El Memphis de Países Bajos es muy bueno... pero en el Barça no se puede ver
El futbolista holandés marcó un gol y cuajó un buen partido en el pase de su equipo a octavos de final, pero en Barcelona esta versión es difícil que se dé.
Puede que algún aficionado azulgrana se haya sorprendido al ver este nivel de Memphis Depay con su selección sino es un asiduo a los partidos de Países Bajos y se habrá preguntado si este Memphis es el mismo que el del Barça, donde ha caído a la última plaza de la rotación. El neerlandés juega muy bien cuando le das todo aquello que precisamente Xavi no le puede dar.
En la selección de Van Gaal, Memphis tiene un rol capital. Junto a De Jong es el futbolista más importante del combinado tulipán y su función es la de juntar al equipo desde el pase y los movimientos, gozando de u a libertad casi total que saca a relucir su técnica en espacios reducidos y su capacidad para ordenar al equipo empezando desde la última línea. Con Cody Gakpo al lado, uno de los grandes protagonistas del Mundial, Memphis no tiene que hacer todo aquello que no le gusta (presionar, ir al espacio, ser generoso en el esfuerzo) y puede centrarse en lo que sí quiere (recibir mucho, pasar, inventar). Van Gaal le da las llaves.
Ante Estados Unidos, Países Bajos exhibió su versión más pragmática. Poca pelota, bloque muy junto y priorizando las transiciones. Un partido que se vio menos a De Jong que a Memphis, que sobre todo en el primer tiempo fue el ancla del conjunto de Van Gaal. Y aquí, en este punto, es donde los intereses de Países Bajos y los del Barça, chocan. Con Xavi, Memphis no juega en doble punta, sino como 9 o como falso extremo, lo que le aleja de determinadas rutas que le gustan: ni puede bajar a recibir tanto ni goza de esa libertad. Y Memphis es por esencia un futbolista que disfruta sintiéndose querido.
Tiene cosas que nadie más posee
Condenado a ser el suplente de Lewandowski o intentando abrirse hueco como el extremo zurdo titular, una posición en la que podría tener cabida viendo que Ansu no termina de arrancar, que Dembélé disfruta más en la otra banda y que Ferran vive altibajos. Es, quizás, la zona en la que más opciones hay. Y Memphis tiene cosas que nadie más posee: último pase, creatividad en la frontal y una técnica que le permite juntar al equipo. Por contra, no tiene voracidad para ir al espacio ni sus movimientos son agresivos, algo que Xavi prioriza.
Países Bajos crece alrededor de la cadencia de Frenkie y Memphis y lo puede hacer a distintos ritmos. Si quiere acelerar, como en la jugada del 1-0, lo puede lograr con paredes y juntándose en un mismo sector. Si quiere calmar el juego, también es capaz de lograrlo usando a Memphis más como centrocampista que como delantero, porque Países Bajos es un equipo bicéfalo: en izquierda se la pasa, en derecha corre. Y funciona.
En manos de Xavi estará decidir qué hacer con Memphis entendiendo que deberá existir una versión intermedia entre la de Países Bajos y la que él desearía para su extremo titular. Encontrar a ese jugador puede llevar un tiempo... o no llegar nunca. Mientras tanto, Van Gaal le seguirá dando las llaves y confiando en que dentro de casa nunca se pase frío.