El portero que no se marchó a Arabia por el consejo de su ídolo Fernando Torres: "Yo también soy muy ambicioso"

Alejandro Iturbe (Madrid, 2 de septiembre de 2003) quizá es una de las personas más atléticas con las que me he cruzado. Y no es una persona cualquiera, porque es el portero titular del segundo equipo del club al que ama y porque tiene el sueño de cualquier chaval que ha crecido en la cantera del club rojiblanco, que es debutar en el primer equipo.

Iturbe, con 21 años, ya es campeón olímpico con España y esta temporada está viviendo un punto de inflexión en su carrera, porque pudo abandonar el club en verano tras recibir varias ofertas de segunda división y una mareante oferta de Arabia Saudí: "Yo hablé con Fernando (Torres), con el club y el proyecto que había era un proyecto que me gustaba, un proyecto ganador, ambicioso", explica sobre su continuidad en un Atleti B que recibe al Real Madrid Castilla el sábado a las 15:30 en el Cerro del Espino.

Son chicos que están muy preparados, al final aunque sean jóvenes creo que vienen muchos de categorías inferiores del club y saben lo que es estar aquí. La categoría es exigente pero estamos haciendo buena temporada y los que tenemos más experiencia intentamos ayudarles y hacerles ver lo que es la categoría. Creo que hemos ido de menos a más. En la primera jornada no merecimos perder, nos ha faltado ese puntito de suerte de que entre la pelota, sabemos que las victorias van a llegar y qué mejor momento que sea esta semana

Hay muchas veces en esta categoría que te rascan, que te pegan, sin balón y con balón, tienes que pensar rápido, antes y ser más listo. Se van dando cuenta poco a poco de estas cositas para ir llegando al fútbol profesional.

Vivo esta semana con mucha ilusión y muchas ganas, es un partido muy especial aunque no dejan de ser tres puntos. Pero creo que el sentimiento del Atleti hace que el derbi sea especial y tengo muchas ganas de que llegue el sábado.

Sí, sí, me acuerdo. Sí, sí. 2-0 y creo que fue en el minuto 89 y en el 93, me acuerdo, lo tengo aquí. Gol de Mariano y gol de Abde. Estábamos súper felices, no sólo era ganar el derbi, era dar un paso grande como equipo, vino mucha gente y era darle la alegría de conseguir los tres puntos contra el Madrid.

Mi primer recuerdo con Torres era cuando venía a hacer las prácticas, que todavía estaba sacándose los cursos. Estuvo en varias etapas con diferentes equipos, pasó por todos, juvenil, filial... y me acuerdo que cuando estaba con juveniles él pasó con nosotros unos meses. Y el primer día que le veo y hablas con él... yo estaba súper, súper nervioso, porque al final es una figura que ha sido mi ídolo que yo fui a verle a la presentación cuando volvió al Atleti, al final tenerle enfrente y que te dé consejos o ayude ha sido un regalo. Creo que su personalidad, lo que es él, el carisma que tiene hace que sea un grandísimo entrenador, apuntaba maneras.

Yo hablé con Fernando, con el club y el proyecto que había era un proyecto que me gustaba, un proyecto ganador, ambicioso. Y yo también soy muy ambicioso y todo lo que pueda estar aquí en el club y ayudarle, bienvenido sea. Si es verdad que tuve cosas, tuve ofertas, pero hablé mucho con el míster y creo que tomé la decisión correcta. En el momento que lo tengo claro, lo llamo y le digo al míster que quiero estar aquí, que quiero estar con él, que quiero que hagamos grandes cosas juntos y así fue. Él me llamó, me contó el proyecto, todo y luego fuimos hablando hasta que se lo dije.

Me viene por mi abuelo por parte de mi madre, porque no le conocí porque falleció tres meses antes de yo nacer y era muy del Atleti. Entonces él, antes de que naciera, yo ya tenía trajes del Atleti. Él era portero, yo veía al Atleti de pequeño y le decía a mi madre: 'Yo quiero jugar ahí, quiero jugar ahí, quiero jugar ahí' y de ser pesado, mi madre se informó y fui a hacer las pruebas. Entonces en el momento que me dicen que de qué quieres jugar a mí me salió decir de portero, no me había puesto un guante en mi vida, no me había puesto de portero nunca y me salió del alma, estoy seguro que fue mi abuelo el que me dio el empujoncito para decir portero y encima del Atleti. Tengo un tatuaje de un guante en la pierna con sus iniciales y en las espinilleras le llevo, siempre le doy un beso antes de ponérmelas, siempre le pido que me ayude y que esté conmigo.

Me llevaba mi abuela a entrenar, el campo de entrenamiento nos pillaba cerca de casa e iba con mi abuela en autobús porque mi madre trabajaba por las tardes. Yo iba con la ilusión de un niño de estar y entrenar en el Atleti, no dejaba de ser un niño de seis años, tengo muy buen recuerdo de estar con mi abuela o con mi madre.

Todos los que siendo más niños y ahora, nos imaginamos estar, debutar y ganar cosas en el primer equipo. Para ello trabajo día a día, para conseguir ese sueño algún día. Al final es mucha alegría que jugadores de nuestro equipo suban a entrenar con los grandes, estén con ellos y vayan convocados, eso da pie a que se puedan dar más oportunidades al resto de la plantilla, nos ponen muy contentos y algún pasillo cae (risas).

No sé si he llegado a vivir ese momento de gran presión todavía, pero me quedan muchos años. No he vivido ese momento de tensión excesiva, de sufrir. Yo cuando entro al campo voy seguro de mí mismo, de mis capacidades, de demostrar mis virtudes y ayudar al equipo, ayuda esa confianza en uno mismo para que no lleguen esas sensaciones.

Para mí el grupo de la selección, sin duda, fue lo mejor. El ambiente que teníamos fue lo mejor. Ganar viene dado por el grupo que hicimos, lo que más me llevo y cuando me pongo a pensar, me pone muy contento, estábamos todos haciéndonos bromas, riéndonos, esa fue la clave.

Siempre he admirado y ha sido mi ídolo Buffon, es un ejemplo de líder. También a De Gea, que lo veía como un referente de jugador que ha llegado al primer equipo desde abajo y por supuesto Jan Oblak, que ha sido el mejor portero que hemos tenido en el club, los números lo demuestran. Jan ha sido muy buen referente.