PREMIER LEAGUE

30 años de la patada voladora de Cantona a un aficionado del Crystal Palace: "Fue uno de mis momentos favoritos"

El exfutbolista francés propinó una patada voladora a un aficionado de The Eagles en Selhurst Park.

Cantona propina una patada a un aficionado./GETTY IMAGES
Cantona propina una patada a un aficionado. GETTY IMAGES
Equipo Relevo

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30 años han pasado desde que Eric Cantona, exfutbolista francés con pasado en la Premier League, propinó una patada voladora a un aficionado del Crystal Palace en Selhurst Park. Todo se remonta al 25 de enero de 1995, cuando el galo portaba la elástica del Manchester United. La imagen copó un sinfín de titulares y portadas y, también, fue objeto de críticas en Inglaterra al tratarse de un futbolista profesional agrediendo a un aficionado que, en aquel momento, se encontraba en la grada del feudo de The Eagles. "Fue una sensación increíble", resumió el de Marsella, que recibió un severo castigo.

Pese a ser expulsado de manera fulminante por el árbitro del encuentro, recuerda aquella patada voladora como uno de sus momentos "favoritos", como reconoció en numerosas entrevistas a posteriori. "Me habría encantado patearle aún más fuerte", añadió, justificando la agresión al tratarse de un aficionado "fascista". Tras el incidente, algo inédito en el mundo del fútbol, Cantona fue sancionado con nueve meses sin poder pisar un terreno de juego, una multa de 30.000 dólares y más de 130 horas de servicios comunitarios.

Según el exfutbolista galo, recibió insultos del aficionado al que propinó la patada ("vuélvete a Francia con tu p... madre"), de ahí la reacción y lo que ocurrió después. "He recibido millones de insultos, pero en ocasiones uno es frágil y fue lo que pasó ese día", expresó. En una charla con Football Focus fue más allá: "Creo que es un sueño para algunos dar una patada a ese tipo de gente. Así que lo hice para ellos, para que estuvieran felices. Y ellos hablan hasta hoy al respecto. He visto muchos jugadores marcando goles y todos ellos saben la sensación. Pero esta, de saltar y patear a un fascista, no es algo que se saboree todos los días".

La respuesta del Crystal Palace fue contundente: renovó de manera automática el abono a Matthew Simmons, el aficionado al que Cantona propinó la patada. 30 años han pasado desde entonces, todavía con la violencia, ahora en forma de insultos racistas, como una de las mayores lacras del deporte.