SELECCIÓN ESPAÑOLA

Rubiales no da con la tecla: cinco seleccionadores en cuatro años

Desde que asumió el cargo de presidente de la RFEF el banquillo de la Selección tendrá tantos inquilinos como entre 1992 y 2016.

Rubiales, Molina y Luis Enrique, antes de un partido con la Selección. /GETTY
Rubiales, Molina y Luis Enrique, antes de un partido con la Selección. GETTY
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Las selecciones nacionales, sobre todo aquellas que están llamadas a pelear por los títulos continentales y mundiales, suelen ser proyectos deportivos para los que se necesita tiempo. Es habitual que un seleccionador que llega al cargo tras un gran torneo firme por cuatro años para así poder disputar dos grandes torneos. Y si las cosas van bien, dicho periodo se puede ampliar dos o cuatro años más. España, sin embargo, se ha convertido en una excepción desde que Luis Rubiales se convirtió en máximo mandatario de la Real Federación Española de Fútbol.

El 17 de mayo de 2018, el exjugador canario llegaba a la presidencia de la RFEF para suceder a Ángel María Villar en el cargo. Lo hacía con el Mundial de Rusia a la vuelta de la esquina y con toda la confianza puesta en Julen Lopetegui, seleccionador nacional en aquella época y que había firmado una gran fase de clasificación para la cita mundialista. La ilusión del ente federativo era máxima y tenían puestas muchas esperanzas en dejar atrás las malas actuaciones firmadas en la Copa del Mundo de 2014 y la Eurocopa 2016. Pero todo explotó por los aires dos días antes del primer encuentro.

En aquel momento se conoció que Lopetegui tenía un acuerdo cerrado con el Real Madrid para dirigir al conjunto blanco tras el Mundial. Aquella negociación, a espaldas de la RFEF, no sentó nada bien a Rubiales, que lo destituyó de manera fulminante y para sorpresa de todos los convocados en Rusia. Era el primer seleccionador de Rubiales y había durado un par de meses en el cargo.

Su puesto lo ocupó durante el torneo Fernando Hierro, por aquel entonces director deportivo de la Federación y que asumió el cargo de manera provisional y a la espera de ver qué papel podía hacer el equipo nacional. España quedó eliminada en octavos de final ante Rusia y Hierro vio terminada su etapa como seleccionador escasas semanas después de iniciarla. Era el segundo seleccionador de Rubiales.

Tocaba empezar casi de cero, buscar una figura relevante para el banquillo que se mantuviese, al menos, durante el siguiente ciclo mundialista. Y el elegido fue Luis Enrique Martínez, sin equipo desde su salida del Barça en 2017. El asturiano era un entrenador respetado por todos los estamentos del fútbol español y en la RFEF estaban entusiasmados con su llegada. Sin embargo, menos de un año después renunciaba momentáneamente al cargo por problemas personales. Era el tercer seleccionador de Rubiales.

Asumió el cargo de manera provisional Robert Moreno, su ayudante, que firmó una excelente fase de clasificación para la Eurocopa de 2020. Ese verano de 2019 llegaba el anuncio oficial de que Luis Enrique abandonaba de manera definitiva el puesto de seleccionador y Moreno era ratificado en el banquillo. En noviembre, los acontecimientos daban un vuelco, Luis Enrique regresaba al cargo y Moreno era destituido de cualquier puesto en el organigrama deportivo de la Federación. Era el cuarto seleccionador de Rubiales.

 

Desde entonces y hasta hoy mismo, el asturiano ha permanecido en el cargo y ha firmado unas semifinales en la Eurocopa de 2020, una final en la pasada Nations League más una clasificación para la final four de la presente edición y la discreta actuación en el último Mundial, donde España cayó en octavos de final ante Marruecos. El nuevo seleccionador, Luis de la Fuente, será el quinto de Rubiales en menos de un lustro y con el que espera, por fin, dar con la tecla en el banquillo nacional.