FÚTBOL

La resaca de la 'Copa de más' de la FIFA que puede cambiar el fútbol

Gianni Infantino, en una comparecencia en Bangkok./EP
Gianni Infantino, en una comparecencia en Bangkok. EP

En Zúrich la fiesta está a punto de terminarse. El Mundial de clubes de la FIFA, el último invento de Infantino, ha desatado una unión sin precedentes en el fútbol sellada en la denuncia ante la Comisión Europea por la "imposición del calendario". Los jugadores, con sus sindicatos, y las ligas asestaron al alimón otro golpe a un organismo ya debilitado por las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

El caso Diarra fue el penúltimo revés para una institución a la que el Tribunal de Luxemburgo le está mandando un mensaje claro sobre su abuso de posición de dominio. En Zúrich están obligados a sentarse con los diferentes actores del fútbol. La FIFA ya ha ofrecido diálogo en el caso Diarra, que preocupa y mucho a los clubes medianos y pequeños, pero esta vez los actores no quieren hablar, esta vez quieren negociar.

En la última piedra en el zapato de la FIFA, el tema de la denuncia del calendario, los jugadores y las ligas le reclaman un lugar en la mesa para la toma de decisiones. Según los juristas consultados, bien haría la FIFA en otorgárselo cuanto antes porque la jurisprudencia parece estar del lado de los sindicatos y las ligas. Como esperen demasiado en Suiza, quizá se dé la vuelta a la tortilla y sean las ligas y los jugadores los que estén en disposición de invitar o no a los mandatarios de Zúrich, como ocurre en el caso español, donde son los sindicatos y la patronal los que pactan el calendario.

Si hablamos de la Superliga, la propia sentencia juega también en contra de los intereses de UEFA y FIFA y de su posición en el tablero del fútbol. El decano Miguel Maduro, de la Católica School of Law, dejó claro que dicha sentencia "no está a favor de la Superliga, sino de que cualquier compañía u organismo pueda proponer una competición continental siempre y cuando cumpla unas condiciones: solidaridad, apertura...". Pero en ningún caso se dice que el modelo del fútbol europeo tenga que ser el que propone la Superliga.

El CEO de la Superliga, el alemán Bernd Reichart, ha saltado esta semana a escena, esta vez en la publicación germana Kicker. A estas alturas de la fiesta, ya se sabe que el proyecto jamás tendrá lugar como se concibió en El Chiringuito y tampoco con el disfraz posterior de apertura, sino que a día de hoy su estrategia va más encaminada a ganar fuerza para una futura negociación con UEFA, debilitada tras la sentencia.

FIFA es la organización que más enteros ha perdido en los últimos días. Todo lo contrario que el sindicato FIFPro y la European Leagues, la asociación de las ligas europeas. Tras unos años de letargo, que motivaron la salida de LaLiga en junio de 2023, el paraguas de las ligas continentales parece por fin abrirse a los retos del fútbol. Por ello, LaLiga vuelve a integrarse en su seno. El frente común contra el calendario de la FIFA les ha unido de nuevo. La historia recordará que el cambio comenzó con una 'Copa de más' en Zúrich.