Pochettino: "Hay que jugar para Messi y eso faltó en París"
El técnico reflexiona sobre su última experiencia en el PSG y ve a su Argentina de Messi como favorita para ganar el Mundial.

Mauricio Pochettino (Murphy, provincia de Santa Fe, Argentina, 02/03/1972) se sienta con Relevo cinco meses después de dejar el PSG. Desde entonces no ha vuelto a conceder entrevistas, pero nos atiende para no dejar ningún tema sin tratar.
Con la serenidad que da el tiempo, el entrenador argentino analiza su paso por París, con la eliminatoria con el Real Madrid en el recuerdo, cómo es dirigir a Messi, Mbappé y Neymar en un mismo equipo, lo que espera de Catar, y cómo ve el fútbol mientras llega su próximo desafío en un banquillo de los grandes. Lo hace en presencia de su inseparable staff técnico, formado por Jesús Pérez, Toni Jiménez Sistachs, Miguel D'Agostino y Sebastiano Pochettino.
¿Cómo ve el fútbol actual y qué futuro le augura?
Hacer una evaluación del fútbol, con los recursos tecnológicos de hoy, es complicado. Fui de los pocos entrenadores que predijo que el fútbol iba a cambiar con todo esto. Se ha perdido la espontaneidad, la riqueza de la inteligencia emocional del futbolista a la hora de competir. La justicia a veces hace más efecto con el VAR, pero para quien mamó el fútbol de pequeño y de otras épocas, nacimos y crecimos teniendo que ser listos, teníamos que crear, que la picardía fuese fundamental y ahora se pierde. Tengo un hijo jugando en el Nàstic y, como ellos no tienen el VAR, cuando es gol miras al línea. ¿No levantó el banderín? Vamos a festejar. A quien le gusta ese fútbol, disfruta más con eso: que si el árbitro me vio, si se equivoca o lo hace el linier… No soy ventajista y no lo digo sólo ahora. Los árbitros han pasado a ser simples espectadores de lujo y quien imparte la justicia es el VAR. Se pierde la intencionalidad, se están juzgando acciones en cámara lenta, con otros ángulos, a otra velocidad. Hubiese implantado lo de la línea de gol y el fuera de juego, pero lo demás lo dejaría para la libre interpretación de los árbitros.
¿Qué Mundial se espera?
Es una incógnita, primer Mundial en unas fechas diferentes, con poco tiempo para los seleccionadores y la preparación. Es un Mundial en una sola ciudad donde van a convivir 32 selecciones, con sus respectivas aficiones. Es una pasión, una fiesta y más allá de las críticas, cuando empiece a rodar el balón lo vamos a disfrutar de igual manera.
¿Cree que por las condiciones en las que se da, disminuye la calidad futbolística?
Menos calidad no creo que haya. Es verdad que las últimas semanas han sido difíciles porque los jugadores están calculando, hay una lesión que puede dejarte fuera. Pero llegan en su mejor momento físico, porque después de cuatro meses de competición es cuando mejor están. Veremos psicológicamente cómo les afecta, veremos su capacidad de gestión emocional.
¿Cuál es su favorita para ganar en Catar?
Siempre hay que contar con Argentina, Brasil, incluiría Inglaterra, Francia, España y Alemania. Argentina es más favorita que hace cuatro años, sobre todo por haber ganado la Copa América. Cuando tienes a Messi, y todos entienden que han de jugar para él, los sueños se pueden cumplir.
¿Hay que jugar para Messi entonces?
Está claro, es el mejor del mundo. Ahora hay buena química entre todos los integrantes, tanto en el cuerpo técnico como en los jugadores. Y en el país hay una corriente muy positiva que antes no se veía. Se ha generado una energía muy buena en torno a la selección argentina.
¿Si Messi gana el Mundial ya no habrá duda de si Maradona fue mejor?
Para mí nunca existió ese debate, son los mejores en sus respectivos contextos. ¿Cómo lo medimos? ¿Según resultados? ¿Si ganó la Copa del Mundo? ¿Balones de Oro? Ambos están en el mismo lugar y es en el primer puesto.
¿Qué tipo de proyecto le gustaría que fuera el próximo?
Hoy hablar de proyectos en el fútbol es muy difícil. Hay pocos afortunados que puedan estar envueltos en un proyecto a medio o largo plazo, cada vez hay más exigencia y menos paciencia en los clubes. El principal objetivo es ganar y paralelamente crear una estructura que te dé un sustento para mantenerlo.
Después de estar en un club con Mbappé, Messi, Neymar… Es normal que busquemos mantener el nivel, aunque eso es lo máximo. Pero sí un club que te dé la posibilidad de optar a lo más grande, como ganar la Champions.

¿De qué está más satisfecho de lo conseguido hasta ahora?
