Javier Saviola: "Xavi es quien estuvo más cerca en el momento más duro de mi vida"
El exfutbolista argentino de Barça y Madrid, entre otros, habla de su paso por ambos clubes y analiza las claves del Clásico.
Javier Saviola (Buenos Aires, Argentina 11/12/1981) llegó a nuestra liga con apenas 19 años, después de ser el futbolista revelación con River. A los pocos días, recibió la noticia más triste de su vida, y allí estaba el entrenador actual del Barça para acogerlo en su familia. Años más tarde se reencontraron mientras él entrenaba al Juvenil A en La Masia. Con él charlaban de unos chicos que despuntaban con el argentino. Unos chicos llamados Pau Cubarsí o Lamine Yamal.
Sus inicios y anhelos en el fútbol 'potrero', cómo lograr ser querido tras pasar por Barça y Madrid, su experiencia como entrenador de la cantera azulgrana, la mística blanca o por dónde pasa el Clásico, lo charla en Relevo.
Estás igual que siempre, pero los años también corren para el 'Conejo' Saviola.
Estoy muy contento en Andorra, con la familia y ahora involucrado en la Liga como embajador, comentando los partidos de Champions con Movistar, y jugando de vez en cuando para no perder la forma.
¿Has aparcado los banquillos?
Por el momento sí. Estuve el pasado con el juvenil del Barça, y fue una experiencia impresionante entrar en el engranaje de La Masia y tener la oportunidad de estar muy cerquita de chicos como Lamine y Cubarsí, que luego debutaron. Pasaron por nuestras manos y sinceramente fue espectacular, aprendí mucho. Tenía un staff que me enseñó un montón. Ahora estoy más metido en la comunicación.
Conociendo el Barça y sobre todo a Xavi, ¿comprendes su decisión de dejarlo en junio y su angustia?
Él es muy fanático del Barça, nació y se crio en un club que te requiere siempre resultados y la gente te espera. Por momentos vemos a un Xavi que no conocíamos, llevándose por la pasión y viviéndolo desde el banquillo a full. Creo que ahora en el futuro debe ver lo mejor para él, ya sabe cómo se vive el banquillo del Barça. Una cosa es estar adentro, y para su futuro lo mejor es tomar una decisión más desde lo personal que desde lo futbolístico.
¿Crees que se puede llegar a disfrutar entrenando al Barça?
Es muy difícil en el Barça y en todos los equipos. Esta semana vimos a Guardiola totalmente nervioso. El fútbol te lleva a tener esos momentos en los que pierdes los nervios y la adrenalina la tienes a mil. Hay tanto en juego que es normal que pasen estas cosas. Por mucha sangre fría que tengas, tienes que dar ejemplo y ser un caballero.
¿Cómo se fraguó tu fichaje por el FC Barcelona?
Al principio no me lo creía. Con 19 años estás en una burbuja. Me acuerdo que todo esto pasaba mientras jugaba el campeonato con River y sabía que habían venido a verme gente del Barça. Fue ya en el Mundial sub20, que para mí era como una prueba para irme al Barça, y ya sabía que el rumor era muy fuerte. Jugué con esa motivación. Ahí fue el inicio de las negociaciones.
Y al llegar a Barcelona, tu compañero de habitación era justamente Xavi Hernández.
Sí, mi gran amigo junto con Pablo Aimar. Xavi fue una persona que me ayudó muchísimo en momentos complicados. Él y su familia se han brindado muchísimo conmigo. Siempre hablo de él como persona, porque ya sabemos que fue de los mejores centrocampistas. Fue lo mejor que me podía haber pasado: entrar y encontrarme con una persona como él. Conseguí una adaptación muy rápida con 19 años.Yo ni había salido nunca de Sudamérica.
Además, estabais juntos en el peor momento de tu vida, cuando fallece tu padre.
Estábamos juntos en la habitación y recibimos esa llamada para que me volviera a Buenos Aires. Se había desencadenado el peor de los escenarios. Xavi fue quien estuvo más cerca. Él y su familia para protegerme. Me sentía con un dolor tremendo, pero siempre lo tuve a él cerquita.
"Nos íbamos a una vida distinta, cruzábamos a otro continente, así que te sientes completamente solo, y fue durísimo"
¿Cómo lo llevaste y cómo se repone un chico tan joven a algo así en un momento tan crucial?
Fue durísimo porque no estaba preparado para eso, necesitaba ese bastón, más siendo alguien tan decisivo como es un padre, en sus consejos, su forma de ver la vida… Sabía de su enfermedad, llevaba un tiempo largo luchando y sabía cuál iba a ser el final, pero como familia no estábamos preparados para perder a alguien tan importante. Nos íbamos a una vida distinta, cruzábamos a otro continente, así que te sientes completamente solo, y fue durísimo. Siempre digo que me ayudó el momento de adolescencia en el que estaba, y ver que tenia que optar en dedicarme al fútbol y tratar de aparcar ese dolor. Aunque en algún momento necesitas largarlo afuera de alguna manera, y tuve a un especialista que me ayudó.
