LIGA F

La norma de 2017 que explica uno de los grandes problemas del fútbol femenino español: el nivel arbitral

Desde el curso 2017/18, todas las colegiadas de la Liga F son mujeres.

Ainara Acevedo Dudley durante la final del Joan Gamper entre el Barça y la Juventus. /Getty
Ainara Acevedo Dudley durante la final del Joan Gamper entre el Barça y la Juventus. Getty
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

Una jornada más, el nivel arbitral de la Liga F está en el punto de mira. Virginia Torrecilla o Lola Gallardo expresaron su malestar con las colegiadas a través de las redes sociales. El debate se centró en la necesidad de implantar el VAR -inexistente en la Primera División femenina de fútbol- y en la formación de las colegiadas. El primer punto responde a cuestiones económicas y logísticas. En estos momentos, es un coste inasumible para muchos de los clubes de la Liga F y, por otro lado, la mayoría de los campos no están preparados para su instalación.

El segundo punto resulta más complicado -o no tan sencillo- de explicar. Uno de sus posibles motivos recalaría en una normativa que entró en vigor en la temporada 2017/18. Entre otros muchos factores. Porque, desde ese curso, todas las árbitras de la Liga F son mujeres.

Se trataba de un proyecto, impulsado por el CTA -que entonces presidía Victoriano Sánchez Arminio- y liderado por Marisa Villa, primera mujer colegiada en el fútbol español, exasistente internacional y coordinadora de la sección femenina del citado organismo.

Hasta ese momento, la máxima categoría del fútbol femenino español estaba arbitrada por colegiados -hombres- de Segunda B y asistidos en las bandas por mujeres. "Quienes han arbitrado, hasta ahora, el fútbol femenino han sido árbitros de Tercera, que están más centrados en su categoría. Las árbitras van a dar más seriedad a la liga y le van a dar el valor que se merece", dijo Marisa en su día. Además, perseguía un sueño: "Nos va a permitir no perder a tantas mujeres que sueñan con llegar a la élite del arbitraje", afirmó Marisa.

Esas 20 colegiadas, que pasaron a la historia, fueron elegidas tras la celebración del I Curso de Selección de Colegiadas Nacionales. En marzo del 2017, cada comité territorial eligió a sus mejores arbitras. El 17 y el 18 de junio, en Madrid, tuvieron lugar las pruebas definitivas: 46 árbitras para 20 plazas. Antes de su celebración, Marisa Villa advirtió: "No nos vamos a precipitar. Sólo ascenderán las que estén preparadas". Finalmente, terminaron completando la totalidad de las vacantes.

Ese primer curso contó con sus propias pruebas, adaptadas a la fisionomía de la mujer, una de las demandas más populares de las colegiadas y que les imposibilitaba alcanzar la élite del arbitraje, puesto que tenían que superar las mismas pruebas que sus homólogo masculinos. "La mayoría de estas 46 árbitras estaban arbitrando en Preferente o Tercera, con una experiencia de ocho años", destacó Marisa Villa. .

Ainara Acevedo, Beatriz Arregui, Elena Casal, Paola Cebollada, Elena Contreras, Sara Fernández, Marta Frías, Verónica González, Zulema González, Marta Huerta de Aza, Lobenschus Kinga-Hajnalka, Paula Líndez, María Dolores Martínez, Elia María Martínez, Elena Peláez, Inmaculada Prieto, Olatz Rivera, Ylenia Sánchez, Patricia Tórtola y María José Villegas, fueron las 20 elegidas. Muchas de ellas continúan arbitrando en la Liga F y refrendando una norma que sigue vigente.

¿Por qué es un problema?

Echando la vista atrás, la iniciativa -que en un primer momento tuvo una gran acogida y que se celebró como una gran oportunidad para las árbitras- podría no haber envejecido del todo bien y sobreexponer a las colegiadas.

Actualmente, Marta Huerta de Aza es la árbitra con mayor nivel de la Liga F. Habitualmente, arbitra en Primera Federación —tercer escalón del fútbol masculino— y ejerce de cuarta árbitra en encuentros de LaLiga EA Sports, como el Atlético de Madrid - Cádiz del pasado 1 de octubre, por ejemplo. El resto de colegiadas alternan sus partidos en la Liga F con los de Segunda Federación (solo Olatz Rivera Olmedo y María Eugenia Gil Soriano) y Tercera Federación  (equivalente a cuarta y quinta categoría del fútbol masculino, respectivamente). De hecho, la gran mayoría (15 de 18) de las colegiadas de la Liga F dirigen en Tercera Federación.

En España, menos del 7% de las licencias arbitrales se corresponden a las mujeres. Un porcentaje, unido a la limitación de género de la competición, que podría precipitar la aparición de muchas de ellas en la élite del fútbol femenino español sin la formación o la experiencia necesarias en escenarios de primer nivel. Una norma, la ya mencionada, que podría estar condicionando el nivel arbitral de la Liga F.

Sandra Riquelme
Sandra Riquelme

Responsable de fútbol

Periodista y creadora de contenido, no tienen por qué estar reñidos. Colgué las botas a los 23. Especialista en fútbol. Os diría que soy especialista en fútbol femenino, pero prefiero