Burnley y Kompany: una revolución para volver a la Premier

Manuel Benson recibe un balón de espaldas, se gira y trata de regatear a un rival que evita ser superado y hace una falta clarísima levantando un metro al futbolista del Burnley. Benson cae al suelo, incrédulo, y mira al árbitro: no hay tarjeta amarilla. Al mismo tiempo, el resto de Inglaterra también observa la acción con la boca abierta: el que ha hecho la falta no ha sido alguien del Burnley, y el que la recibe ni siquiera es británico, como antes, sino belga. Esto ya no es lo que era.

Instantes después, Benson recibe un balón dentro del área y entrega su venganza, que es como ahora responden los 'Clarets': con otro gol, con otra victoria. Benson, uno de los descubrimientos de este curso, lleva ocho dianas y cinco asistencias. Mientras tanto, el Burnley es líder indiscutible en Championship.

La historia está cambiando. Los protagonistas son distintos. En sólo unos pocos meses el club es otro, aunque en Championship, pero con las ideas claras de volver a la Premier League: su estilo de juego ha dado un giro total con Vincent Kompany, el nuevo entrenador desde este verano. El ex futbolista del Manchester City reemplazó en el cargo a una venerada institución del club, Sean Dyche, y logró lo que parecía imposible: poner a la afición de su lado tras el enfado por el despido de Dyche.

Un verano con 17 futbolistas nuevos ha desencadenado una explosión futbolística. El Burnley domina la categoría y apunta a un regreso inmediato a la élite. El principal culpable es Kompany, que hace las veces de entrenador... y de manager. Por él pasan todas las negociaciones para los fichajes, las sesiones de entrenamiento, los análisis del rival o las llamadas a los agentes. Su involucración es total. Después de no haber brillado con el Anderlecht en su primera experiencia como técnico, volver a Inglaterra le ha permitido despegar en un proyecto con su sello y firma.

Un ejemplo muy simple pero muy representativo de lo que está sucediendo en Burnley es que eran el 20º equipo de la Premier League en pases completados (media de 249 por partido) y ahora son el 2º de su categoría con 493 pases de media. Por supuesto, también son el conjunto más goleador con diferencia (52).

Para llegar hasta aquí fue clave la confianza de Alan Pace, propietario del club, que no dudó en dar la vuelta a la tortilla: del juego tradicional de Dyche a la modernidad de Kompany, con Craig Bellamy de segundo, que ha confiado en sus relaciones del pasado para fortalecer su equipo de trabajo con ex empleados del Manchester City. Ahora, los datos han cobrado un papel determinante en la toma de decisiones y una red de scouts barre el fútbol europeo, tan poco habitual en la plantilla del Burnley, casi siempre centrada en el producto británico.

La ventana de fichajes de verano marcó un antes y un después en el Burnley y, sobre todo, gritó al mundo sus intenciones: abrir fronteras nuevas, explorar todos los mercados. ¡Hasta hay un brasileño! Con los ingresos de más de 70 millones de euros por ventas de jugadores que se quedaron en la Premier League (Pope en el Newcastle, McNeil en el Everton o Collins en el Wolverhampton, entre otros), se eligió rejuvenecer la plantilla y apostar por futbolistas que conocía el cuerpo técnico.

No es casualidad que con Kompany como entrenador llegaran tres canteranos del Manchester City (Muric, Egan-Riley y Harwood-Bellis), que otro fichaje procediera del Anderlecht (Cullen) y que otros cuatro vinieran de la Jupiler League, la primera división de Bélgica. Y ahí es donde el Burnley ha encontrado oro.

El llamativo caso de Anass Zaroury explica a modo de resumen la nueva estrategia en Turf Moor: un futbolista que llegó en los últimos días del mercado procedente del Charleroi por 4 millones, que no fue titular hasta octubre, que se ganó su sitio con siete goles y dos asistencias y que de la Sub-21 de Bélgica pasó, a última hora, a la selección absoluta de Marruecos... y al Mundial de Catar. Así es, Zaroury formó parte de la convocatoria de Regragui, aunque no disputó ningún minuto hasta el partido por el tercer y cuarto puesto.

Otro claros movimientos de éxito son el de Benson -desde el Royal Amberes por 4 millones de euros-, el increíble nivel del joven Harwood-Bellis en el centro de la zaga o las aportaciones ofensivas de Ian Maatsen, cedido por el Chelsea. Entre la juventud, la buena elección en las cesiones y el liderazgo de los veteranos que se han quedado en el club tras el descenso (Cork, Jay Rodríguez, Westwood, Barnes...), al Burnley le brilla la cara como pocas otras veces. Con 14 puntos de ventaja con respecto a la tercera posición, el ascenso directo está muy encaminado para Kompany.