Coincides con jugadores como Lamine entrenando al juvenil. ¿Te recordaron a ti con tu edad?
Vienen muy distintos, porque el fútbol cambió un montón todo y ahora vienen preparadísimos. Desde chiquitos, con ocho o diez años ya hay representantes buscando por todos lados a jóvenes promesas, tienen psicólogo, nutricionista, neuropsiquiatra… En River, en el año 98 no existía nada de eso.
¿Quizás vosotros erais futbolistas más 'puros'?
Diría que era todo todo más natural, se vivía de otra manera. Me acuerdo que salías del vestuario y tenías a toda la gente afuera, ponían una vaya y te quedabas ahí firmando autógrafos, ahora los aficionados no pueden ni entrar a las inmediaciones. En aquellos años se vivía el futbol de manera más sencilla. Ahora todo vuela y al minuto se sabe todo lo que hace y no hace un jugador. Los jugadores que tuvimos como Cubarsí, Lamine, Marc Guiu… Contaban con una cabeza tremenda, son chicos muy bien protegidos por sus familias y con una madurez tremenda, y con una convicción de saber cuál iba a ser su rumbo. Una vez que Xavi empezó a llamarles para el primer equipo nos contó lo sorprendido que estaba, por lo preparados que venían.
No te sorprende entonces ver jugar a Cubarsí como un veterano, ¿no?
Sorprende porque uno está preparado para llegar a primera, pero como ex jugador sabemos que hay que mantenerse. Estos chicos vienen a un ritmo frenético, parece que tuvieran más años, Cubarsí juega como un central de toda la vida en el Barça. Y está compitiendo con los mejores del mundo. Se le ve con mucha personalidad y centrado, el Barça lo que busca también son jugadores que no ocasionen problemas.
Como azulgrana, cuando se acercaba un Clásico, ¿el Barça le tenía más miedo al Madrid o viceversa?
No, sinceramente no lo veo así, son Clásicos y sabemos que en los últimos años fue muy parejo, después de la era entre Messi y Cristiano, que era espectacular y estábamos ante la rivalidad más grande de la historia. No se puede decidir cómo va a terminar con claridad, cómo va a terminar uno u otro.
"Antes salías del vestuario y tenías a toda la gente afuera, ponían una vaya y te quedabas ahí firmando autógrafos, ahora los aficionados no pueden ni entrar a las inmediaciones"
¿En el Madrid se respiraba algo muy distinto en Champions?
Si, si, lo sabemos todos. Lo que todos vemos, una mística, maneja como quiere la Champions, tienes que matarlo tres veces. Es un equipo que saca algo distinto a los demás. La mentalidad, cuando las cosas no se dan, el Madrid es ese que sigue compitiendo. El mejor ejemplo es el ultimo partido contra el City, un equipo que te somete todo el tiempo, te crea opciones de gol, te mete en tu portería, todo el mundo antes del partido daba por favorito al City… Pero al Madrid no puedes darle por muerto: nunca jamás.
¿Salías con más seguridad a jugar la Champions con la camiseta del Madrid?
En mi caso no, porque jugaba en los dos más importantes el mundo, me sentía cómodo. Por las Champions que tiene el Madrid y esa mística de la que hablamos te lleva a pensar que en algún momento las cosas van a salir. Luego tanto en el Madrid como en el Barça, aunque ganes y no juegas bien, hay reproche.
¿Cómo se afronta un Clásico en este caso, para un equipo que viene de una hecatombe, y otro en pleno subidón, pero desgastado físicamente?
En estos casos es donde tiene mucho que ver el staff, vienes de una eliminación de Champions, donde la ilusión era muy grande y el cuerpo técnico tiene que estar más atento que en otros momentos y más enfrentándote al Madrid que viene e que todo se le ha puesto cuesta arriba, eliminando al City… Lo que mejor puede hacer es trabajar las cabezas, más que lo futbolístico. Vienen de un esfuerzo tremendo y con rodaje, es el momento ideal para poder ayudar a los jugadores.
"Lo que mejor puede hacer Xavi es trabajar las cabezas, más que lo futbolístico. Vienen de un esfuerzo tremendo"
¿Y el Madrid estará cansado? ¿Qué partido crees que nos espera?