Hemos podido dar lo máximo allá donde hemos estado. Después de tantos años en el Tottenham, necesitas ganar un título que te dé una visibilidad diferente. El PSG ha sido bueno por la experiencia, fue un proyecto que no se había dado, con tanta figura junta. Ganamos la Liga, la Copa y la Supercopa. Es decir, en año y medio, tres títulos. Pero si no ganas la Champions no es suficiente, sino eres uno más como Ancelotti, Blanc, Touchel, Emery, Galtier…
¿Con qué experiencia ha podido aprender más?
Se aprende de todas, las capitalizamos como grupo y como individuo. En el Espanyol es donde me hice entrenador, fui con muchas dudas e incertidumbre. Aunque hayas hecho cursos, estudiado, preparado… De repente te toca convencer a 25 tipos para que crean que tu idea es la correcta, que te vas a meter con un barco en una travesía donde habrá tormentas y todos tienen que confiar. No es tan fácil como parece.
¿De qué le sirvió su paso por el Southampton?
Fue la confirmación de nuestra idea, donde pudimos sacar a mucha gente joven. Salir de tu casa, de tu estado de confort, aprender inglés, competir y transmitir las ideas en un año y medio, fue un crecimiento muy acelerado, lo notábamos día a día. Nos dio la posibilidad de mostrar nuestra capacidad y talento en la Premier. A nosotros nos dio un valor enorme.

¿Y sus años en el Tottenham?
Fue la construcción de un proyecto de ensueño. Además, llegamos en el momento justo a un club que quería crecer, jugar la Champions, ganar la Premier… Coincidimos en tiempos y en tipo de proyecto, así que nos comunicamos muy bien, como si estuviéramos hechos el uno para el otro. Encima casi ganamos la Champions. Siempre va a quedar en algo muy especial para nosotros.
El PSG…
Era la experiencia que nos hacía falta, la de convivir con grandes estrellas y relacionarte en el ático del fútbol. Fue el desafío de ponerte en una situación difícil y tratar de que funcione un club tan especial.
¿Y usted cómo pudo gestionar un grupo con tantas estrellas?
Necesitas adaptarte constantemente porque había demasiada grandeza. Para el Barça tener a Messi o para el Madrid contar con Cristiano es una bendición. Pero cuando metes a demasiados jugadores que todos necesitan su lugar y ser el número uno, puede haber confusión. Al final, cuando juegas, son 11 jugadores con un solo balón. Había un penalti, ¿y quién lo tira? No es ni siquiera una decisión del entrenador.
¿Entonces cómo se maneja un grupo así?
No hay un manual y nadie lo puede explicar, aunque ahora ya está la experiencia de cuando estuvimos nosotros. Como la de meter a Navas y a Donnarumma, dos números uno en el mismo puesto. Ahora es más fácil. Nuestra capacidad fue la de haber sido gente de consenso, flexible para poder darle a cada uno lo que necesitaba. Es que cada uno necesitaba algo diferente, con sus circunstancias, según su momento deportivo, familiar, etc. La gente sólo se fija en un resultado, pero es un trabajo de máxima complejidad. Creo que le dimos mucha naturalidad. Dimos pie a que este año haya cierta estabilidad en el PSG y se mantengan las mismas piezas.
¿Cómo se siente un entrenador sabiendo que puede contar con Messi?
Es como cuando tenía de compañero a Maradona. Tengo el mejor al lado, démosle el balón a él. En París, la primera temporada sobre todo, faltó eso. Dásela a Messi, no hace falta hacer ciertas cosas si tienes a un jugador tan determinante como él. Fue una satisfacción ser su entrenador, a pesar de que tenía su edad, venía de la Copa América, tras un mes y medio de una situación traumática con su salida del Barça después de 20 años…
¿Con qué futbolistas ha podido disfrutar más al tenerlo a sus órdenes?
Disfrutamos de los grandes nombres, pero también del jugador que quiere crecer, que cada entrenamiento o consejo que le das, lo toma y lo aplica. Es una satisfacción tanto ver a Messi como a cualquier chico joven del Espanyol que luego progresa.
Si le pregunto por los futbolistas que mejor supieron captar su idea y lo que quería de ellos, ¿qué nombres se le vienen a la mente?
Harry Kane, Ryan Mason, Lallana… Entendieron muy bien qué filosofía teníamos de juego, pero también cómo éramos humanamente. Cuando empezamos a trabajar juntos eran potencialmente grandes talentos. Captaron enseguida nuestra esencia y fueron a muerte con nosotros.
El ruido y la incertidumbre en torno al futuro de Mbappé, ¿le afectó en su rendimiento?
Me preguntaron en rueda de prensa si me veía con Mbappé en el PSG y dije que sí porque tenía un año más de contrato. Ancelotti dijo eso de que los entrenadores no pueden decir la verdad.
