso en casa en 18 años. Su rival, el Lleida, que tras caer como local contra el Europa perdió sus opciones de subir directo, precisa de un triunfo para aspirar a la segunda plaza y mantener, al menos, la tercera posición.

"¡No dependemos de nadie para llenar el estadio! ¡Solo de ti!", de este modo promociona el Europa su último partido de liga en el Nou Sardenya, un coqueto estadio con capacidad para 4.000 espectadores encajado entre bloques de edificios en la vila de Gràcia, en el corazón de Barcelona. El Europa, uno de los diez equipos fundadores de LaLiga en 1929, es, junto al Sant Andreu, el máximo exponente del fútbol popular en la Ciudad Condal. Este domingo, el equipo eskapulat, que es recién ascendido a Segunda RFEF, se enfrenta al filial del Espanyol, que ya no se juega nada. Los europeistes necesitan ganar y esperar que el Hércules empate o pierda -le tienen ganado el goal average- para ascender sin pasar por la promoción. Será una matinal de transistores en el barrio de Gràcia.

El playoff, en llamas

Hace cuatro jornadas, daba la sensación que el principal candidato al ascenso directo era el Sant Andreu porque había tumbado al Lleida, venía con la flechita para arriba y, a priori, tenía el calendario más benévolo de los cinco primeros. Pero desde entonces, solo ha sumado tres puntos de doce y, ahora, debe conformarse con aspirar a la tercera plaza. Para lograrla, deberá ganar en el campo del Andratx, ya salvado, y esperar al resultado del Lleida y del Badalona Futur. Por cierto, la UESA -así se conoce popularmente al Sant Andreu-, que también es un equipo recién ascendido, guarda una profunda rivalidad con el Europa. Se odian. El derbi local es uno de los más sentidos de Cataluña; fútbol modesto en esencia.

Antes de la marcha de Ferran Costa al Andorra, el Badalona Futur era líder indiscutible de la competición, pero desde la salida de su entrenador no ha logrado ni un solo punto. Intentará sumar en el campo de La Nucía, colista ya descendido, para atar la cuarta posición y tratar de asaltar la tercera, en posesión del Lleida, que es el equipo histórico de la provincia y que hace 30 años subió a Primera División.

Badalona Futur - Lleida, una rivalidad moderna

El Badalona Futur, propiedad de Toni Freixa, es un equipo de reciente creación que apenas tiene masa social. Con casi total seguridad, la temporada que viene venderá su plaza de Segunda RFEF- o Primera, en caso de ascenso- al Atlètic Lleida, una entidad, fundada en 2019 por empresarios de la zona, que aspira a convertirse en el primer equipo de la provincia por delante del club de toda la vida, el cual reivindica su sitio y denuncia intrusismo. Todo ello ha generado una nueva rivalidad entre el Lleida y el Badalona Futur, exponentes de lo histórico y lo moderno en el contexto del fútbol modesto catalán.

Con todos estos ingredientes futbolísticos y sociales se decidirá este próximo domingo el ascenso directo y las plazas de playoff en el grupo 3 de Segunda RFEF en un final digno de la Premier League.