REAL MADRID

El peor día de Mesut Özil en el Real Madrid: "Eres un llorón"

José Mourinho le insultó y Sergio Ramos, en su defensa, jugó con la camiseta del alemán bajo la suya.

Mesut Özil, agachado en un entrenamiento del Real Madrid, ante José Mourinho. /EFE
Mesut Özil, agachado en un entrenamiento del Real Madrid, ante José Mourinho. EFE
Pablo Díaz

Pablo Díaz

-"¿Sabes cómo se te ve en los balones divididos? ¿No? ¡Te lo enseñaré! Entonces se puso de puntillas con los brazos pegados al cuerpo, puso morritos y empezó a dar saltitos por el vestuario del Madrid". El que escribe es Mesut Özil, futbolista que acaba de anunciar se retiro, y al que se refiere, el que le imita, José Mourinho, entrenador con el que, posiblemente, dio su mejor versión.

- "¡Si eres tan genial, juega tú!. Ahí la tienes. Póntela. Suerte", respondió el internacional alemán, lanzando su camiseta al suelo del vestuario.

- "¿Te rindes ahora? Eres un cobarde. ¿Qué quieres? ¿Darte una ducha caliente y lavarte el pelo? ¿Quieres estar solo? ¿O prefieres demostrar a tus compañeros, a los aficionados y a mí lo que puedes hacer? Eres un llorón, vete a la ducha. No te necesitamos", cerró el técnico portugués la conversación.

La escena, contada por el propio Özil en su autobiografía, sucedió un 30 de septiembre de 2012 en el vestuario local del Santiago Bernabéu, durante el descanso de un Real Madrid-Deportivo de la Coruña. Transcurría ya la tercera, y última, temporada del portugués al frente del Real Madrid y las grietas de una convivencia extrema habían empezado a aflorar a pesar de ser solo la sexta jornada de la competición liguera, con dos derrotas y un empate acumulados hasta ese encuentro.

A pesar de que los blancos habían remontado el gol inicial de Riki, gracias a un doblete de Cristiano Ronaldo y otro tanto de Di María, a Mourinho no le había gustado la actitud, pasiva según se deduce de sus palabras, de Mesut Özil. "¿Crees que dar dos pases buenos es suficiente? ¿Crees que eres tan bueno que con dar bien el 50% de pases es suficiente?", le echó en cara. "Se detuvo. Me miro con sus ojos marrones oscuros. Yo me eché hacia atrás. Era como la mirada de dos boxeadores antes del primer round. Sólo esperaba mi respuesta. En ese momento le odiaba aunque en realidad le adoraba", escribió el ya retirado futbolista, que también, como Mou, cumplía su tercera temporada, y última, en el club.

"En ese momento odiaba a Mourinho, aunque en realidad lo adoraba"

Mesut Özil Exfutbolista del Real Madrid

La secuencia terminó así. Özil cogió su toalla, pasó al lado de Mourinho y se fue a la ducha. Pero hubo un compañero, íntimo del campeón del mundo de 2014, que pensó que eso no debía acabar allí.

Sergio Ramos, tal y como demostraron posteriormente unas imágenes de Marca, se enfundó en ese momento la camiseta del '10' blanco, ocultándola bajo la suya y jugó la segunda parte con las dos. Buscó el gol para dedicárselo, pero no llegó. El Madrid acabó goleando (5-1) con otro tanto de Cristiano y uno más de Pepe.

Portada de MARCA de
Portada de MARCA de

El exfutbolista de Schalke 04 y Werder Bremen siguió jugando con normalidad. No hubo más castigo de Mourinho. Y Sergio Ramos, testarudo él, siguió buscando su gol para él. Seis jornadas después del citado choque, el central de Camas anotó su primer gol de la temporada, ante el Athletic de Bilbao. "Se lo tenía que dedicar a Özil. Esto ha cambiado pero lo pasó mal en otro momento", dijo tras el choque.

Sergio Ramos y Özil se abrazan tras la consecución de un gol.  Getty
Sergio Ramos y Özil se abrazan tras la consecución de un gol. Getty

A partir de ahí, la historia de Özil en el Real Madrid es conocida. La trayectoria de Mourinho en el club termina, desquebrajada su relación con el vestuario. El fino mediapunta hizo la pretemporada con Carlo Ancelotti ya al mando e incluso disputó de titular los dos primeros partidos de LaLiga de aquella temporada 2012-2013. El 1 de septiembre de 2013, Real Madrid y Arsenal, con la venia del jugador y su padre y representante, Mustafa, acuerdan el traspaso por una cifra cercana a 50 millones de euros, por entonces la venta más alta de la historia del Real Madrid.