Kylian siempre estuvo tranquilo, siempre me decía que no había tomado una decisión. Yo sabía lo que sabía todo el mundo, me decía: "Míster, aún no he tomado la decisión". Yo le insistía: "Pero dime si firmaste, que queda en secreto". "Míster, no he firmado nada", me respondía. "¿Te vas a quedar?". "No lo sé". "¿Te vas a ir?". "No lo sé". Y así hasta el final. Desconozco qué pasó después, solamente me enteré unas horas antes de hacer el anuncio, ya en el último partido.
Si Mbappé se lo pidiera, ¿le aconsejaría que se marchara?
Nunca me pidió consejo, tiene mucha gente alrededor, más todos los que le aconsejan sin que él lo pida. Hemos tenido muchas charlas, es el jugador que más ha estado en mi despacho, día sí y día no. Hablábamos de su vida, de las cosas que le gustan y las que no, es un chico al que le gusta mucho hablar de fútbol, mira muchos partidos. A veces estaba viendo la liga portuguesa en su casa y me mandaba una foto del momento. Es muy fácil relacionarte con él.
¿Veía a Sergio Ramos con el suficiente nivel para haber ido al Mundial?
No lo sé porque los últimos meses con nosotros ya había olvidado esa etapa con España. Vivió un etapa muy difícil hasta que firmó con el PSG, y luego estuvimos casi ocho meses sin poder contar con él. Aunque nos fuimos con la sensación de que podía recuperar el nivel.
Con el paso del tiempo, ¿qué reflexiones ha hecho de la eliminatoria con el Real Madrid?
Hay que poner todo en contexto, cómo llegábamos cada equipo. Tras el primer partido, todos vimos que el resultado fue corto. En la vuelta, pasaron cosas, una hora de dominio que la gente pensaba que el PSG iba a pasar, y por una falta de Benzema a Donnarumma, eso cambia y hace que salte un interruptor que le dio la creencia al Madrid. Se encendió una luz que a nosotros se nos apagó, y no pudimos gestionar esos 20 minutos en los que el equipo sintió mucho ese gol. Es difícil hacer un análisis de aquel partido, lo grave es que le pasó después a Chelsea y City. Mal de muchos, consuelo de tontos, pero hay algo en el Madrid, en el Bernabéu y en su historia que les hace creer que las cosas imposibles las puede cambiar.
¿Es una cuestión de falta de experiencia o de mentalidad en los jugadores del PSG?
No lo creo, porque tanto PSG, como Chelsea y City tienen jugadores de experiencia, pero hay algo difícil de explicar en el fútbol. Dices que hubieras hecho más cambios de jugadores más defensivos, mantener a los tres en el campo o haber cambiado, pero el City sacó a todos los delanteros, todo defensivo y en la prórroga se queda sin capacidad de atacar. En el fútbol siempre hay un porcentaje que no se puede controlar, por eso es el deporte que más gusta en todo el mundo.
Piqué ha anunciado estos días su retiro. Hábleme del momento en el que hay que saber decir adiós para un entrenador.
Qué difícil saber eso. Creo que tomas la decisión cuando no tienes la fuerza, ni la motivación o las ganas para seguir… Si estás convencido, tienes que seguir, a no ser que te echen.
¿Qué opina sobre el cuestionamiento a la continuidad de Simeone?
Lo que pasa es que estamos hablado de los mejores entrenadores de la historia del Atlético. Es difícil de valorar desde la distancia. Pero a mí me ha pasado estar cinco años en un club como el Tottenham, llegando a una final de Champions, y unos meses después salir. El Cholo lleva once años y eso es un mérito, tiene la capacidad de reinventarse cada año, mantener la motivación y la fuerza. Da mucho que hablar en España, quizás en Inglaterra sería más difícil. No me imagino que con Klopp, en un periodo que no le vayan bien las cosas con el Liverpool, opinaran de él así. Más allá de que haya una temporada en la que los resultados no se dan, lo que ha hecho Simeone es un sostén para que todo el mundo guarde más silencio.
¿Se puede vivir de eso?
Hay buenos y malos momentos, y a veces se necesita bajar para poder subir. Es fácil subirse al carro de la crítica que al del elogio. Atleti y Simeone es una relación que siempre va a estar.
Defíname qué es para usted jugar bien…
Cuando tienes tu idea, la proyectas de la mejor manera posible y logras el objetivo, que es ganar. Si ganas jugando al contragolpe, eso es jugar bien. O haciendo tiqui taca. O si defiendes y llegas una sola vez, pero ganas el partido… Hay muchas maneras de hacerlo, lo que necesitas es ganar. Si plasmas tu idea y ganas, eso es jugar bien.