El proyecto rompedor de una joya del Dépor para llevar a jugadores 'modestos' a Estados Unidos: "Hay becas de entre 40 y 60.000 euros"
Aarón Sánchez, mejor cadete de España y excompañero de Fede Valverde, crea Atlantic, un pasaporte hacia la MLS y ligas menores.
Aarón Sánchez (A Coruña, 26 años) tiene gasolina en las venas y un punto de visión por encima de la media. Sobresalió en la cantera del Dépor, fue elegido el mejor cadete de España, celebró su único gol con el primer equipo con Fede Valverde y luego, sin suerte en el Racing de Ferrol, dejó a un lado las botas y se obsesionó con formarse: Máster en Dirección y Gestión Deportiva, MBA in Sports Management en Boston, Máster Internacional en Fútbol Profesional y un sinfín de doctorados más para prepararse para lo que estaba por venir. Después de debutar la temporada pasada en la secretaría técnica de la Balompédica Linense desde Estados Unidos, a donde se fue a jugar en 2023, hace semanas formalizó su primer gran proyecto: Atlantic Sports, una estructura que pretende llevar a jugadores de Segunda y Tercera Federación y División de Honor Juvenil a Norteamérica con cuantiosas becas.
"Habíamos detectado una necesidad", asegura en su visita a la redacción de Relevo en Madrid. Jorge Valín, ahora en Andorra y ex del Dépor, y Mario Barco, exdelantero de Cádiz o Mirandés que prueba fortuna en Asia, le acompañan en el proyecto. Ya hay hasta ocho jugadores de toda la península seleccionados para dar el salto a USA… y los que quedan. Que sus apuestas lleguen a la MLS (antes de ser drafteado necesitas pasar al menos un año por la universidad) o la USL (segunda categoría en importancia) mientras completan su formación académica es el gran objetivo.
Lo primero: ¿quién es Aarón Sánchez, para los que no te conozcan?
Un apasionado del deporte y de la vida. En mi día a día tengo muchas inquietudes y, a pesar de ser joven, creo que he hecho ya bastantes cosas. Siempre he compaginado bien los estudios con el fútbol y siento desde pequeño cierta vocación por los temas de dirección deportiva y scouting. Un amigo de mi padre, Richard Barral (ex director deportivo del Dépor y ahora consultor de clubes), siempre fue mi referente. Jugaban al fútbol juntos y, cada vez que no venía, le preguntaba a mi padre que dónde estaba Richard. Me decía que había tenido que irse a ver partidos y yo siempre le respondía lo mismo: ¡de mayor quiero ser como Richard! Cuando me acerqué al final de la etapa universitaria me inscribí en diferentes másteres de dirección y gestión. También me saqué el Nivel I y II de entrenador.
Antes te convertiste en una de las perlas de la cantera del Dépor cuando el equipo estaba en Primera…
Eso dicen (sonríe). Empecé en el Calasanz, un club familiar y del mismo colegio en el que estudiaba, y en benjamín de segundo año me llegó una invitación para hacer las pruebas del Dépor. Entré en Alevín B y llegué hasta el Juvenil A, 10 años. Cumplí el sueño de cualquier niño y tuve la suerte de tocar el primer equipo. En cadete quedamos campeones de España. Ha pasado pocas veces y me nombraron mejor futbolista. Conmigo estaba Chumi, por ejemplo. Ahí empiezas a ilusionarte, a pensar que el día de mañana puedes dedicarte a esto. Al terminar mi etapa de juvenil viví unas semanas tan bonitas como duras. Hice la pretemporada con Pepe Mel, con el equipo en Primera y rodeado de Fede Valverde, Lucas Pérez, Sidnei, Juanfran o Guilherme, jugué tres partidos y marqué un gol. Tengo una foto bonita celebrándolo con Fede. 15 días después de eso estaba fuera del club. Todavía se me pone la piel de gallina al contarlo. Te ves arriba y luego caes hasta abajo.
¿Qué pasó?
