¿Quién es quién en la temporada más ambiciosa del Real Madrid femenino?

El Real Madrid femenino tiene aún mucha historia por hacer. Con apenas dos años y medio de vida, más su tímido periodo como Tacon (jugó y entrenó en Valdebebas, aunque mantuvo su escudo e identidad durante esa temporada), este 'nuevo' equipo tiene grandes aspiraciones tanto a escala nacional como internacional. Unos objetivos que no podrían hacerse efectivos a corto plazo sin una fuerte apuesta de la entidad madridista, que ha respondido a ello con un aumento de su inversión económica y del personal cualificado que trabaja en ella.

La construcción desde 'cero' de un nuevo proyecto necesita tiempo y, sobre todo, dinero. Para lo primero hay paciencia, aunque esta se ve eclipsada por la ambición del club, y también la ilusión de los madridistas, de sumar el primer título femenino en sus vitrinas. Una idea que se hace fuerte mientras su máximo rival, el Barça, domina las competiciones nacionales y brilla en Europa (ganó la Champions en 2021 y fue subcampeón el año pasado).

Así, con Florentino decidido a hacer algo grande con este equipo, desde la entidad blanca han empezado a mover ficha (o, mejor dicho, fichas) para profesionalizar esta sección y hacer que su preparación esté a la altura de los grandes clubes.

Prueba de ello ha sido el fichaje de Santiago Solari, que llegará al club como nueva figura para dirigir todo lo que ocurra en la Ciudad Real Madrid de Valdebebas. Sus competencias serán tanto para el masculino como para el femenino, supervisando el crecimiento de esta última sección tras la gran apuesta del club, que ha doblado su inversión económica.

Según 2PlayBook, el presupuesto para la sección femenina del Real Madrid es de 6 millones de euros. Una apuesta ambiciosa que supone un 40% más con respecto al año pasado. El objetivo es competir con los grandes en Europa. Y para controlar que todo está en orden en este crecimiento del femenino, entre otras funciones, llega Solari.

Ya el pasado verano, el scouting pasó a tener la cobertura del equipo de Juni Calafat. Así, la gestión de los fichajes de jóvenes jugadoras pasaría por el equipo de élite del 'cazatalentos' del masculino. Un movimiento que se vio acompañado de varios cambios en el personal del primer equipo y cantera femenina, que por el momento está compuesta por sólo tres equipos (Real Madrid B, juvenil y cadete), con la intención de crecer en número en los próximos años.

Entre los movimientos más destacados en esta sección el pasado verano destacan: Irene Ferreras (segunda de Toril) firmó con el Deportivo de La Coruña como primera entrenadora, Dani Pérez (analista) firmó con un club de Primera masculina de Chipre. Suzanne Huurman (doctora), Marta Menéndez (fisio) y Roberto Rodríguez (analista) cambiaron de departamento dentro del club.

El propio fichaje de Alberto Toril como técnico tras la destitución de David Aznar ya tenía una clara intención: traer a un hombre de la casa para integrar aún mejor el equipo femenino en la estructura general del club. Con Begoña Sanz, adjunta a la dirección general deportiva y una de las personas de confianza Florentino, como responsable del femenino, el Real Madrid ha volcado sus intenciones para que la sección femenina funcione como el resto.

También en el aspecto comunicativo. De ahí que todas las peticiones para entrevistas o cualquier gestión relacionada con la comunicación pase por el departamento general del club en este área.

Como representante institucional también estarían Catalina Miñarro, vocal de la Junta Directiva y representante institucional del femenino, y Ana Rossell, expresidenta del Tacon y ahora directora deportiva del femenino. Esta última actuó en la anterior temporada como enlace entre agentes, jugadoras y club, trasladando las peticiones de una y otra parte a la hora de negociar fichajes o renovaciones.

Además, figuras como Jaime Torcal, coordinador de cantera, han ganado peso en las decisiones y gestiones en la sección femenina. Todo se ha centralizado cada vez más, al tiempo que la entidad madridista iba adaptándose a su nueva vía de crecimiento: el fútbol femenino.

El club no quiere trabajar a medio gas en el femenino. Por ello, le está proporcionando a esta sección, además de las mismas instalaciones (el equipo femenino juega en el Di Stéfano) que para el masculino, una subida en su inversión para traer a más estrellas a nivel internacional, que incluye más recursos de cara a una mayor preparación y mejores sueldos de las jugadoras. El ejemplo más reciente es el de Caroline Weir, que aterrizó en Valdebebas procedente del Manchester City,

Una estrategia con la que espera ser pronto uno de los equipos punteros en Europa. Por lo pronto, el equipo de Toril estará por segundo año seguido entre los mejores 16 equipos de la Champions, tras clasificarse para la fase de grupos. Ahora, queda por ver si consigue superar su techo en esta competición, donde el año pasado fue eliminado en cuartos de final por el Barça.

De manera paralela, las blancas buscarán el primer título nacional, con tres competiciones en juego (Copa, Liga y Supercopa). Plantilla para conseguirlo tiene. Y ya deja muestras de ello, con un pleno de victorias tanto en pretemporada como en el inicio liguero y en la previa de Champions. Unos registros que hacen soñar al madridismo con levantar muy pronto el primer título femenino de su historia.