Última hora electoral: Rocha maneja ya 107 avales, la RFEF activa un plan B y Galán da otro aviso que ya tumbó a Villar
Miguel Galán va al TAD para inhabilitar a Soteras, presidente de la territorial catalana y miembro de la Gestora, por su falta de neutralidad en el proceso

Pedro Rocha maneja un dominio casi absoluto de la Asamblea que votará por la presidencia de la RFEF el próximo 6 de mayo. Fuentes cercanas al candidato aseguran tener 107 avales ya controlados, lo que supone más del 75% de los asambleístas. Como, además, la Orden Ministerial que regula los procesos electorales no permite dar el aval a más de un candidato, en la práctica supone que lo más probable es que Rocha sea el único que se pueda presentar a estos comicios.
Rocha tiene el apoyo de todas las territoriales y una mayoría sobrada en la Asamblea, sus mayores dudas podrían venir de la decisión del TAD, pues varios opositores han puesto denuncias en el tribunal alegando que alrededor de 40 de los miembros de la Asamblea no son legítimos, ya que han perdido su condición de asambleístas y deberían de ser sustituidos por medio de unas elecciones parciales.
Miguel Galán, el más activo de los litigantes, ha puesto su punto de mira sobre otro asambleísta, un fuerte apoyo de Rocha, como es el presidente de la federación catalana, Joan Soteras. El catalán es miembro de la Comisión Gestora y, por lo tanto, tendría que haberse mantenido neutral en el proceso electoral, pero durante estas semanas no solo ha dado su aval a Rocha, sino que, según Galán, ha pedido activamente el voto para el extremeño en diversos programas de radio en Cataluña.
Por todo ello, Galán solicita una inhabilitación de un año para Soteras, que ya tiene diversos problemas judiciales abiertos en relación con las elecciones celebradas este año en la federación catalana.
No es un problema tan pequeño como podía parecer. Los tribunales, y eso incluye al TAD, tienen siempre una mirada puesta en el rigor procedimental, y saltarse algún punto del mismo, como puede ser la neutralidad desde los órganos electorales, es motivo para inhabilitar.
De hecho, ese fue el problema que llevó al TAD a inhabilitar en 2017 a Ángel María Villar. El eterno presidente de la RFEF tenía en aquel momento sobre su cabeza la operación Soulé, pero no fue ese proceso legal el que le apartó de sus funciones. En aquel caso, Villar era parte de la gestora cuando difundió su programa a distintos medios y envió una carta a las territoriales.
Con o sin Soteras, Rocha tiene muy cerca ser votado como presidente. El mayor problema al que se podría enfrentar es si el TAD le inhabilita en alguno de los procedimientos que tiene abiertos a cuenta de este proceso, pero otras fuentes aseguran a Relevo que el equipo de Rocha tendría una opción B llegado a ese caso, pues se podrían haber reservado 21 avales para poder presentar un candidato alternativo en el caso de inhabilitación. No solo Rocha se expone a la misma, sino también toda la gestora, que también ha sido denunciada por algunos de los candidatos opositores.