La verdadera realidad que esconde la "falta de energía" de Jurgen Klopp para excusar su salida del Liverpool
Un año después de renovar, dice que no tiene energías. Hay otros motivos que han precipitado su anuncio: la falta de inversión y el runrún de los nuevos propietarios.

"Esta ampliación es diferente por el tiempo que llevo aquí. Me pregunté, ¿es correcto que siga? Y junto a mis dos asistentes, Pep Lijnders y Pete Krawietz, llegamos a la conclusión de que sí". Así se expresaba Jurgen Klopp cuando en abril de 2022 prolongaba su contrato con el Liverpool hasta 2026. Apenas un año y ocho meses después anuncia que a final de temporada deja la entidad por "falta de energía", cuando el equipo 'red' ha resucitado y lidera la Premier League. "Estaba 100 por ciento convencido de que iría hasta 2026. Calculé mal mi nivel de energía y tenemos que cambiar", declaró el entrenador en la conferencia de prensa que ofreció este viernes para explicar su salida del club red.
Detrás de los resultados, hay una sensación y un runrún en la entidad inglesa que emite dudas. En primer lugar, la incertidumbre que generan los propietarios, que han filtrado con la venta del club desde hace varias temporadas. Incluso el pasado febrero, John Henry, comentó que "no estaremos en Inglaterra para siempre, ni venderemos el equipo, aunque estamos hablando con inversores y creo que pasará algo, aunque no será una venta". Durante esta indefinición también cayó Julian Ward, quien fuera el director deportivo y el arquitecto de la plantilla que conquistó la Champions y que llevaba en el club desde 2012. Su sustituto, que acogió el cargo como interino, Jorg Schmadtk, también dejará, como Klopp, el conjunto británico a final de temporada.
"Sería muy fácil simplemente culpar a los propietarios. Estuve contento con cada segundo, no, pero estuvo bien. Algunos culpan a la FSG, pero mi decisión no tiene nada que ver con ellos", aseguró el entrenador en la conferencia de prensa que ofreció este viernes para explicar la marcha del club red.
No obstante, está claro que esta situación genera dudas con la inversión de la entidad para renovar una plantilla que va envejeciendo, con jugadores que han sido capitales como Salah (31), Van Dijk (30) o Robertson (29). Tampoco está clara la continuidad del egipcio. En el último mercado, el Liverpool acometió el fichaje de Wataru Endo (30) para sustituir a Henderson, aunque encima de la mesa había otras opciones con más futuro pero que requerían una mayor inversión, como la de Moisés Caicedo, que acabó en el Chelsea. En este invierno, se ha lesionado el tercer central, Joel Matip, y se ha decidido no fichar un recambio.
El Liverpool sigue siendo un club comprador, con apuestas de futuro como MacAllister o Szoboslzai. Este verano han invertido 111 millones, la diferencia entre lo gastado y lo ingresado, un esfuerzo necesario teniendo en cuenta las necesidades de una plantilla que se quedó fuera de la Champions League la pasada temporada. No obstante, no se cree que se pueda acometer la revolución necesaria. "El verano fue difícil, trabajamos muy duro para incorporar a los jugadores adecuados. La preparación que tuvimos fue realmente excepcional y eso me dio mucha alegría, pero no se trata de eso. Son las cosas que tienes que hacer después. Ahí también tienes que dar en el clavo y me di cuenta de que no puedo. Hay tantas cosas en este trabajo en las que piensas 'oh, otra vez'. Tienes que ser la mejor versión de ti mismo. Es tan importante que no puedo hacerlo de nuevo", manifestó.
Con ofertas en el mercado, teniendo en cuenta su extenso palmarés y la personalidad que consiguen transmitir a sus equipos, el técnico alemán ha decidido, según quienes conocen la entidad, comunicar ahora la decisión. Lo que tiene claro el alemán es que no fichará por un equipo de la Premier: "Ningún club, ningún país para el próximo año y ningún club inglés jamás".