Messi señala a Mateu: "No se puede poner un árbitro que no está a la altura"

Argentina lloró de emoción tras superar a Países Bajos en los cuartos de final del Mundial de Catar gracias a unos emocionantes penaltis, pero el enfado de muchos de sus jugadores, aficionados e ilustres seguidores no desapareció tras la celebración. Con Leo Messi a la cabeza, Argentina cargó contra Antonio Mateu Lahoz. El árbitro español recibió muchas críticas de uno y otro bando, pero la que más resuena ahora es la de La Pulga: "No quiero hablar del árbitro porque no se puede ser sincero, si hablas te sancionan. La FIFA debe pensar en ello, no puede poner un árbitro así para estas instancias. No puede poner un árbitro que no está a la altura".

Las quejas del '10' fueron un golpe directo contra el colegiado español y tuvieron continuidad en boca de otro compañero. Pezzella, central argentino del Betis, atendió a Relevo y su respuesta sobre Mateu fue clara: "Opino lo mismo que Leo". Otro de los grandes héroes de la noche, el Dibu Martínez, tampoco se mordió la lengua. "Es una locura ese árbitro, es un arrogante. Le decís algo y te habla mal. Da 10 minutos, cobra la falta para Holanda...".

Incluso, el portero argentino razonó sus quejas en el micrófono de La Ser y acusó a Mateu de arbitrar deliberadamente contra ellos: "Como quedó fuera España creo que quería que quedásemos nosotros fuera". "Hemos tenido el peor árbitro de la copa, de lejos", completó.

Si los reclamos de los jugadores fueron explícitos, las quejas de Juan Martín del Potro, ex tenista argentino, y Kun Agüero tuvieron un tono aún más agresivo. "Este árbitro como le gusta llamar la atención. Dios mío", escribió el ex delantero. "LA RE conchaaaaa Que lo parióóó!!!! ARBITRO PAYASOOO", publicó en Twitter el ex tenista, por su parte. Diego Schwartzman, también tenista albiceleste, celebró el triunfo y se lo dedicó indirectamente al colegiado español: "Seguí agregando minutos árbitro… Dale seguíííí….. Aguante Argentina la concha de su madre", publicó.

El partido fue polémico en ambas direcciones, ya que los neerlandeses también criticaron muchas decisiones arbitrales. Leandro Paredes, por ejemplo, pudo ser expulsado tras chutar el balón contra el banquillo Orange. "No es fácil manejar este tipo de partidos. En mi opinión creo que a veces se lo ha puesto demasiado fácil a los argentinos", dijo Luuk de Jong. Por parte albiceleste, los principales reclamos se debían a los 10 minutos de tiempo añadido en la segunda parte, además de una falta al borde del área en el minuto 100 que acabó en el empate de Países Bajos.

En lo que respecta a las amonestaciones, el duelo entre europeos y sudamericanos fue histórico. Mateu Lahoz mostró un total de 17 amarillas, sin ninguna tarjeta roja, lo que significa un récord en la historia de los Mundiales. Superó al también español López Nieto, quien en un Alemania-Camerún del Mundial 2002 mostró 16 amarillas y dos rojos. Por su parte, Valentín Ivanov sacó también 16 amarillas y cuatro rojas en el Países Bajos-Portugal del Mundial 2006.

Unas polémicas que llegan justo cuando Mateu entraba en la historia al convertirse en el 2º árbitro español con más partidos dirigidos en un Mundial (5), únicamente superado por Gardeazábal Garay (7). Sin embargo, ahora habrá que esperar para ver si estas quejas de los jugadores podrían afectarle en próximas designaciones.

El capitán argentino tenía más recados, más allá de Mateu. Las palabras en la previa de Louis Van Gaal sobre él, cuando dijo que sin balón no defendía y era una oportunidad para Países Bajos, no debieron sentarle bien. De hecho, se acercó al banquillo neerlandés y les hizo un gesto con la mano como diciendo que 'hablan mucho' y, además, también le criticó ante la prensa: "Van Gaal vende que juega al fútbol y lo que hizo fue poner gente alta y tirar pelotazos". 

Incluso, tras marcar se plantó en el centro del campo e hizo un gesto con las manos en las orejas, popularizado hace años por Riquelme. El Leo más reivindicativo. El '10' también se molestó con Wout Weghorst, delantero neerlandés. En el túnel de vestuarios, mientras atendió a un medio argentino, Leo le insultó varias veces llamándole "bobo". Una noche de gran felicidad pero también en la que pareció saldar cuentas pendientes.