FÚTBOL BASE

Cómo un policía local fuera de servicio y un curso de 300 euros salvaron la vida de un juvenil en Girona

Sucedió en un encuentro de la UD Cassà contra el Bosc de Tosca.

Desfibrilador de la Diputación de Girona. /DIPSALUT
Desfibrilador de la Diputación de Girona. DIPSALUT
Marc Mosull

Marc Mosull

Un futbolista del equipo juvenil de la UD Cassà, un club de un pueblo de Girona, sufrió una parada cardiorrespiratoria hace algo más de una semana mientras estaba disputando un partido de fútbol, contra el Bosc de Tosca. "Fue un susto muy grande. No habíamos pasado nunca por esto. Fueron cinco o seis minutos… en los que el chico estaba muerto", cuentan desde el club catalán. El jugador cayó al suelo e, inmediatamente, los entrenadores locales saltaron al césped para hacerle un masaje cardíaco.

"Precisamente, estos entrenadores habían hecho el curso de reanimación y DEA [desfibrilador externo automático] que hacemos cada año. Son los 300 euros mejor invertidos a lo largo de la historia del club", revelan desde la entidad. "Unos padres fueron corriendo a coger el desfibrilador que hay en el campo y un policía municipal de Olot, que estaba fuera de servicio, y que es el padre de uno de los jugadores del equipo rival, bajó al campo y tomó las riendas de la situación. Avisamos a la policía local de Cassà, que llegaron muy muy rápido. Y su actuación también fue de diez. Y, con la ayuda del aparato, se pudo reanimar al joven, que llegó a perder el pulso", comentan.

"Por arte de magia, en el pabellón de al lado, donde había cinco o seis espectadores viendo un partido, dio la casualidad que dos eran enfermeros. Llegaron cuando al chaval ya lo habían reanimado y se hicieron cargo ellos de la situación. Y, al final, se quedó todo en un susto. Parece que fuera muchísimo rato, pero en realidad fueron solo cinco o seis minutos", añaden desde el Cassà. El joven jugador de 18 años fue trasladado al Hospital Josep Trueta de Girona, donde sigue ingresado, pero ya fuera de peligro: "Volvió a nacer. Nos dijeron los médicos que el primer masaje le salvó la vida".

Girona, un ejemplo de cardioprotección

"Nunca pasa nada, hasta que pasa. Afortunadamente, es la primera vez que usamos el desfibrilador, aunque hace mucho tiempo que lo tenemos instalado", lo cierran desde Cassà, señalando la importancia de tener un DEA y personal cualificado para utilizarlo, así como formado en técnicas de reanimación, lo cual es muy habitual en la provincia de Girona.

Porque Girona es el "territorio cardioprotegido más grande de Europa", según Dipsalut, el organismo de salud pública de la diputación gironina y el impulsor de la campaña "Girona, territorio cardioprotegido" a través de la cual se han repartido e instalado más de 1.000 desfibriladores en todo el territorio. También es la administración encargada de realizar los cursos de formación de soporte vital básico (SVB) y de desfibrilador exterior automático (DEA).

Desde 2011, cuando se puso en marcha la iniciativa, se han podido reanimar a 102 personas que sufrieron una parada cardíaca en la provincia. Y es que absolutamente todos los 221 municipios de Girona tienen, como mínimo, un desfibrilador. En Cassà, hace poco más de una semana, esta campaña de la Diputacion, así como la rápida intervención de personal formado, le salvó la vida a un jugador juvenil de 18 años en un campo de fútbol.