Todo vino motivado porque el club y yo teníamos ideas diferentes. El filial acababa de ascender a Segunda B, pero ellos querían que me foguease en Tercera antes de dar el salto. Me llegaron otras opciones, como la del Racing, un equipo con grandes aspiraciones y que me permitía seguir en casa, y decidí salir. Me marché decepcionado y con dolor. La apuesta por mí no fue la que debería y se le dieron oportunidades a jugadores que venían de otros sitios de España.
Luego pasaste por Racing, Silva, Fabril, Peña Deportiva, Coruxo... y el fútbol profesional se alejó. ¿Te generó, o genera, cierta frustración?
Bueno… El reto del Racing me lo tomé como un paso adelante, por ejemplo, porque el fútbol de categorías inferiores es muy diferente al sénior, pero tuvimos la mala suerte de descender a Tercera, no jugué y luego sí viví un verano del 2019 difícil. En la cantera del Dépor siempre había sido titular, capitán y de los futbolistas más destacados y luego desaparecí del mapa. En 365 días pasé de estar haciendo la pretemporada con un Primera a que no me quisiese nadie ni en Tercera. Fue muy duro. Si después de haber hecho tantos méritos nadie me quería… ¿qué pasaba? Bajé al Silva autopresionado, metí 15 goles en una Tercera dura antes de la reestructuración y eso me permitió volver al filial del Dépor. Luego ya di los pasos que tú comentas.
¿Guardas alguna anécdota con Fede o Lucas Pérez?
Sí, una con Valverde. Viajábamos a uno de los amistosos en Vilagarcía, iba sentado con él en el bus… y me dijo: 'Esta temporada, si marco siete u ocho goles, mi padre me compra un coche'. Lo pienso a día de hoy y me da la risa. Creo que ya no lo necesita.
Más adelante, en 2023, decidiste marcharte al fútbol universitario de Estados Unidos y vivir otra experiencia. ¿Por qué?
Nunca se me había pasado por la cabeza irme, si te soy sincero. En noviembre de 2022 me contactó el staff de una universidad y empecé a darle vueltas, pero sin estar del todo convencido. Los que me llamaron fueron Ruben Resendes y Josep Silvestre, que hoy están en Bryant University y suelen buscar mucho el perfil español de Segunda y Tercera Federación. Al terminar la temporada se movieron a otro equipo, pero el nuevo entrenador de Franklin Pierce, Travis Brent, volvió a mostrar interés en mí. Hice una reunión con él y ya salí de ese Zoom convencido.
Aquí vemos muchas películas, pero digamos que sabemos más bien poco del 'soccer' universitario en Estados Unidos. La temporada pasada fuiste campeón nacional con Franklin Pierce Ravens y ya te han tocado equipos superiores. ¿Cómo es jugar a ese nivel en USA?
La NCAA se divide en Division I, Division II y Division III. Cuando los jugadores de fuera llegan allí, alucinan. Hay oportunidades totalmente profesionales a nivel deportivo y académico, universidades con instalaciones de Primera y cuatro campos de hierba natural y un trato excelente. Yo estoy en Division II. Por motivos de elegibilidad, cuando el jugador español ya hace más de dos años en la universidad, a no ser que haya estudiado la carrera entera en Estados Unidos, tiene muy difícil dar el salto a Division I. Me fui a Franklin Pierce apostando por el fútbol y porque creí que eran el mejor programa al que unirse. Y así fue: eran los campeones nacionales y reeditamos título. Los jugadores de nivel pueden irse para allá con becas 100% de entre 40.000 y 60.000 euros por año.
Y, después de un año y medio allí, creas tu propia empresa para que otros vivan la misma experiencia. ¿Qué es Atlantic Sports?
La idea nació este verano. Cuando vi lo que hay en Estados Unidos, pensé que debía ayudar a la gente a venir aquí. Me parece una muy buena oportunidad para perfiles que en España juegan a nivel semiprofesional, ya sea en Segunda o Tercera Federación o División de Honor Juvenil, y que te garantiza un salto tanto a nivel deportivo como de vida. Allí surgen todo tipo de oportunidades. Llegar al profesionalismo en España es muy difícil; en Estados Unidos se le están abriendo puertas a muchos jugadores españoles. En los últimos años han sido drafteados cuatro o cinco en la MLS. Algunos estaban en División de Honor Juvenil. Para formar el proyecto he elegido a Jorge Valín, excompañero mío en el Dépor. Tengo una íntima relación con él, comparte mis inquietudes y se ofreció a recorrer el camino conmigo.
