Menos mal que no teníamos seleccionador… ¡España es campeona!
La selección de De la Fuente se lleva la Nations League tras un conmovedor ejercicio físico abrochado en la tanda, con Unai y Carvajal de protagonistas.
Unai tiró de pierna para despejar el cuarto penalti, el de Majer. Antes Merino había marcado y le había gritado que lo pararía. Era 3-3. Asensio la puso en la escuadra a continuación y Perisic no perdonó. Aymeric Laporte tenía la victoria en su pie. Pero se le fue el balón al larguero. El bajonazo fue tremendo. Muerte súbita. Pero Unai se volvió a hacer gigante. Como Iker en Viena. Y ya no se podía fallar. Allí apareció Carvajal. Suplente en el torneo. Y vistiéndose de Ramos, panenkita y a la buchaca, como Sergio en Donetsk. España vuelve a ser campeona. Nos sobran leyendas, nos faltan nuevos ídolos. Por eso es tan bonito recordarles cuando se gana.
Había un título en juego, por menor que sea,. De esos que suman al palmarés y que pueden ser el inicio de algo con lo que soñar. Comparecían la España de De La Fuente contra la Croacia de Dalic y Modric. El problema fue que estamos casi en verano y los jugadores llevan en las piernas una quebrantahuesos de 11 meses. De ahí que el fútbol luciera menos. Quedan pocos interlocutores que lo denuncien. Pero esto es insostenible. Se llegó a la prórroga y a los penaltis. Veremos cuántos de estos jugadores sufren problemas musculares en los primeros meses de la próxima temporada.
Pero después de este torneo, que empezó hace mucho tiempo, y fue posible gracias a Morata y su gol en Portugal, con Luis Enrique al mando, De la Fuente se ha sacudido mucho prejuicio gratuito. Los que duden de él, incluso desde dentro, debían dar un paso al lado. Del mismo modo, el seleccionador debería creerse lo que es. El jefe de una selección que además ya es campeona. Habrá tiempo de balances, pero el riojano sale ganador absoluto de Holanda.
De la Fuente is on fire! 🔥 🇪🇸 pic.twitter.com/mBtusaoaGq
— Relevo (@relevo) June 18, 2023
La noche pudo arrancar como la semifinal. Cambió De la Fuente con Fabián y Asensio por Merino y Rodrigo, jugadores en cierto modo similares, para seguir con el mismo plan. Tal fue que incluso se pudo repetir la misma jugada que valió el 1-0 contra Italia, con Gavi, jefe de guerrillas, el Empecinado de nuestro fútbol, yendo a robar en salida de Croacia. Se hizo con la pelota pero, en vez de ceder como el jueves (Asensio venía solo), se la jugó. El balón se fue cerquita del poste.
La cosa estuvo muy pareja, sin grandes ocasiones en toda la primera mitad, a tramos mitad rojo, mitad azul. No ver a Croacia con su clásico uniforme de damero rojiblanco como que imponía menos, por mucho que el 10 siguiera siendo Modric. Kramaric buscaba las cosquillas a un nervioso Le Normand y Morata no aparecía. Rodrigo seguía en modo comandante y el tiempo pasaba sin mayor historia hasta que llegó el descanso. Alguna carrerita de otro inmortal, Perisic, que parece que lleva haciendo la misma jugada del 1-2 de Burdeos en 2016 toda la vida. Para borrar la falta en el 45' que se supone estaba preparada y acabó con un Asensio y Pino y la casa sin barrer. Rodrigo no se lo explicaba.
Con Navas (37), Jordi Alba (34), Modric (37), Perisic (34) era inevitable pensar en Ramos, al que le hubiera encantado estar allí, a sus 37, jugando una final con su selección. El caso es que sin él y Piqué, más ausencias pasadas como Puyol o Marchena, le cuesta al fútbol español encontrar centrales de garantías. La Nations ha alumbrado a dos franceses nacionalizados como gendarmes, después de que Rodri retrasara su posición en Catar. El caso es que dos partidos, a pesar de la exigencia de una final a 4, es poco tiempo, pero hay mimbres. Le Normand pidió lesionado el cambio en el 76'.
Con el inicio de la segunda mitad se estiró Croacia, rondando con más peligro a Unai, con un juego más lubricado. España se sostenía, sufriendo por momentos. Trenzaron bien los zurdos, Fabián, Asensio, Pino para Alba y el centro de este lo cabeceó alto Marco. Pero crecían los croatas por momentos, sin encontrar España pausa o juego. De la Fuente quiso cambiar con Ansu y Joselu por Morata y Pino. Justo antes Rodri soltó un derechazo que silenció, aunque fuera por segundos, a la hinchada balcánica, ruidosa y entregada de principio a fin, aunque algunos emborronaran el comportamiento general lanzando botellas de agua.
Las piernas, después de una temporada eterna, con Mundial en el medio, estaban ya pensando en la playa a medida que se acercaba el final. Por tanto se sucedían los huecos y los espacios. España espabiló con Ansu agitando desde la izquierda. De hecho fabricó los mejores minutos del partido antes del final. Tuvo Fati la más clara, pero se la sacó Perisic bajo palos. Y se llegó a la prórroga. Rodri debía tirarse de los pelos. El calendario de esta temporada ha sido infernal.
Navas tampoco pudo acabar el partido. Nacho salvó ante Majer una contra guiada por el incombustible Kovacic en la más clara de la primera parte de la prórroga para Croacia. Acabó tocado de la acción el nuevo capitán del Madrid. El partido ya estaba roto, como los jugadores. Olmo mandó alto un balón muerto tras jugadón de Asensio.
Los últimos 15' fueron españoles. Se llegaba con facilidad al área. Ansu, Olmo, Asensio, se rozaba el gol del título. Pero faltaban centímetros, frescura, contundencia… Se echó en falta algún centro para Joselu, que en más de una hora de juego no gozó de ninguna ocasión. Todo quedó olvidado con una tanda memorable. Ya no hará falta que nos acordemos solo de Casillas o Ramos. Tenemos nuevos recuerdos ganando títulos. Y eso es mucho.