Gabriel Jesus y el paraíso perdido
El ariete brasileño está firmando un arranque de curso espectacular, siendo la pieza angular del nuevo Arsenal.
Gabriel Jesus decidió abandonar el paraíso. Lo hizo a consciencia, sin tapujos, dándose cuenta de que huir de la victoria rutinaria, aunque costase de creer, le serviría para aprender a ganar de otras formas, a crecer. Dejar el Manchester City, el tirano de Inglaterra, por un bisoño Arsenal es un movimiento arriesgado que, hasta la fecha, se ha demostrado inteligente. Jesus ha encontrado su Tierra Prometida.
"Nos ha subido el nivel. Gabriel es un competidor nato y lo demuestra cada día", dijo Mikel Arteta tras la victoria en el derbi londinense en el que el brasileño participó con un tanto. A sus 25 años, Jesus está en el punto clave de su carrera. 5 goles en este inicio de curso y la sensación de que, efectivamente, ha llevado al Arsenal al siguiente nivel. Y es que para los 'Gunners', Gabriel lo está siendo casi todo en su engranaje.
Jesus en la 'Jaula de Pep'
En el Manchester City, Jesus casi nunca pudo desplegar su fútbol. Para Guardiola, "es el atacante que he entrenador que más intuición defensiva ha demostrado, es muy generoso", algo que Arteta puede corroborar. Si a eso se le suma su trabajo constante, su movilidad y habilidad para ganar duelos en distintas zonas, Guardiola lo llevó muchas veces a jugar en banda derecha. Bien porque Agüero todavía seguía vigente o porque el compromiso del brasileño era garantía en banda, pero Jesus vivió encorsetado, con su talento apenas asomando la cabeza, y eso hizo que el espectador se confundiera con respecto a su techo real. Y Gabriel Jesus decidió rebelarse.
En el proyecto de Mikel Arteta faltaba algo que es esencial para que un equipo pueda crecer: dominas las áreas. Con Saliba en un lado y Jesus en el otro, esto está resuelto. O eso parece. Pero el brasileño es mucho más que un 9, es un atacante que ha adquirido en el City una lectura brutal de los espacios y ha sumado, en palabras de Arteta, "saber cómo competir al más alto nivel. Gabriel ha crecido mucho porque cada tres días ha tenido que jugar en la máxima exigencia. Eso te curte". Y el técnico del Arsenal ha sabido interpretar al jugador, algo a veces tan difícil, dándole mucha libertad para combinar, caer hacia banda, asociarse... Jesus está dónde se le necesita, algo que en el City era impensable.
Lo que más ha cambiado respecto a su periplo en Manchester es que ha pasado de ser una pieza más en el sistema a ser La Pieza, el jugador troncal. Con Zinchenko ordenando cerca de Thomas, Odegaard acelerando en el carril central y la amenaza constante con Saka y Martinelli en las alas, el espacio que tiene Gabriel Jesus es enorme. Bien descendiendo para combinar en el centro del campo o cayendo a banda para jugar con los extremos, su lectura e interpretación es acorde a su calidad técnica, y es que ahí Jesus es uno de los mejores en su posición: finísimo técnicamente, con recursos y mucha energía. Arteta ha destapado el tarro de las esencias.