¿Se puede triunfar en la Premier con fichajes desconocidos? Otro fútbol es posible gracias al Brighton

Que si van a vender a Alexis MacAllister por más de 60 millones. Que si vendrán los mejores equipos de Europa a por Moisés Caicedo por un precio similar. Que si de verdad Kaoru Mitoma es tan bueno, por qué lo ficharon ellos y no otros. Que si traspasaron a Cucurella por un precio récord y lo han reemplazado con Pervis Estupiñán, sin echarlo de menos, en una nueva demostración de dominio en el mercado. Que si Roberto De Zerbi tiene un estilo muy personal que marca diferencias. Y así podemos seguir. La lista de elogios es interminable con el Brighton, que la temporada que viene disputará competiciones europeas por primera vez en su historia. Con sólo un punto más, lograrán la clasificación matemática para la Europa League: están virtualmente dentro salvo una debacle en la diferencia de goles.

¿Qué hace tan bien el Brighton para que todos se fijen en ellos?

En una temporada de cambios inesperados -perdieron a su entrenador (Graham Potter, el cuerpo técnico y parte de la dirección deportiva a los pocos meses de empezar el curso- los seagulls con 6º en la Premier League y sólo tres equipos han marcado más goles que los 70 que llevan ellos: Manchester City, Arsenal y Liverpool.

Hace cinco años, cuando ascendieron a la Premier League por primera vez en 2017, el primer gol en la máxima categoría lo marcó Pascal Gross. El alemán, a su vez, fue el primer fichaje del club en su nueva etapa en la élite. Este fin de semana, Gross marcó contra el Southampton el tanto de la victoria que certificaba jugar en Europa, una manera perfecta de cerrar un círculo que sigue haciéndose grande.

El propietario y presidente del club, Tony Bloom, consiguió su fortuna gracias a las apuestas deportivas y desde el 2009 ha sido el hombre clave en el crecimiento del Brighton. Actualmente, su estrategia de fichajes, protagonizada por un sistema de datos que identifican jugadores y su adaptación al equipo, está marcando tendencia entre los clubes que no tienen la capacidad económica de los grandes. Tal y como apunta The Athletic, "no sólo es tener datos, es usarlos de la mejor manera posible". El algoritmo es secreto salvo en las oficinas del Brighton, uno de sus grandes valores.

Por ejemplo, han sido uno de los primeros clubes que mandan ojeadores por posición (es decir, para buscar delanteros, defensas o extremos), no por regiones.

El objetivo del Brighton ha sido fijarse en mercados donde otros grandes equipos no miran hasta que no están probados al máximo nivel. Ahí es donde los ingleses han potenciado a Ecuador (Moisés Caicedo, Pervis Estupiñán, Jeremy Sarmiento), Japón (Mitoma) o Irlanda (Evan Ferguson, Aaron Connolly o Andy Moran, entre otros más jóvenes), así como algunos países con menos foco: el paraguayo Julio Enciso, el sueco Yasin Ayari o el australiano Cameron Peupion, último debutante en la Premier.

Todo esto sin ir con los millones por delante para vencer a sus rivales, ya que el fichaje más caro de la historia del club es Adam Webster, llegado del Bristol City cuando estaba en segunda división por 23 millones de euros. Gracias a las ventas de Cucurella, Bissouma, Trossard o Maupay, el Brighton ingresó más de 130 millones.

Porque sí, por supuesto, el Brighton también tiene dinero -y más que suficiente para competir ante clubes que no están en la Premier-, pero los seagulls disponen de un factor que resulta decisivo a la hora de convencer al futbolista: han demostrado un modelo exitoso y garantizan minutos y un camino directo hacia el primer equipo. Dicho de otra manera, no es lo mismo fichar por el Brighton y estar cada fin de semana en la convocatoria o hacerlo por otro club, quizás mayor, pero no jugar casi nada en una temporada. Y contra eso es difícil competir cuando llega la decisión final.

Gracias a esa metodología se apostó por futbolistas como MacAllister (ocho millones), Moisés Caicedo (cinco millones) o Mitoma (tres millones). Los dos primeros, claros candidatos a una salida en el mercado de fichajes, dejarán más de 60 millones cada uno. El japonés, por su parte, ha sido una de las sensaciones de la temporada y ya estuvo en el Mundial con su selección. Su aparición en la élite no llegó hasta los 24 años, por haber acabado su formación académica en el país asiático.

La última irrupción se llama Evan Ferguson, captado del fútbol irlandés cuando tenía 16 años y hoy, dos más tarde, suma seis goles en la Premier League siendo el adolescente más efectivo de la temporada por delante de Garnacho, con tres.

El factor De Zerbi ha resultado ser un éxito. Y el inicio no fue sencillo: sólo dos victorias en sus primeros ocho partidos de liga. "Demasiada táctica", pensaban en el vestuario sobre sus primeros entrenamientos. "Mucho vídeo". El italiano intervenía durante las sesiones, las paraba y daba instrucciones para mejorar. Su implicación en el juego del equipo ha impactado de lleno en las pizarras de la Premier. Su modelo y su obsesión con la salida de balón, reuniendo muchos futbolistas en su propio área, se estudia entre los rivales: "El Brighton es el equipo que mejor construye el juego en el mundo. No hay equipo mejor a la hora de progresar con el balón desde el portero hasta el último tercio", dijo Pep Guardiola hace unas semanas.

Pero el técnico campeón de liga no es el único en elogiarlo: "El Brighton, en términos de calidad, tiene la mejor posesión de la liga. El trabajo de De Zerbi es tan bueno que los grandes vendrán a por él", explicó Jamie Carragher, ex futbolista. Sin embargo, el ex del Sassuolo o del Shakhtar ya avisó de que seguirá la temporada que viene.

Además de la gran clasificación en la Premier League, el Brighton alcanzó la semifinal de la FA Cup donde cayó frente al Manchester United en los penaltis.

Este curso, por si fuera poco, ha tenido que lidiar con varios asuntos importantes de gestión de vestuario. El primero fue Leandro Trossard, que discutió con el italiano y a éste no le tembló el pulso para sentarlo en el banquillo y, posteriormente, aceptar su venta al Arsenal por unos 25 millones de euros. El belga había marcado siete goles con el Brighton y era titular indiscutible. Poco después llegó la oferta rechazada por Moisés Caicedo, que expresó de forma pública sus intenciones de abandonar el club. Días más tarde, acabó renovando y mejorando su salario hasta el año 2027.

Por último, De Zerbi decidió sentar a Robert Sánchez para darle la oportunidad a Jason Steele, que según el italiano entendía mejor la salida de balón del Brighton. Ante la negativa del español de ser suplente, lleva varias semanas sin convocar.

En definitiva, un entrenador que toma decisiones y asume el liderazgo que le corresponde. En palabras de Adam Lallana, uno de sus futbolistas más veteranos, De Zerbi es así: "Mientras lo sigas, no hay problema con que cometas un error. Es el arte de la buena gestión". Y con él, en Brighton verán fútbol por Europa.