¿Cómo vais a seleccionar a esos perfiles a los que consideréis interesantes para proponerles cruzar el charco?
Estamos abiertos a todo el mundo, pero nuestra detección de talento se centra en España. Intentamos hacer visionado de partidos en directo y en remoto. Entre diciembre y febrero es cuando las universidades forman sus equipos. Estos tres meses son de muchísimo trabajo, de hablar con entrenadores y gente del mundillo y de encontrar talentos que nos parezcan interesantes. Tienen que encajar a nivel deportivo y académico. Ya estamos trabajando con siete u ocho y hay alguno cerca de firmar un acuerdo con una universidad; son, sobre todo, de Tercera, alguno también con experiencia los últimos cuatro años en Segunda Federación. La gente está siendo muy receptiva. Siempre agradeceremos la confianza de los primeros jugadores que han confiado en el proyecto.
"Los perfiles deben encajar a nivel deportivo y académico. Ya estamos trabajando con siete u ocho, sobre todo de Tercera, y tienen acuerdos cercanos con universidades"
Exjugador del Deportivo y CEO de Atlantic Sports¿Y, una vez que detectas el perfil y este acepta ir a Estados Unidos, a qué liga va? ¿Pueden dar directamente el salto a la MLS?
Directamente no. Te explico: para entrar en el draft de la MLS debes pasar al menos un año por la universidad. En ese caso sí podrías presentarte y dar el salto. En el escenario de no optar al draft, al jugador que haga las cosas bien y dé el nivel pueden surgirle oportunidades en la MLS NEXT Pro, la liga de filiales, o la USL, la segunda categoría.
¿Dónde está la ganancia de la empresa?
Cobramos un servicio al jugador por conseguir la beca, que implica mucho trabajo, horas de ver partidos y contactar con entrenadores y negociar, y por gestionar los trámites con las universidades, los visados… Es un proceso completo que iniciamos entre diciembre y febrero para que el jugador pueda incorporarse en agosto y empezar la temporada con normalidad. Con el tenis queremos hacer algo similar. Es el otro deporte por el que tanto Jorge como yo sentimos más pasión. Luis Fernández (jugador) nos ayuda en el día a día. Prestamos el mismo servicio y buscamos la universidad a la que mejor se pueda adaptar el jugador.
Para los muchos jugadores 'modestos' que leerán esta entrevista y a los que les interese la posibilidad... ¿cómo pueden ponerse en contacto con vosotros?
Por Instagram, sin ir más lejos. Es la red social que más utilizamos. LinkedIn, nuestra página web o X (antes Twitter) son otras opciones.
¿Cuál es la función de Mario Barco, exdelantero que jugó en infinidad de equipos de Segunda y Segunda B? He visto que aparece en el organigrama.
Sí, se incorporó al inicio. Entró en una de las ramas que tenemos en la cabeza de cara al futuro: ahora estamos ayudando a muchos deportistas a vivir el sueño americano, pero creemos que nuestro país también tiene mucho que ofrecer a los jugadores extranjeros. Mario juega ahora en la India y queremos traer talento de allí a España. Creemos que es un buen nicho de mercado. Mario nos dice que, después de los éxitos del fútbol español en los últimos años, hay muchos chicos que quieren venir a probar la experiencia y luego volver a su país. Con Estados Unidos queremos hacer lo mismo.
Sabes que en Relevo intentamos cuidar muy bien el fútbol femenino. ¿No querrás llevarte para allá a tu hermana Carlota, que juega en el Dépor, no?
(Risas). En principio… Creo que, para las chicas de Liga F, lo mejor es seguir aquí. En niveles inferiores sí puede ser una muy buena oportunidad irse a Estados Unidos, un país referente en el futfem y que ya se ha llevado talento español a la liga profesional, pero a mi hermana la dejaremos tranquila en casa.
Mejor así. Muchas gracias por la visita, Aarón, y suerte.
A vosotros por recibirme.