La República Srpska, el complejo territorio de Bosnia y Herzegovina donde hoy (y siempre) van con Serbia
El Borac Banja Luka, presente en la actual edición de la Conference League, es el principal equipo de esta compleja región con cierta autonomía dentro del país bosnio.
A Serbiahoy no la animarán únicamente los habitantes de su país. También estará pendiente del encuentro ante España una parte importante de Bosnia y Herzegovina: la República Srpska. Para entender la complejidad del país balcánico, que sufrió una sangrienta guerra entre 1992 y 1995, hay que partir de la base de que está dividida en dos entidades administrativas: la Federación de Bosnia y Herzegovina, donde se encuentra la capital, Sarajevo, y la República Srpska.
"Tiene cierta autonomía política y una mayoría étnica serbia, pero no es un país dentro de otro país", explica a Relevo la periodista Celia Castellano, gran conocedora de la zona. El origen del claro dominio serbio en el territorio está en el conflicto, aunque antes de la guerra "ya había una relativa mayoría", apunta Castellano. "Tras la proclamación de la República Srpska al inicio de la guerra, comenzó a homogeneizarse: muchos bosnios musulmanes fueron asesinados o se desplazaron a zonas bajo el control del Armija (el ejército bosnio) y el desplazamiento también ocurrió de manera inversa en zonas de mayoría bosnio-musulmana en las que vivían serbios. A partir de 1995, eso se fue asentando".
Con el fin de la guerra y los Acuerdos de Dayton, en 1995, se acordó la continuidad de la división en la República Srpska y la Federación de Bosnia y Herzegovina, algo que, según Castellano, consolidaron la partición del territorio para garantizar cierto equilibrio técnico de forma inmediata, con menos miras a largo plazo. "Los Acuerdos de Dayton fueron diseñados para hacer funcionar el país en el corto plazo, en un momento de máxima división y dolor, sin prever desafíos futuros", apostilla.
En el fútbol, sin embargo, ni siquiera consiguió cerrarse la herida en un principio. "Bosnia y Herzegovina es el país más complejo de la zona en cuanto a distribución territorial y futbolística", avisa Axel Torres, periodista y autor del libro Crónicas balcánicas (Contra, 2024). Pese a la firma de paz en 1995, no fue hasta siete años después que se unificó el fútbol bosnio en una sola liga. "No se entendían, no podían jugar al fútbol los unos contra los otros y había una liga de los croatas, una liga de los bosniacos y una liga de los serbios", explica Torres.
Debutante en la Conference League y último ganador de la Copa Mitropa
El equipo más representativo de la comunidad serbia es el Borac Banja Luka. La ciudad que le da nombre, Banja Luka, es la segunda más grande de Bosnia y Herzegovina, solo por detrás de Sarajevo, y actúa de capital política y administrativo de facto de la República Srpska. Después de haber participado en varias rondas previas de la Champions League, este año está presente en la Conference League, convirtiéndose en el segundo equipo de Bosnia y Herzegovina en participar en la fase final de una competición europea con el sistema actual.
Aun así, y pese a haber conseguido tres ligas y una copa bosnias, una copa Yugoslavia y hasta la última edición de la Copa Mitropa en 1992, Torres no lo considera un gigante del fútbol bosnio. "Es cierto que ahora mismo no hay un dominador claro, pero los grandes son el FK Sarajevo y el Zeljeznicar, a nivel de palmarés no puede competir con ellos"
De hecho, es con los dos equipos de la capital de Bosnia y Herzegovina con los que más rivaliza el Borac Banja Luka. "Hay una guerra muy reciente, y los serbios y los bosnios se siguen llevando mal, no es un país en el que convivan", recuerda el periodista. Una buena muestra es la confección de plantilla actual del Borac Banja Luka. Aunque, como dice Torres, no es tan "sectario" como para que no pueda jugar un bosniaco, la mayoría de los futbolistas respira la misma sensibilidad que el club. De los catorce jugadores nacidos en la actual Bosnia y Herzegovina, diez de ellos, además del entrenador, nacieron en la República Srpska, casi todo en Banja Luka. Y hay seis futbolistas de Serbia.
La República Srpska está continuamente de actualidad porque su presidente, el proserbio Milorad Dodik, ha hablado en varias ocasiones de la posibilidad de llevar a cabo un proceso secesionista. Sobre dicha casualidad, Castellano es escéptica, ya que opina que, cuando hay elecciones, Dodik "aviva el fuego toqueteando las heridas con fines electoralistas".
"Dodik ha tenido encuentros con países como Rusia y Hungría buscando apoyos. También ha hecho anuncios muy duros como la intención de crear instituciones paralelas, como un ejército. Al mismo tiempo, Serbia parece desmarcarse bastante de Dodik, por ahora no parece estar por la labor de dar apoyo a esa idea. Yo diría que no es algo muy realista a corto y medio plazo, pero tampoco hay que ignorarlo", remata la periodista.. En abril de este mismo año, Dodik declaró que los serbios no querían compartir "ni el aire" con los bosniacos. "Si en República de Srpska se juega un Serbia contra Bosnia Herzegovina, animarían a Serbia, por mucho que no represente a su territorio", reafirma Torres. Hoy tampoco dudarán sobre a quién animar.