Va a ser emocionante porque el Barça quiere reivindicarse y decir somos un equipo para afrontar esta situación y el Madrid se seguir con la euforia. Es decisivo porque si el Madrid gana, la liga prácticamente la tiene sentenciada o el Barça tiene la posibilidad de acercarse, se pueden poner a cinco puntos y hemos visto de todo en el fútbol. Uno que quiere dar el golpe sobre la mesa como grupo, y el otro que está para ganar la liga.
¿Qué futbolista te gusta porque te recuerda a ti, al menos en jugar con ese desparpajo?
Julián Álvarez me encanta. Es de esos que me gustan. Delanteros que se tira unos metros más atrás y pueden llevar peligro de distintas maneras, no me gusta tanto el 9 de área, si le enfocas en el gol lo hace muy bien y en unos metros más atrás te genera peligro, una pared, una asistencia…
¿Qué piensas cuando se dice que la llegada de Mbappé puede ser un problema para el Madrid?
Siempre se dice que no va a tener lugar y luego se les encuentra lugar enseguida. Los grandes jugadores encajan donde sea. El Madrid ya sabemos que cuando compra, por algo lo hace, y a la mayoría de jugadores les va bien.
Te fuiste al Madrid después de tu paso por el Barça, y sin embargo eres de los pocos a los que se les sigue queriendo en los dos bandos. ¿Cómo se consigue?
Sí, porque en el momento que me fui del Barça lo hice agradecido, lo dije, y expliqué que lo único que quería era que continuase mi carrera, y si viene un equipo como el Madrid es muy difícil decir que no. No quería herir absolutamente a nadie.
Si pudieras teletransportarte a una época de mayor disfrute, ¿a cuál sería?
A la primera etapa en River, cuando comenzamos. Éramos muy chicos, con 16 años compartí la cancha con el mejor socio que tuve en mi carrera, Pablo Aimar y esa relación fue impresionante, no la pude vivir con otro jugador. Nos divertíamos, vivíamos como si jugábamos con nuestros amigos y no en el Monumental con 80.000 personas. El fútbol no estaba tampoco tan profesionalizado. Nosotros entrábamos a la cancha y vivíamos el fútbol de potrero. Después en el Benfica, con Jorge Jesús, volvía a jugar con Pablo y Di María, y esos años los disfruté mucho. El Oporto ganaba casi todo y cortamos la racha, con un equipo que jugaba al fútbol increíblemente. Jugar el Mundial 2006 fue lo que todo jugador sueña. Encima pude hacer un gol. Todos se los dediqué a mi padre.
¿Qué te pasaba con Aimar?
Fue el mejor socio que tuve, un jugador distinto que nos mirábamos y sabíamos lo que iba a hacer el uno y el otro, dónde posicionarnos, dónde teníamos que correr, era sólo con mirarnos. Siempre lo cuento y es complicado de entender porque es muy difícil que te pase eso con un jugador. Intentas descifrar qué hacen tus compañeros, pero nosotros teníamos un entendimiento que nos hacía saber qué iba a decidir el otro. El cambio de ritmo, cómo se posicionaba, Pablo tenía un montón de cosas espectaculares.
¿Y qué crees que le puede estar aportando Aimar a Messi?
Muchas cosas, no sólo en lo futbolístico. Pablo es una persona muy introvertida, no le gusta entrar en los medios, sino mantener un perfil bajo. Todo lo que hace fuera, lo que es como persona y profesional ha sido siempre un ejemplo, nunca se ha metido en problemas, se limita a jugar al fútbol. Y Messi tiene la misma manera de ser. Leo se sentía cómodo con el staff de la selección, no sólo con Pablo. Argentina uno de los mejores momentos que tuvo fue por el grupo que formó, donde todos los chicos iban al frente y respaldaban a Leo. El cuerpo técnico también, Leo se sentía protegido en lo futbolístico con sus compañeros como por su staff, como nunca antes.
Antes has nombrado a Di María, quien había mostrado su ilusión de volver a jugar en Argentina, en Rosario Central. O Messi con su posible regreso a Newells. Pero el propio Di María recibió amenazas de muerte recientemente en Rosario. ¿Es un buen momento para volver a Argentina?
Son decisiones muy personales. Ha muchas cosas en juego, es un país que últimamente está muy inseguro, se viven momentos complicados, pero ya es lo que quera cada uno. Le explicas todo eso y aun así agarran las valijas y se van a Argentina, quieren sentir lo mismo que de pequeños, y otros sentimos que no es el momento.
¿Qué queda de aquel 'pibe de barrio'?
Alguien que quiere seguir siendo feliz con mi familia y mis amigos, soy una persona muy sencilla y lo mejor que me pudo pasar fue la educación que me dieron mis padres. No ha cambiado nada mi vida por haber jugado en el Madrid o Barça. A veces me digo que podría haber jugado algunos años más, haberle dado más cuerda, pero bueno.